Ya está publicado en prensa, que Pedro Sánchez fue al acto del encuentro de la Internacional Socialista de Estambul con 19 personas de séquito, ¡que menos!
Acudieron en el Airbus del Estado, y el coste del viaje lo pagó Moncloa, o sea, lo pagamos los tontos de capirote de siempre, con el pretexto de que viajaba para “currar” en un acto oficial con Erdoğan.
Y también se publicó que allí, en Turquía, se alojó en un lujoso hotel con el presidiario Cerdán antes de que lo fuera (1.000 € la noche), aunque al parecer ya le había grabado Koldo con el tema de las “mordidas”.
Se dice por tanto que número Uno sabía lo de tales mordidas, porque es agudo y listísimo ¿o no?, y se da cuenta de todo, y líbrenos Dios de considerarle un súper idiota al que sus más allegados engañan sin cesar.
Quizás eso se consideraría un delito de odio, y no se puede odiar, es un pecado bien gordo, y los pecados, “mortales” si los comete la derecha y “veniales” cuando son de la izquierda, los deciden y declaran, desde su “buenolismo” mal oliente, los del gobierno, que además y puestos a escalar en el “dictaturismo”, también se lanzan a imponernos el secretismo más absoluto sobre las andanzas presidenciales.
Por ejemplo, jamás se podrá saber a dónde va Begoña Pichona Gómez, hija de Sabiniano el de las saunas (por llamarlas de alguna manera), que vuela en el Falcon siempre que quiere, y con pasaporte diplomático, tal como reconoce Moncloa.
Y mucho menos aún, sabremos a dónde se dirige Sánchez, ni con quién, ni para qué.
No podremos enterarnos de la agenda del presidente, que da un paso más en su escalada hacia el Olimpo de los dioses.
Su comportamiento, seguramente por conocer muy bien el catolicismo (obtuvo su licenciatura en Economía en un centro privado religioso adscrito a la UCM, en el Escorial), recupera atributos divinos de Dios nuestro Señor ¿Quién conoce sus designios?
Sánchez no podía ser menos.
¡Y qué decir del plagio de su tesis doctoral! y de su máster del IESE que en realidad es simplemente un curso sobre Liderazgo Público.
Pero por encima de ello, incluso del misterio nada democrático que le va a rodear, ¡Qué hermoso ahora descubrir por su boca repleta de “cambios de opinión” que “Ser socialista es estar al lado correcto de la historia”
Ya no vale lo de ¡Qué bello es vivir!, sino ¡Qué Bello es el Sanchismo!, y con su aval de deidad símbolo de la sinceridad extrema, se atreve a predicar desde una pregunta que sus acólitos también han de hacer “¿Quién sino nosotros va a defender la VERDAD en Europa?”
Lo dice sin descomponerse ni un pelo, aun siendo totalmente la mentira con patas.
Es un ejemplo cósmico,
Y lo son falseando sus CV Pilar Bernabé, Cristina Narbona, Pachi López, Elena Valenciano, José Manuel Franco y un largo etc. entre los que Óscar Puente se suma a quienes afirman tener los títulos académicos de los que carecen.
Pero en realidad ¿Para qué sirven esos títulos? para gobernar no hacen ninguna falta y mantiene Yolanda Diaz que se sentiría feliz teniendo a un ministro albañil y a una ministra limpiadora.
Tal vez así mismo la rechiflaría que la atendiera en sus enfermedades y en lugar de un médico, una fontanera, por ejemplo, o sea, una Leire cualquiera, porque es una profesión muy, pero que muy valorada, presuntamente, en el PSOE.
Pero ¿por qué no?, claro que pueden ser ministros los albañiles y las limpiadoras, profesiones dignísimas, siempre que ellos mismos no las falseen afirmando que son arquitectos y físicas nucleares.
¿Y si los títulos universitarios no valen para nada, porque tantos se empeñan en inventárselos?
Ya lo dice el refrán, “Zapatero a tus zapatos”, aunque en este Brigadoom (un lugar idílico, falso por alejado de la realidad y misterioso) en el cual el “puto amo” intenta convertir lo que queda de este país, asegurando sin ir más lejos que “la economía va como un cohete”, habría que decir: Zapatero a Venezuela, Maduro es la horma de vuestros zapatos y de muchas minas de oro.
