Creemos que la artesanía tiene un valor incalculable para el ser humano. Es una demostración de la capacidad que tenemos para transformar cualquier material en algo hermoso, bello y agradable (la mayoría de las veces).
Y sabemos que esa artesanía sólo puede darse en el cerebro humano, ese órgano que aunque no entendemos cómo maneja los conceptos abstractos, es capaz de realizar obras de arte que a todos los asombran y nos cautivan en las exposiciones.
Siempre pensamos que la parte artística del ser humano nunca podrá ser suplantada por las máquinas, que hemos creado nosotros mismos a nuestra imagen y semejanza. ¿Por qué? Quizá porque si perdemos esa forma única de ver el mundo que nos rodea dejaríamos de ser lo que somos, nuestro toque especial. El arte nos diferencia en este planeta tierra.
Pero ¿Crees que podría una máquina crear un objeto bello? ¿O creativo? ¿O artístico?
Casi todos contestaremos que no, obviamente. Sólo un ser humano puede hacer algo artístico. Aunque quizá también es por que sólo nosotros entendemos nuestro arte.
Pero quizá el futuro no está en creer que la máquina pueda hacer algo creativo por ella misma, pensándolo desde cero, sino que el futuro de la artesanía pasa por utilizar las máquinas como herramientas para crear un arte que, sin ellas, sería imposible de crear.
Porque sabemos que el ser humano tiene limitaciones físicas a la hora de sacar de su cabeza esa idea increíble que se le ha ocurrido. A veces los artesanos tienen dificultades en fabricar y crear su obra de arte, y necesitarían de máquinas de precisión que ya existen (o máquinas que aún no se han creado) para transformar esa idea en realidad.
Aquí es donde los artesanos digitales, aquellos que utilizan las máquinas de fabricación digital (impresión 3D, corte láser, electrónica y muchas más) para crear objetos desde el escritorio de su ordenador, pueden tener la respuesta con la artesanía digital.
La transformación de bits a átomos.
Estas personas, entusiastas o profesionales de las herramientas de fabricación digital, creo que pueden acortar el camino de los artistas y artesanos para plasmar, de un modo más preciso, aquellas ideas artísticas que ahora mismo no pueden resolver.
Pero no sólo eso, sino que también podrían aportar un valor extra en la artesanía tradicional, aportando nuevas ideas y nuevos objetos que apoyen el trabajo de la artesanía tradicional.
Esto no supone, como todo el mundo piensa, la pérdida del oficio de artesano. Creo que tanto los artesanos tradicionales deben acercarse al futuro de la artesanía, y que los fabricantes digitales deben buscar el conocimiento de estos artesanos clásicos. La unión de estos dos mundos, que recelan uno del otro por desconocimiento, podría dar como consecuencia objetos maravillosos, ideas artísticas que lleven al cerebro del espectador al siguiente nivel de percepción artística.
Favorezcamos los encuentros de generaciones de artesanos tradicionales y digitales, para que puedan ampliar la capacidad de impactar al ser humano con las creaciones artísticas del futuro. La nueva artesanía.