La región del Pacífico colombiano limita al norte con Panamá
y al sur con Ecuador. Es una amplia zona bañada por el mar
y por cientos de ríos que nacen en la cordillera de los Andes y
desembocan en el oscuro y turbulento océano, descubierto por
Vasco Núñez de Balboa y la india Anayanci.
La región es rica por su diversidad, y por sus minas de oro y
platino, que han sido explotadas desde la época de la colonia.
A pesar de su riqueza y biodiversidad, este es uno de los lugares
más pobres y desiguales del planeta.
Habitada por las diferentes etnias ancestrales, la región comenzó
a poblarse por los descendientes de origen africano
cuando estos llegaron obligados en las sentinas de los barcos
negreros para reemplazar la mano de obra indígena en las haciendas
del Valle del Cauca y en las minas de aluvión del Chocó.
En 1851, cuando bajo el gobierno liberal de José Hilario
López se decretó la liberación de los esclavos, se produjo un
éxodo desde el Valle hacia la selva y el mar. Fue el comienzo del
cimarronaje, y el origen de muchos afros que hoy están repartidos
a lo largo del litoral, la selva, y a orillas de los ríos.
El aislamiento económico, social y cultural, que se ha vuelto
endémico en el país, así como ha generado consecuencias
negativas para la región, así mismo ha producido interesantes
manifestaciones culturales, como es el hecho de que en algunas
poblaciones del Pacífico aún se conserva el español antiguo y la
décima de Stúñiga, que vinieron de Andalucía y Extremadura.
La literatura del Pacífico viene de la oralidad. La literatura escrita comienza
con el libro Litoral recóndito, un estudio socioeconómico sobre la región, escrito
en 1934, por el congresista chocoano Sofonías Yacup.
En 1948, el escritor chocoano Arnoldo Palacios escribe Las estrellas
son negras, la primera novela que denuncia el hambre y las
condiciones deplorables en que viven los pobladores de la región.
Las estrellas son negras fue la primera novela del Pacífico que
logró ser reconocida a nivel internacional.
El cuento del Pacífico colombiano, que viene de la tradición
oral, comienza en 1953 con el cuento «Granizada»
del escritor chocoano Carlos Arturo Truque. Con «Granizada»,
Truque obtuvo el Premio Nacional de cuento «Espiral».
En el país, en los años cincuenta, había dos grandes cuentistas
que compartían reconocimientos literarios: Gabriel García
Márquez, de la región Caribe, y Carlos Arturo Truque, del Pacífico.
Infortunadamente, en 1970, la vida del escritor de Condoto
se ve truncada por una enfermedad terminal, y muere a la
edad de 43 años.
A partir de Truque se abre la cuentística del Pacífico, con una
característica especial: los escritores ya no pueden garantizar
su producción literaria apoyados solo en la imaginería oral o
juglaría, sino que deben establecer el puente entre la literatura
vernácula y la corriente literaria hispanoamericana
Son escritores informados, cultos, que comprenden que el futuro
de la literatura del Pacífico está íntimamente ligado a la
dinámica poética nacional e internacional.
Después de Truque vendrán autores como Enrique Cabezas
Rher, Moro Manzi, Faustino Arias Reynel, Guillermo Payán
Archer y Óscar Collazos. El primero, autor de varias novelas
y libros de cuentos, y ganador de varios premios nacionales.
Moro Manzi, escritor, botánico y ecologista, nacido en Tumaco,
y escritor de grandes relatos marinos. Faustino Arias y Payán Archer,
dos grandes cuentistas que retoman el mito y las leyendas,
y las convierten en ficción literaria.
Óscar Collazos es el escritor internacional del Pacífico colombiano,
que ha tenido su reconocimiento en Alemania, Cuba,
Francia y España, y cuenta con una rica obra novelística, cuentística
y periodística.
Luego vienen varios escritores nacidos en la década del cincuenta,
como Alfredo Vanín y Medardo Arias Satizábal, ganadores
de premios nacionales, que saliendo muy temprano del
litoral, han vivido en Bogotá y Cali, y mantienen una relación
permanente con su región.
Entre los escritores que hoy despuntan en la arena literaria, podemos mencionar a: Sonia Truque, Óscar Olarte, Amalia Lú Posso, Carlos Vásquez-Zawadzki, William Vega, Flover González, Kevin Riascos y Yaír Andrés Cuenú.
Para el lector curioso que esté interesado en descubrir una literatura que se origina al otro lado del mar, los invito a que se acerquen a la Antología titulada Narradores del Pacífico colombiano publicada por el Grupo Editorial Sial Pigmalión de Madrid.
A mis caros lectores, les deseo un ¡feliz año 2024!