Hace unos años leí la frase: “para que el mal triunfe basta con que los buenos no hagan nada”, y me impactó profundamente, frase que se me viene rápidamente a la memoria cuando pienso lo que se encuentra sucediendo en la franja de Gaza actualmente.
Pero: ¿quiénes son los buenos en el caso de lo que ocurre en la Franja de Gaza con el pueblo palestino?
Hablar de política no es mi especialidad, ni tampoco es mi intención hacerlo en este momento, por lo que hoy solo intentaré dar visibilidad a la crítica situación humanitaria que acontece, dando a conocer un poco de la grave situación de crisis en Gaza.
Este conflicto se ha agravado drásticamente en los últimos meses, ya que a la guerra se añadió que, desde el 18 de marzo, Israel no permite el paso de ayuda humanitaria en Gaza, territorio en el que aún habitan 2,4 millones de personas.
Algunos puntos críticos de la situación actual:
- Bloqueo de suministros: no se deja entrar ayuda humanitaria, a razón de medicamentos, vacunas, alimentos, agua, tecnologías, etc.
- Ataques a puntos clave para la supervivencia de la población: Centros de distribución de ayuda, hospitales, escuelas, etc.
- Aumento de enfermedades: debido a las condiciones insalubres la acumulación de basura, la falta de agua potable, de atención médica adecuada, y el crecimiento exponencial de la desnutrición.
- Desplazamientos forzosos y sin ayuda humanitaria de la población.
En Gaza, los menores de 18 años representan casi la mitad de la población de 2,25 millones de personas. Según la agencia de Naciones Unidas para la niñez, Unicef, más de 50.000 niños palestinos ya murieron o resultaron heridos por los bombardeos, y ataques.
Además 71.000 niños sufren desnutrición grave, y más de 14.000 están en estado crítico, siendo que a esto se suman las heridas de guerra, ya sean físicas como mentales.
Adicionalmente con los bloqueos cerca de 2 millones de personas se encuentran al borde de la hambruna.
Unicef también indica que han muerto más niños en la Franja de Gaza que en todas las guerras en el mundo entre 2019 y 2022.
En las últimas semanas, la ONU denunció que ya registraron más de un millón de casos de infecciones respiratorias, medio millón de casos de diarrea severos, una epidemia de polio con efectos mortales especialmente entre los más pequeños, y más de 100.000 casos de hepatitis B y otros 40.000 de hepatitis A.
Hoy elevemos la voz, digamos basta, exijamos un alto el fuego y que se deje entrar a la ayuda humanitaria, recemos porque este holocausto del siglo XXI se termine ya.
Aún estamos a tiempo de evitar que esto empeore, y haya más pérdidas humanas.
Porque me considero de los buenos, creo que tengo el deber moral de dar a conocer un poco de lo que ocurre, quizás no sea mucho, pero hoy mi aporte es el de intentar dar visibilidad desde esta humilde columna de “El diario de Madrid”, ya que no podemos permitir que esto siga ocurriendo.
Que haya paz en Palestina.