La relación del PSOE con el antifranquismo es “hermética”, es decir perteneciente a la ciencia oculta. Convertirse en el Águila de Alejandro sólo podría hacerse revistiendo al picaflor de turbas de diseñadores de muy bajo nivel y asustar a “la derecha “de los padres fundadores. Inevitablemente, y me entristece, con la complicidad mórbida del PCE, autodestruyéndose para recibir las migajas del que fue su ejecutor. Finalmente la semiótica del tema ha sido la más brillante: El PSOE ha sustituido al comunismo, en modelo anarcomunismo, con sus banderas, sus políticas y ajustando “el exilio “a los socialistas. Un teorema tan brillante como cínico. El PSOE se construyó sobre el odio feroz al comunismo y para eso fue “reconstruido”: para eliminarlo. Me lo contaba (en 1976-77) un viejo socialista que había huido a la URSS tras la guerra de España: “Nadal, nuestra unidad con el PCE es en la forma que yo tenía a una rusa foll..., debajo de mi cuerpo y bien cogida (he aseado la descripción).Así es nuestra unidad con el PCE”
Cierto que desde Marcelino Camacho a quien conocí -y siempre admiré- en la Cárcel de Carabanchel en mayo de 1975 a Ellas y ellos, se arrastra una íntima tragedia. De los patios de Carabanchel al cine a los Almodóvares o los casoplones, se pisotea un mundo lleno de dignidad y noble, a una ridícula farsa de un mundo abolido. El nuevo comunismo que repta para succionar lo que pueda, ni siquiera puede reclamar del pasado alguna etapa. La indignidad de los que quedan-hay tantos grupos que desconozco quien es el heredero del PCE -es irrelevante frente a la aceptación de la mentira y el negocio. Pero el PSOE necesitaba todo “el antifranquismo “para la base del nuevo régimen. Venían tan en serio González- Guerra como Sánchez-y Sánchez. Sobre el franquismo fueron prudentes el dúo del trilerismo: eran amparados por la policía española en sus viajes, la BPS no daba un paso sin los servicios del Ejército o la CIA. En una sociedad sin alma, sin corazón o valor, la mentira es tan cotidiana como el agua o el silencio. Está el friso dispuesto y el teatro preparado para los implacables convertidores de la farsa socialista.
Los intelectuales de la Historia , Ángel Viñas o Paul Preston, para conducir al PSOE al héroe de la guerra civil, del exilio o la oposición, encararon piruetas inverosímiles. Permutar al PSOE por el PCE tuvo el éxito y “reconocimiento” del tiempo perdido y la insólita creencia de la eternidad. Los privilegiados historiadores del régimen “de la transición “no entendieron que lo que conocimos, estudiamos en los años 60, la-aunque limitada, no para ellos-aportación de fuentes y ciencias historiográficas, desbroza nuestra conciencia, alimenta nuestra formación y casi nos obliga a revisar lo escrito o leído. La condición de intelectuales orgánicos estalla por su permanencia al tronco que les dio fama, haciéndoles creer que un “historiador antifranquista “no sucumbe con el concepto mismo que se deshace. Centenares de tesis y trabajos académicos han desmontado casi todo el sectarismo de la Historia Oficial.
Como el mundo académico es clandestino para el poder y los medios, tenían que controlarlo al modelo soviético: mediante una ley denominada de Memoria “Democrática” para perseguir, ocultar o sancionar la verdad y la investigación histórica. Leer las boutades de Preston es insufrible. Viñas es más moderado, procede de “la transición” y sus libros fueron encargos de los ministerios.
He insistido que “el Régimen de Franco“ debería ser abordado con paciencia y rigor, para desentrañar la naturaleza del mismo, su pervivencia y salida sin pronunciamiento o golpe. Tema de gran envergadura pronto podrá ser estudiado.
Ya que el antifranquismo va a ganar elecciones durante un siglo, que los 1000 asesores de la guardia pretoriana, tras años de análisis y millones de inversión, comprueban que Franco es el argumento final, debemos elevar el antifranquismo oficial al real. El PSOE ni fue, será ni podrá ser, el símbolo de la oposición o lucha contra el Régimen. No fuimos muchos y tampoco nos debemos autoproclamar. El sistema político se modificó de Ley a Ley y no morimos en los crímenes ”de la transición”.
En fin, los “50 años oficiales del régimen sobre la muerte de Franco“ están resultando un fracaso evidente. Tiene muy pocos sicarios en el campo de la Historia. Y muy malos los ejecutantes .Y, algunos, siendo jóvenes se preparan para una nueva “transición”. Ilusos. La primera fila de los que saltan la trinchera mueren. Los segunda y tercera ya han planificado su nuevo mundo. Todos los conocemos. E incluso los apreciamos. La ingenuidad es una de las deficiencias de la cultura humana y base para los engaños colectivos. Entrad en el bipartidismo y abandonar los arduos trabajos de la conciencia. Se vive mucho mejor.