José Luis Martínez-Almeida ha defendido este miércoles la decisión del Ayuntamiento de no invitar al delegado del Gobierno, Francisco Martín, a los actos institucionales del patrón de la ciudad, San Isidro, por considerar que su actitud “falta al respeto” tanto a los representantes municipales como “al conjunto de los madrileños”.
Durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, el regidor madrileño afirmó que en una celebración como la de San Isidro “sobran aquellas personas que lo que están haciendo es faltar al respeto”, aludiendo directamente al delegado del Gobierno. “No podemos invitar a una persona que no entiende que tiene un papel institucional, sino que ejerce de vocero del Partido Socialista, y además con las peores formas”, declaró Almeida.
El alcalde explicó que el Gobierno municipal quiere ser “honesto con los madrileños” y que por eso ha optado por no contar con la presencia de Martín en el acto de entrega de medallas de Madrid, a diferencia del año pasado, cuando sí asistió con motivo del reconocimiento a la Policía Nacional.
Acusaciones de deslealtad institucional
Almeida fue especialmente crítico con la actitud del delegado, a quien acusó de “insultar, descalificar y mentir”, señalando que su “estilo político” es “incompatible con el espíritu integrador de Madrid”. “Mientras esta ciudad convierte la diferencia en un valor positivo, el delegado la utiliza para insultar y señalar a quien no piensa como él”, añadió el alcalde.
La ausencia de Francisco Martín cobra mayor relevancia en una jornada en la que ha acudido a declarar ante el juez por el caso relacionado con la asesora de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno. Aunque desde Delegación del Gobierno no se han pronunciado oficialmente sobre el veto, fuentes municipales aseguran que la decisión estaba tomada con anterioridad a dicha citación judicial.
San Isidro, una fiesta “de todos los madrileños”
Almeida subrayó que el 15 de mayo debe ser un día de encuentro, alegría y unidad. “San Isidro es una festividad de todos los madrileños, no de unos pocos. Y quienes renuncian voluntariamente a ser un punto de encuentro, no tienen cabida en este tipo de actos”, concluyó el alcalde.