En este momento, cerca de dos millones de personas sobreviven sitiadas en la Franja de Gaza, de ellos la mayor parte son mujeres y niños.
El daño ya es irreparable, pero cada día que pasa, cada hora, cada minuto cuenta y empeora, ya que a cada instante otra vida se apaga.
Tengo esperanza en la humanidad, en nosotros y en nuestros hijos, en los jóvenes, y creo en la importancia de defender lo que es justo, y cuestionar lo injusto e inhumano.
Desde el 2 de marzo de este año Israel ha impuesto un bloqueo por lo que la población palestina que habita en la Franja de Gaza se encuentra sitiada, eso significa que no puede acceder a alimentos, agua, ni medicamentos, y se encuentra padeciendo una hambruna provocada por humanos.
Según Human Rights Watch y Amnistía Internacional el pueblo palestino vive bajo ocupación, bloqueo y apartheid.
Se trata de crímenes de lesa humanidad, dejar morir a las personas de esa forma tan cruel y despiadada.
Algunas de las cifras para entender la magnitud de la barbarie desde que empezó el conflicto en octubre de 2023:
- 2 millones de personas sitiadas con bloqueo total de agua, electricidad y alimentos.
- 60.000 muertos (15.000 de ellos niños).
- Destrucción de hospitales y escuelas.
- Antes del bloqueo Naciones Unidas operaba 400 puntos de distribución de alimentos y medicamentos en la Franja, hoy apenas 4 siguen activos, y gestionados por la recientemente creada Fundación Humanitaria de Gaza (entidad bajo control israelí).
- 875 personas fueron asesinadas mientras intentaban conseguir alimentos.
- Uno de cada diez niños atendidos en los centros médicos de UNRWA se encuentra en estado de desnutrición severo.
- 45% de las madres presentan desnutrición severa.
- 72% de las mujeres embarazadas presentan anemia severa.
No se trata de una película, es real y es el mayor genocidio del siglo XXI, y sucede ahora frente a nosotros.
Es cierto que Gaza no es el único foco de conflicto en el mundo. Sudán, Siria, Ucrania, Cisjordania… en todos ellos ocurren tragedias. Pero no podemos vivir anestesiados y distraídos por redes sociales mientras se desgarra la vida humana, es necesario actuar.
Desde este humilde espacio, y sin pretensión alguna, alzo mi voz para pedirte algo simple: difunde. Esta o cualquier otra noticia, un mensaje, una imagen… cualquier gesto puede convertirse en un grito contra el silencio. Que la paz sea nuestra bandera. Que la empatía sea nuestra guía.
No quiero una película dentro de 30 o 40 años que cuente historias de lo que está ocurriendo hoy, y que las próximas generaciones nos cuestionen cómo permitimos que esto pasara.
Es un llamado a la consciencia colectiva, y a exigir a los líderes del mundo que trabajen para que esta locura se termine de una vez.
Por los niños y las personas de Gaza, y por los niños del mundo, enseñemos que somos muchos más lo que amamos que los que odiamos, y los que queremos que haya paz y que se respete el derecho internacional humanitario.
Por último, comparto un poema que he escrito y también uno del gran Eduardo Galeano que lamentablemente hoy en día se encuentra más vigente que nunca.
Agoniza el mundo
Por María Ruth Agnoli
Y sigue la especie humana sin entender de respeto,
sin saber que se trata de amar,
y no de odiar.
Que los seres humanos
somos una sola especie,
que somos uno.
No importa el color de la piel,
la religión,
ni el rincón del mundo
en que hayas nacido.
Lo diferente debería unirnos
y potenciar nuestras vidas,
no separarnos.
¡Qué aburrido sería
si todos fuéramos iguales!
¿Cuántas vidas más se perderán
en la Franja?
¿Cuánto dolor?
¿Cuánto sufrimiento?
¿Cuál es el precio
que se paga por ser diferente?
Ya no hay tiempo.
Agonizan en la Franja de Gaza:
mujeres,
niños,
hombres,
personas con sueños interrumpidos
y vidas robadas.
Agonizan en Gaza.
y ya no hay tiempo.
Se mueren.
Agoniza Gaza.
y agoniza la humanidad.
¡Las guerras mienten!
Por Eduardo Galeano
Ninguna guerra tiene la honestidad de confesar
“Yo mato para robar”.
Las guerras siempre invocan nobles motivos.
Matan en nombre de la paz. En nombre de Dios.
En nombre de la civilización. En nombre del progreso.
En nombre de la democracia.
Y si por las dudas, si tanta mentira no alcanzara…
ahí están los grandes medios de comunicación
dispuestos a inventar enemigos imaginarios
para justificar la conversión del mundo
en un gran manicomio y un inmenso matadero.
En “Rey Lear”, Shakespeare había escrito que
“en este mundo, los locos conducen a los ciegos”.
Y…cuatro siglos después, los amos del mundo
son locos enamorados de la muerte.
Que han convertido al mundo en un lugar donde
cada minuto mueren de hambre o de enfermedad
curable 10 niños y cada minuto se gastan 3 millones
de dólares, 3 millones de dólares por minuto
en la industria militar que es una fábrica de muerte.
Las armas exigen guerras
y las guerras exigen armas…
Y los 5 países que manejan las Naciones Unidas,
los que tienen derecho de veto en
las Naciones Unidas, resultan ser también
los 5 principales productores de armas.
Uno se pregunta ¿Hasta cuándo?
¿Hasta cuándo la paz del mundo estará en manos
de los que hacen el negocio de la guerra?
¿Hasta cuándo seguiremos creyendo
Que hemos nacido para el exterminio mutuo
y que el exterminio mutuo es nuestro destino?
¿Hasta cuándo?