Símbolos sin tiempo

¡Viva México y viva España!

Cuando Porfirio Díaz dijo: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos” no sabía lo que iba a suceder en el futuro, porque los seres humanos, en principio, no somos adivinos y nos conformamos con dilatar la imaginación más allá de lo que suponemos que puede suceder. Ese “México lindo y querido” está metido en los angostos desfiladeros de los gobernantes que creen poco o nada en la democracia y que intentan paliar sus conflictos buscándole “cinco pies al gato”. Cuando Octavio Paz dijo que “sin libertad, la democracia es despotismo, sin democracia la libertad es quimera”. Tenía razón, y aunque tampoco era adivino puso énfasis en lo que en pleno siglo XXI iba a suceder en su memorable país. México está gobernado por seres humanos LLENOS DE RENCOR HACIA LA CULTURA QUE PROFESAN. Porque se trastocan los conceptos elementales del sentido común, cuando esos gobernantes anuncian la intención de pedir cuentas y responsabilidades a España… Yo soy español y nunca se me ocurriría pedir cuentas a los romanos que permanecieron siglos en la Península Ibérica explotando minas de oro y de plata y de otros minerales que enriquecieron el imperio, porque entonces éramos imperio. Éramos Roma y así heredamos una cultura irrenunciable que hemos sido capaces de trasladar hasta América. Cuando los españoles y los mexicanos éramos un imperio, los mexicanos siendo mexicanos también eran españoles. MÉXICO NUNCA FUE UNA COLONIA. España no tuvo colonias. México era el imperio español y en él un Virreinato: Virreinato de Nueva España, integrante del imperio. Todos los ciudadanos, absolutamente todos, fueron ciudadanos libres e iguales ante la ley.  

Cuando fue presidente de México Andrés Manuel López Obrador. Ese inútil, rencoroso, comunista, metomentodo e insidioso que lo único que hizo fue lastimar y perjudicar a millones de mexicanos y dar la espalda a los millones de españoles que sentimos la profundidad mexicana como si fuera propia y que nos nutrimos de la esencia viva de una cultura común que nunca podremos distanciar. Lo quiera o no lo quiera el impresentable del expresidente López Obrador; cuando pidió que España se disculpase ante los pueblos originarios de ese territorio.

Pero es mucho más lamentable que ahora la actual presidenta de la república insista en esas afirmaciones y calificaciones que no tienen sentido. 

Siento pena por los millones de mexicanos que se sienten hermanados con los españoles y que vinculan sus universos humanizados con los que sentimos amor por ambas tierras. 

Pero Claudia Sheinbaum es otra analfabeta funcional que, sin embargo, bebe de la misma cultura que late en los más de 20 países que hablamos y amamos en el idioma español. Hay que ser cursi, pretenciosa y radical para reinterpretar la historia a conveniencia. Claudia Sheinbaum DIJO EN ESPAÑOL que es mujer de fe, de esa fe que impregnó al pueblo mexicano con el vaho de la concordia que llevaron los españoles en pleno siglo XV. Ni ella ni su antecesor tienen el carisma que han de tener los seres humanos que pretenden cosas importantes. Menos mal que por encima de los políticos que nos gobiernan a los españoles y a los mexicanos está la cercanía y la amistad que heredamos de nuestro dos países, cuando en otro tiempo no estuvimos gobernados por políticos inútiles, crueles, ignorantes y desalmados. Porque estos de ahora son los políticos que pretenden enfrentarnos y distanciarnos para siempre. Pero nunca lo van a conseguir porque en nosotros habita la concordia.  Pues Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Sor Juana Inés de la Cruz, Octavio Paz, Alfonso Reyes, Amado Nervo, Jaime Sabines, Mariano Azuela, Arturo Azuela, Rosario Castellanos y tantos y tantos otros también escribían en español y amaban profundamente en español.   

Viva México y viva España.