A Volapié

The economist le baila el agua al gobierno

Hace poco hablé del optimismo interesado poniendo como ejemplo un artículo de El Economista. Ahora viene el otrora prestigioso medio británico The Economist y nos cuenta también que nuestra economía va de perlas, incluso que es la mejor. Obviamente el gobierno ha salido a la palestra a celebrar este artículo.

¿Es esta la realidad o es otro análisis poco solvente?. Vamos a verlo.

Lo primero que hay que decir es que este medio elabora un ranking de tasas de variación y por lo tanto solo atiende a lo que ha sucedido en 2024. Esta clasificación nos dice que somos la economía que más ha mejorado, pero no si la situación es objetivamente buena o mala. Uno puede haber salido de la UCI y sin embargo seguir estando grave. Hace solamente 2 años España era la peor economía de la OCDE según este mismo ranking. No es posible pasar de la peor posición a la mejor en solo 24 meses. Esto nos dice bastante de la utilidad del análisis de The Economist.

Por ejemplo, según ellos Colombia es la 6ª mejor economía en 2024 y, sin embargo, este país hermano es uno de los más pobres de Iberoamérica. Realmente la clasificación de este medio británico es poco representativa de la realidad económica de los países.

The Economist elabora su ranking económico en base a 5 indicadores

El primero es el crecimiento del PIB. Aquí nos colocan en 3ª posición. Si analizamos este crecimiento veremos que se debe en su gran mayoría tanto al aumento de la población fruto de la inmigración como al crecimiento exagerado del gasto público (a costa de un endeudamiento insostenible). Si es cierto que el sector exterior contribuye positivamente aunque moderadamente al PIB.

Es mucho más importante el PIB per cápita y este está estancado, y lo que es peor, en términos reales es inferior en un 1,5% al del 2019, uno de los peores datos de la UE. Por si fuera poco, desde que gobierna P. Sánchez nos alejamos de la media de la UE pues en estos años hemos perdido más de 4 puntos porcentuales. No parece que estos sean los números de un campeón, más bien son los de un equipo que juega la promoción.  

Si tomamos la renta disponible, es decir después de impuestos, la situación es aún peor dado el fortísimo incremento del esfuerzo fiscal impuesto por el gobierno a los españoles. 

Dos tercios o más del crecimiento de 2024 es el resultado de la riqueza generada por los nuevos extranjeros que residen en España. Sin embargo, muy poca riqueza adicional se ha creado para los ciudadanos residentes en España desde hace un año, y lo mismo sucede desde 2019. Por eso a tantos millones les va mal y no llegan a final de mes, o lo hacen mediante ayudas. El resultado de esto es que España es líder en carencia material severa y riesgo de pobreza. 

Esta es la realidad que The Economist no ha querido o sabido ver. Los extranjeros prosperan, aunque modestamente, pero los nacionales se estancan o empeoran desde 2019, salvo honrosas excepciones. 

El segundo indicador es la bolsa. The Economist nos coloca como el 10º mercado que más ha crecido, lo cual tampoco es para tirar cohetes. El IBEX ha subido notablemente en 2024, pero en el caso de España la bolsa es poco relevante porque son muy pocos los ciudadanos que invierten en renta variable, al contrario que en los países anglosajones. Recordemos que The Economist es un medio británico. 

Por lo tanto, el crecimiento de la bolsa no favorece la riqueza de un número notable de españoles, razón por la que en este caso no es un indicador relevante. Tampoco quiere decir que la economía vaya bien porque los principales valores del IBEX generan un notable porcentaje de sus ingresos fuera de España. El DAX alemán lleva más de un 20% de incremento en 2024 y sin embargo su economía está estancada y tiene serios problemas industriales. 

El tercer indicador es la inflación subyacente. En 2024 nos colocan en la 13ª posición, lo cual es bastante mediocre. Pero nuestro ranking empeora bastante si tomamos la inflación acumulada desde 2019. Aquí tampoco hay nada de lo que enorgullecerse.

El cuarto es la evolución del paro. Este año el desempleo ha bajado 2 puntos porcentuales y esto nos pone en 2ª posición. Sin embargo, es fácil bajar 2 pp cuando se excede el 13% de paro y se dispara el gasto público. Lo difícil es bajarlo cuando estás en el 6% o menos como es el caso de la UE, y sin tirar de deuda. Hemos mejorado el desempleo apenas un 15% y destacamos porque coincide con el estancamiento de los principales países de la UE debido a sus problemas industriales y energéticos,  muchos de ellos consecuencia de la insensatez de Bruselas y de la guerra. Es mejor la situación de un país que tiene un mal año y no crea empleo pero tiene un desempleo del 6% que la de uno que tiene el 13% y baja al 11%. No somos campeones en empleo sino todo lo contrario pues somos el país con más desempleo de toda la OCDE.

El quinto es el superávit primario. En esta área nos colocan en la 10ª posición, lo cual de nuevo es bastante flojo. La realidad es que nuestro superávit primario (saldo de las cuentas públicas antes de intereses e inversiones) no cubre el pago de los intereses de la deuda, lo cual es un muy mal dato.

En conclusión, en base a las evidencias, a los valores absolutos, y no solo a los relativos, y a la tendencia observada desde 2019, creo que se puede afirmar objetivamente que The Economist se equivoca. Su análisis es incompleto y superficial, pero muy útil para la propaganda.