Fiestas

Collado Villalba suspende sus festejos taurinos por orden del Tribunal Administrativo de Contratación Pública

La decisión, adoptada tras recursos contra la adjudicación del contrato, ha desatado un cruce político entre PP y PSOE en plenas fiestas patronales de Santiago Apóstol

Cartel Fiestas Collado Villalba
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Collado Villalba se ha quedado sin toros durante sus fiestas patronales tras la suspensión de los festejos taurinos por resolución del Tribunal Administrativo de Contratación Pública (TACP). El Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular y liderado por Mariola Vargas, ha confirmado que no se celebrarán encierros ni novilladas los días 25, 26 y 27 de julio, tal como estaba previsto en el programa festivo en honor a Santiago Apóstol.

La decisión llega tras los recursos interpuestos por dos empresas contra la adjudicación del contrato para organizar los festejos taurinos, lo que ha generado una resolución administrativa de obligado cumplimiento. Según el consistorio, la notificación llegó de forma inesperada a las 20:52 horas del jueves 24 de julio, jornada festiva local, y fue remitida por el portavoz del PSOE municipal, Andrés Villa, sin que los servicios jurídicos tuvieran conocimiento previo oficial.

Desde el Ayuntamiento han expresado su malestar por la situación y han lamentado que se vulneren unas tradiciones "profundamente arraigadas" en la identidad del municipio, al tiempo que estudian opciones legales para intentar recuperar los festejos una vez resuelto el procedimiento. La alcaldesa ha calificado los hechos como “sin precedentes en la historia de las fiestas de Collado Villalba”.

El cruce político no se ha hecho esperar. Mariola Vargas ha acusado al PSOE local de actuar contra las costumbres del municipio y de instrumentalizar la vía legal para impedir los actos taurinos. En declaraciones junto al secretario general del PP en Madrid, Alfonso Serrano, la regidora ha insistido en que se trata de una resolución administrativa, no judicial, y que otros municipios gobernados por el PP han vivido situaciones similares que finalmente pudieron resolverse con medidas cautelares a favor de la celebración de los festejos.

Serrano ha respaldado a Vargas y ha criticado al PSOE por entorpecer la organización de las fiestas locales mediante recursos que, a su juicio, tienen un claro interés político. “Estamos ante un Partido Socialista que no respeta las tradiciones populares y utiliza subterfugios legales para impedir el disfrute de los vecinos”, declaró.

Por su parte, el portavoz socialista Andrés Villa ha respondido con contundencia, afirmando que el único responsable de la suspensión es el equipo de Gobierno por su "nefasta gestión administrativa". Según ha explicado, el Ayuntamiento ignoró durante once días las notificaciones oficiales del TACP, pese a múltiples avisos previos, lo que impidió reaccionar a tiempo y buscar alternativas legales viables.

Villa ha añadido que su correo del jueves no fue una maniobra política, sino una advertencia legal para evitar responsabilidades penales, advirtiendo de que no cumplir la resolución podría incurrir en delitos de prevaricación o malversación de fondos públicos.

El edil socialista ha señalado que su grupo "está en política para hacer las cosas bien, de manera limpia y acorde a la ley", y ha lamentado que el Gobierno municipal busque desviar la atención culpando a la oposición por una situación que, afirma, es fruto exclusivamente de su propia ineficacia.

Mientras tanto, el malestar vecinal ha sido visible esta mañana en los alrededores de la plaza de toros, donde solo un cartel informaba de la cancelación. Peñas y aficionados taurinos han mostrado su decepción, al quedar suspendidos unos festejos que forman parte tradicional del calendario cultural de Collado Villalba.

Desde el consistorio confían en poder recurrir la resolución una vez finalice la festividad local, el próximo lunes 28 de julio. Sin embargo, para esta edición de las fiestas, el municipio no contará con ningún evento taurino, marcando un hecho inédito que ha tensado el clima político local y ha reavivado el debate en torno a la protección de las tradiciones populares frente al cumplimiento estricto de los procedimientos administrativos.