Una humanidad en transición
En los albores del nuevo milenio, la raza humana sigue siendo una especie en transición entre el pasado y el futuro. En muchos aspectos, está en el amanecer de la conciencia. Esta vieja humanidad tiene una psicología obsoleta basada en una lógica conflictiva. Su civilización sigue siendo el producto de la guerra y de un espíritu depredador.
Incluso la ciencia es el resultado de la yuxtaposición de conceptos antagónicos: el bien y el mal (ética), la belleza y la fealdad (estética), la verdad y la falsedad (filosofía), y así sucesivamente.
La economía del miedo y el conflicto
Mientras la humanidad siga siendo una especie conflictiva—víctima del miedo y el dolor—la pobreza es economía y el crimen es economía. La pobreza y el crimen en vastas regiones del mundo continuarán perpetuamente hasta que antagonistas como la pobreza y la riqueza sigan enfrentándose, no en el mundo, sino en la conciencia de cada hombre.
La economía es una forma de pensar. Es el reflejo de nuestra manera de pensar y sentir, de nuestras convicciones y de nuestro sistema de valores. Mientras la psicología del hombre siga enferma, la guerra, la pobreza, el crimen y el dolor seguirán siendo los pilares fundamentales de la economía mundial.
El pensamiento es el destino
El pensamiento es el destino. A través de nuestra manera de pensar y sentir, hemos trazado nuestro destino hasta ahora. Si somos capaces de pensar de una nueva manera, tenemos el poder de cambiar el futuro, la economía y el destino financiero de un país entero.
Todas las escuelas y universidades perpetúan la vieja forma de pensar. Son los guardianes de un sistema que mantiene el conflicto y la división.
Creer y crear son lo mismo, solo separados por el tiempo. Todo lo que veo es la creación de mi creencia… Creer significa crear.
El ciclo destructivo
La racionalidad del hombre está armada. Su lógica es conflictiva. Su psicología es incompleta.
Por esta razón, nuestra economía sigue siendo una actividad primitiva, si no criminal. Siempre ha obtenido beneficios de la división, la desgracia y la fricción entre opuestos.
A lo largo de la historia, máquinas colosales como las guerras, los genocidios y la pobreza, impulsadas por una destructividad ciega, el egoísmo y la vanidad, han sido—hasta ahora—la única forma que el hombre y las civilizaciones han conocido para avanzar hacia niveles superiores de progreso y prosperidad económica.
Basta con observar lo que ocurrió con las economías de los países derrotados, casi completamente destruidos tras la Segunda Guerra Mundial:
- Alemania
- Japón
- Italia
Inconscientemente, pero de manera periódica, la humanidad activa un mecanismo de destrucción para poder avanzar. No conoce otra forma.
La economía del futuro
La economía del futuro—una economía del bienestar—debe ser creada por hombres que aman, por soñadores. Para combatir y erradicar la pobreza en el mundo, debemos enriquecer nuestra inteligencia, cultivar y elevar nuestro ser.
La pobreza y el crimen son enfermedades del ser. El individuo debe transformarse desde dentro: debe liberar su psicología del pensamiento conflictivo, de las emociones negativas— especialmente de la duda y el miedo—y su conciencia de la escasez.