La reciente dimisión de Íñigo Errejón, acusado de supuesta violencia machista, ha dejado atónito a todo un país. Más allá del escenario político, esta noticia va a marcar un recorrido de largo alcance y durante años en los medios de comunicación.
Durante años, Errejón se alzó como una voz potente a favor del feminismo y la igualdad, convirtiéndose en uno de los defensores más visibles en la política española. Desde aquella fundación de podemos, de la que formó parte, su discurso estaba lleno de llamamientos a luchar contra lo que denominaban casta política y a recordar en sus comparecencias públicas de que los grandes partidos habían perdido fuerza en la defensa de la igualdad entre españoles.
Sin embargo, cést la vie como dicen los franceses. Las acusaciones actuales no solo afectan su imagen personal, sino que también ponen en tela de juicio los valores de su proyecto político.
Este escándalo no es solo un golpe personal para Errejón, sino una sacudida en SUMAR, la plataforma de la que él era una de las figuras principales y que se proponía como la gran alternativa progresista. Con la salida de Errejón, SUMAR tiene la complicada tarea de mantener el respaldo de una base electoral que, tras las noticias, comienza a cuestionarse si este partido realmente representa los valores que proclama y si realmente merece la pena seguir luchando por ese espacio de izquierda a la izquierda. Las últimas encuestas ya mostraban el trasvase de votos de plataformas como SUMAR hacia el PSOE, un voto que vuelve a casa tras años de enfado con las siglas socialistas.
El daño está hecho y voces como la de Pablo Iglesias han tardado muy poco en decir que esto ya venía de atrás.
El PSOE de Pedro Sánchez, ¿ganador en la Izquierda?
En medio de la crisis de SUMAR, la derecha tiene ahora una nueva estrategia de ataque, un flanco inesperado que atacar para intentar conquistar el castillo del gobierno nacional. A partir de hoy veremos nuevamente peticiones de dimisión, propuestas de mociones de censura pero…. ¡cuidado!, el PSOE tiene una gran oportunidad para fortalecer su posición. En un escenario donde la izquierda está dividida y SUMAR pierde fuelle, Sánchez se coloca de manera natural como el líder de la estabilidad. Entre la fragmentación y el impacto de la ley D’Hondt, que favorece a los partidos grandes, el PSOE se perfila como el refugio seguro de muchos votantes progresistas. Sánchez tiene prácticamente el camino despejado para consolidarse como el principal referente de la izquierda. La estrategia está clara: atraer a esos votantes progresistas que buscan un discurso feminista sin sobresaltos y un compromiso más creíble con los valores de igualdad. Yolanda Díaz intentará sostener el proyecto, pero la pérdida de Errejón y un caso de esta magnitud y con tanto recorrido mediático, le complican mucho el panorama.
SUMAR parece estar en el camino de muchas plataformas que nacieron prometiendo renovar la política y ha sido esta quien los renueve. No hace mucho, Ciudadanos llegó con fuerza para liderar el centro; Podemos surgió de los movimientos sociales y hasta el propio Errejón quiso impulsar su propio proyecto progresista con Más Madrid y Más País. Hoy, Ciudadanos es un recuerdo lejano y Podemos, tras años de luchas internas y decepciones electorales, acabó absorbido en SUMAR. Cambiar la política no es tan fácil como lanzar eslóganes en redes sociales o llenar una plaza en campaña. Estos partidos, que llegaron a desafiar a la política tradicional, acabaron atrapados en las mismas ambiciones de poder internas, trampas y contradicciones. SUMAR intentó rescatar ese espíritu renovador, pero la situación de Errejón deja claro que no siempre es sencillo sostener la coherencia entre palabras y acciones. No olvidemos que el PSOE y el PP tienen una sede en cada municipio de este país y, luchar contra eso, no se puede hacer solo con discursos, hace falta mucha más presencia política a pie de calle.
¿Volvemos al bipartidismo? Si te digo la verdad no lo sé, lo que sí sé es que no hay cama pa’ tanta gente como decía el Gran Combo de Puerto Rico. Partidos nacionalistas, regionales y otros siguen teniendo su peso político pero ya veremos hasta cuándo.
Pedro Sánchez, mientras capea los Koldos, Begoñas y Ábalos, esboza una pequeña sonrisa ante la posibilidad de un PSOE más fuerte y sin tanta competencia a su izquierda. La dimisión de Errejón no es solo un golpe a SUMAR, sino también un recordatorio de que los valores no son solo banderas de campaña; para muchos votantes, esos valores importan y buscan coherencia entre las palabras y los actos. Y en ese sentido, el “feminismo” de Errejón parece haber sido solo un disfraz, mientras SUMAR, la alternativa que venía a ser diferente parece estar dirigiéndose al mismo lugar que otras formaciones políticas, el cementerio de las buenas intenciones.