Polemica CV

El PP señala a Pilar Bernabé como ejemplo de la falta de dimisiones en el PSOE por polémicas curriculares

Los populares acusan a la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana de falsear su formación académica y comparan su caso con el de Noelia Núñez, quien dimitió por un asunto similar

María Jesús Montero y Pilar Bernabé participan en un acto del PSOE - PSOE
photo_camera María Jesús Montero y Pilar Bernabé participan en un acto del PSOE - PSOE

El Partido Popular ha intensificado su ofensiva contra el PSOE por la gestión de las polémicas relacionadas con currículums académicos, y ha puesto como ejemplo el caso de Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, como muestra de la supuesta falta de responsabilidades políticas en las filas socialistas.

La crítica llega tras la reciente dimisión de Noelia Núñez, exdiputada del PP en la Asamblea de Madrid, quien dejó su cargo al admitir que no había finalizado las dos licenciaturas que figuraban en su currículum. Núñez defendió su decisión como un acto de coherencia política y aseguró que “la mejor manera de pedir perdón es dimitiendo”.

En contraposición, los populares denuncian que Pilar Bernabé sigue en su puesto pese a haber cometido un “error” similar. En su perfil de LinkedIn figuraba como licenciada en Filología Hispánica, aunque posteriormente reconoció que solo había iniciado la carrera y no la concluyó. A pesar de ello, el Partido Socialista cerró el caso sin consecuencias, calificándolo como un simple error de redacción.

El PP sostiene que este trato desigual evidencia una doble vara de medir en la política española y acusa al PSOE de mantener un “silencio cómplice ante la falsificación de méritos académicos”. Además, remarcan que no es un caso aislado, señalando también a otras figuras del Ejecutivo.

Entre ellas, mencionan a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, quien presentaba varios másteres en su currículum que, según medios, fueron más tarde modificados para aclarar que se trataban de cursos de formación y no titulaciones oficiales. Asimismo, apuntan al ministro de Transportes, Óscar Puente, cuyo currículum incluía un máster que el PSOE posteriormente matizó como un curso de posgrado, aunque él ha defendido públicamente su validez.

Desde Génova, la dirección nacional del PP insiste en que “la ética política no puede depender del color del partido” y exige al PSOE “el mismo nivel de exigencia que ellos reclaman cuando los escándalos afectan a la oposición”.

En paralelo, fuentes del PSOE aseguran que no existe ningún caso de ocultación o falsificación intencionada y que los errores señalados ya fueron subsanados con las aclaraciones correspondientes. Sin embargo, la falta de dimisiones sigue alimentando el debate político, especialmente en un contexto marcado por el desgaste de la clase política y la creciente demanda de transparencia por parte de la ciudadanía.

Para el PP, la diferencia en la gestión de estos casos “retrata el doble rasero de la izquierda cuando se trata de asumir responsabilidades políticas”, y reivindican el gesto de Núñez como un ejemplo de integridad que debería extenderse a todos los partidos.

Mientras tanto, el cruce de acusaciones entre bloques reabre el debate sobre la veracidad de los perfiles públicos y el control sobre la información académica que los cargos electos presentan a la ciudadanía, especialmente en un entorno digital donde cualquier dato puede ser objeto de escrutinio inmediato.