Hoy en día, el concepto de la memoria está presente en todas las actividades del ser humano.
Contamos con una memoria superficial para acordarnos de los episodios de la vida cotidiana. Disponemos de una memoria profunda, cuando ésta tiene su origen en la infancia, en la historia de un país, o del mundo.
La memoria individual atañe a una persona o individuo. La memoria colectiva nos remite a la cultura de un pueblo o de una nación.
En el mundo actual, muchos acontecimientos eluden la memoria para borrar la verdad de un sólo plumazo, y caer en el hueco oscuro de la desmemoria.
Esto sucedió en Colombia, durante el período comprendido entre 1953 y 1957, cuando el general Gustavo Rojas Pinilla subió al poder, a través de un golpe militar.
El golpe fue dado a Laureano Gómez, un político de extrema derecha, que desde el gobierno llevó al país a su máxima polarización, profundizando lo que los historiadores han llamado como la Violencia, con “V” mayúscula, que dejó unos trescientos mil muertos.
Rojas Pinilla, un militar de ideas conservadoras, se tomó el poder, no precisamente para solucionar los conflictos entre liberales y conservadores, sino para ejercer una dictadura, que acabó con los partidos políticos, gobernó bajo el terror del Estado de Sitio, cerró los periódicos, y persiguió a sus enemigos políticos.
Este período nefasto de nuestra historia, que hoy casi nadie recuerda, vuelve a la memoria, gracias al académico Alberto Valencia Gutiérrez, quien realizó un estudio sobre el general Rojas Pinilla, el periodo de la dictadura militar en el país, el juicio político que le hicieron las élites hasta tumbarlo, y el comienzo del llamado Frente Nacional.
El libro se titula La invención de la desmemoria, del académico Alberto Valencia, publicado por el Programa Editorial de Univalle.
Es un periodo oscuro de nuestra historia, donde se coartaron los derechos políticos, se agudizó la violencia política y criminal, se censuró la libertad de prensa, y se persiguió a los estudiantes.
El único episodio que se recuerda de este momento fue la masacre de los jóvenes, ejecutada por el batallón Colombia, en Bogotá, el 9 de junio de 1954.
El saldo de esta masacre fueron 13 estudiantes muertos.
Durante el período del general Rojas se construyó el aeropuerto El Dorado, el Hospital Militar, y llegó la televisión al país.
En aquellos años, el juicio político a Rojas Pinilla se minimizó destacando el robo de un ganado que realizó el general, y minimizando, de esta manera, el fondo de la historia.
El sociólogo francés Daniel Pécaut destacó este interesante trabajo de Alberto Valencia, al afirmar que “esta obra trata sobre un episodio prácticamente silenciado en la historiografía del país”.
El general Gustavo Rojas Pinilla abandona la silla presidencial, se exilia en España, luego regresa para participar en el juicio político, que fue considerado como una farsa, y cinco años después, la Corte Suprema de Justicia lo exonera de los cargos.
Fue el inicio del Frente Nacional, entre liberales y conservadores, que duró dieciséis años, de 1958 a 1974.