Crónicas de nuestro tiempo

Países Bajos

Hay muchas personas, que desconocen el por qué, de llamarse Países Bajos.

Se suelen usar los términos Holanda y Países Bajos como sinónimos, lo correcto es hablar de Países Bajos (Nederland en neerlandés), que significa literalmente “tierra baja”. El plural tiene sentido: históricamente, eran varias regiones —Nederlanden— unidas por un mismo rasgo geográfico: su terreno plano y su altitud muy baja, en muchos casos por debajo del nivel del mar.

Si no fuera por su sistema de diques, pólderes (tierras ganadas al mar) y drenajes, buena parte del país estaría sumergido. Desde la Edad Media, los neerlandeses han expandido su territorio en más de un 20 % gracias a estas obras de ingeniería hidráulica.

En contraste con estas zonas bajas, el punto más alto del país, el Vaalserberg, apenas alcanza los 321 metros, ubicado en el sureste, cerca de Bélgica.

Países Bajos
Países Bajos

Es importante aclarar, que Holanda se refiere solo a dos provincias —Holanda Septentrional y Holanda Meridional— que, por su peso histórico y económico, dieron nombre internacional al conjunto del país. Pero oficialmente, el país está compuesto por doce provincias:

  • Brabante Septentrional (Bolduque)
  • Drente (Assen)
  • Flevoland (Lelystad)
  • Frisia (Leeuwarden)
  • Güeldres (Arnhem)
  • Groninga (Groninga)
  • Holanda Meridional (La Haya)
  • Holanda Septentrional (Haarlem)
  • Limburgo (Maastricht)
  • Overijssel (Zwolle)
  • Utrecht (Utrecht)
  • Zelanda (Middelburgo)

A esto se suman tres municipalidades especiales en el Caribe: Bonaire, San Eustaquio y Saba.

El Reino de los Países Bajos, en cambio, abarca también a Aruba, Curazao y San Martín, territorios autónomos insulares.

Los Países Bajos surgieron oficialmente como entidad independiente en 1581, cuando varias provincias del norte proclamaron su separación del dominio español. La independencia fue reconocida en 1648 tras la Paz de Westfalia.

Antes, habían formado parte de los dominios de Carlos I de España. Posteriormente, en 1815, se creó el Reino Unido de los Países Bajos, que incluyó a Bélgica y Luxemburgo, aunque Bélgica se separó en 1830.

Hoy, la monarquía neerlandesa sigue vigente, encabezada por Guillermo Alejandro, casado con Máxima Zorreguieta, reina consorte.

Aunque los tulipanes son originarios de Turquía, en los Países Bajos alcanzaron su fama mundial, sobre todo durante la “tulipomanía” del siglo XVII, cuando los bulbos llegaron a costar fortunas. Los molinos, por su parte, no solo son decorativos: fueron clave para drenar tierras y evitar inundaciones.

Hay más bicicletas que habitantes: unos 23 millones de bicicletas para 17 millones de personas. Las ciudades están perfectamente adaptadas para el transporte ciclista, con carriles especiales, semáforos propios y gigantescos parkings para bicis.

Los neerlandeses lideran proyectos de energías renovables, especialmente energía eólica. Además, son pioneros en ciudades flotantes, diseñadas para resistir inundaciones, y han creado carreteras solares, casas flotantes y barreras móviles contra tormentas.

Aunque la capital oficial es Ámsterdam, La Haya alberga instituciones clave como el Parlamento neerlandés, la Corte Penal Internacional y el Tribunal Internacional de Justicia. Esto la convierte en uno de los principales centros de diplomacia y justicia del mundo.

A pesar de su reducido tamaño, los Países Bajos juegan un papel clave en Europa y el mundo. Son una potencia comercial, agrícola (especialmente en flores y hortalizas) y tecnológica, además de ser pioneros en temas de sostenibilidad.

Los neerlandeses han demostrado, a lo largo de los siglos, que incluso un terreno ganado al mar puede convertirse en uno de los motores de Europa.