Reflexiones Australes

Las prioridades del futuro gobierno chileno de derecha

Durante el cuarto trimestre de 2025, quedará definido quién gobernará Chile, a partir de marzo de 2025. Todo indica que la derecha regresará al poder después  de casi 60 años. Algunos objetarán esta afirmación, pero la verdad es que desde el gobierno de Jorge Alessandri 1958-1964, los chilenos no han elegido un gobierno de derecha. Después de Alessandri, gobernó Chile Eduardo Frei Montalva, quien fue elegido con el apoyo de la derecha -que no llevó candidato- pero el gobierno fue de centroizquierda. Posteriormente en 1970, asumió el marxista Salvador Allende, quien en 3 años destruyó la economía e intentó transformar a Chile en una nueva Cuba. El 11 de septiembre de 1973, toman el poder -por presión ciudadana- las Fuerzas Armadas, quienes no eran antes, ni son ahora, de izquierda o de derecha. Después, a partir de 1990 asume el democristiano Patricio Aylwin, de centro izquierda, quien fue sucedido por Eduardo Frei Ruiz-Tagle, también democristiano. Tras él, llegó el socialista Ricardo Lagos y el 2006 asume otra marxista: Michelle Bachelet.

Más tarde gana las elecciones Sebastián Piñera, que aunque apoyado por la derecha, su ADN fue siempre democristiano. En 2014 toma nuevamente el poder Michelle Bachelet y en 2018 regresa Sebastián Piñera. En 2022 asume la ultraizquierda, liderada por Gabriel Boric, quien terminará su mandato en marzo de 2026. En consecuencia, Chile enfrenta unas elecciones presidenciales en noviembre  y de no haber alguien que obtenga más del 50% de los votos, en diciembre de este año las dos primeras mayorías dirimirán quién asume el gobierno a partir de marzo de 2026. La información anterior, permite afirmar que Chile podría tener un presidente de derecha, en la persona de José Antonio Kast. Él lidera las encuestas de opinión y pasaría a segunda vuelta junto a la comunista Jeannette Jara, quien aglutina a lo que llaman “fuerzas progresistas”, pero que en el fondo son izquierdistas duros y algunos que se disfrazan de moderados, pero que en la práctica no lo son. José Antonio Kast ha declarado que sus prioridades inmediatas son: reducir los niveles de delincuencia que azotan a Chile, controlar la inmigración ilegal, hacer más eficiente al Estado, atacar la crisis carcelaria, disminuir las trabas a la inversión y lograr un crecimiento económico superior al mediocre 2% actual. Todo esto será posible, en la medida que Kast logre hacer entender -por la razón o la fuerza- a la oposición dura que utiliza la calle para destruir y amedrentar. Ya lo hicieron bajo el gobierno de Sebastián Piñera, al cual intentaron derrocar. Veremos si la racionalidad retorna a Chile, un país que tuvo su oportunidad en el pasado y podría volver a tenerla en los próximos meses.