El próximo domingo 14 de diciembre a eso de las 20 horas de Chile, los chilenos estarán saliendo a las calles para celebrar el triunfo del futuro presidente José Antonio Kast Rist. Los zurdos, los amargados, los comunistas, los “progres”, las feminazis, los ilegales y los vagos de las ONG´s y de fundaciones fraudulentas, tendrán que irse de cargos relevantes y tendrán que buscar trabajo o irse de Chile. Los chilenos están hartos de mediocridad, de “amistocracia”, de componendas, de vulgaridad y de flojera. Chile inicia una nueva etapa. Se espera que Kast obtenga el 60% de las preferencias y eso le permitirá avanzar en sus propuestas, las que apuntan a mejorar la seguridad interna, detener la inmigración ilegal y recuperar el crecimiento económico. Desde hace al menos 2 décadas que el entusiasmo, la esperanza y el optimismo, no se presentaban con tanta claridad como ahora. Kast ha sido consistente y no ha transado principios. Se esperan muchos profesionales de buen nivel en el gobierno que asumirá en marzo de 2026. El presidente Gabriel Boric, cual trapecista de circo pobre, intenta mostrar una faceta moderada. Los tiempos en que insultaba a policías y militares, o cuando no pagaba el boleto del Metro, intenta olvidarlos.
No obstante, sigue duro enfrentando a Trump y buscando un espacio para posicionarse en algún lugar, cuando termine su gobierno. Partió con el 56% de apoyo, y a poco andar, fue bajando hasta estabilizarse en torno al 30%, conformado básicamente por la izquierda dura y los “parásitos” del Estado. Me refiero a aquellos que cobran sueldo del Estado, pero no trabajan o trabajan es sus propios negocios. También hay un porcentaje de funcionarios públicos que si trabajan bien y que están encantados de que asuma Kast para que se pueda “expulsar” a los que se aprovechan del Estado. Los primeros meses de Kast no serán fáciles, pero eso lo sabe él y todos los chilenos que estamos dispuestos a apoyar al nuevo presidente. La izquierda considera la violencia como válida para llegar al poder. El gobierno de Kast, hará suyo lo que dice el escudo de Chile: “Por la razón o la Fuerza”. El que no quiera cumplir las leyes o respetar la institucionalidad, tendrá que asumir las consecuencias. Kast tiene mucho apoyo en la juventud y eso es una buena señal para el futuro.
El mundo también observa atento lo que pasará en Chile. Hay inversión extranjera expectante en minería, salmonicultura, agroindustria, energía, turismo y varios otros rubros en que nuevos inversionistas llegarán a Chile a partir del próximo año. En Europa circulan o viven muchos antiguos exiliados, que se fueron de Chile en los 70 y que no volvieron. En su momento se sumaron a corrientes de izquierda, recibieron apoyo económico de ingenuos gobiernos europeos y defendieron la nefasta “economía del bienestar”. Los chilenos que votan en el exterior siempre son mayoría de izquierda. Son pro Cuba-Venezuela y Nicaragua, pero viven en Europa con ayudas de contribuyentes europeos. Ciertamente que ellos no saldrán a celebrar a la Plaza del Sol. Mas bien, estarán contando historias falsas de Chile y justificando su mediocridad. La prensa europea titulará en portadas “la ultraderecha triunfa en Chile”. Mentira. Kast de ultra nada. Es un tipo decente, preparado, de familia, educado y consistente. Lo demostrará cuando anuncie su gabinete de ministros y visite países como España, vistiendo corbata y hablando y actuando como el presidente que merecemos los chilenos. Se acabará la ordinariez, se acabará la improvisación, se acabará el irrespeto a la autoridad, a los profesores y a los policías. Próximo domingo: domingo de gloria para Chile.
Andres Montero J.
