Tras la reciente entrevista de Rafael Navas, director general de Mutualidad, publicada en El Diario de Madrid, la Plataforma Pasarela al RETA responde con contundencia. Lo hace para aclarar lo que consideran inexactitudes y omisiones relevantes sobre el conflicto que afecta a miles de profesionales atrapados en un sistema de previsión social que, a juicio de la plataforma, ha fallado en su misión de proteger a los mutualistas.
“Lo que queremos es cotizar en el sistema público como cualquier otro profesional, con derechos reales, no con promesas vacías”, afirman desde la plataforma, en respuesta directa a las afirmaciones de Navas, quien defendía la necesidad de “mantener la alternatividad” de las mutualidades.
De previsión social… ¿a modelo financiero?
La crítica central de la Plataforma Pasarela al RETA es que las mutualidades, nacidas con el objetivo de proporcionar previsión social a profesionales colegiados, han degenerado en productos financieros con escasa protección real. “La mayoría de mutualistas son hoy inversores, no personas cubiertas socialmente. Y eso traiciona el sentido constitucional del sistema”, denuncian.
Desde su punto de vista, el discurso sobre la “viabilidad técnica” que esgrimen las mutualidades sirve para defender su propia supervivencia como entidades aseguradoras, no los intereses de los mutualistas. “El objeto fundacional de estas instituciones era otro. La previsión social no puede subordinarse al negocio”, insisten.
Ventaja competitiva encubierta
Una de las acusaciones más graves de la plataforma es que las mutualidades, al mantenerse como sistemas alternativos al RETA, disfrutan de ventajas competitivas injustificadas frente al resto de aseguradoras. “El régimen alternativo les permite competir desde una posición privilegiada en el mercado, con menor regulación y mayores beneficios. Y eso es incompatible con el interés general”, denuncian.
Según la plataforma, mantener esta figura “alternativa” ya no tiene justificación jurídica ni social. “No queremos acabar con las mutualidades, pero sí con su condición de alternativa al RETA para nuevas incorporaciones”, matizan.
2018, no 2023: la verdadera génesis del conflicto
Frente a la versión de Navas, que situaba el origen del movimiento mutualista en 2023 por la implantación de la cotización por ingresos, la Plataforma aclara que el malestar comenzó mucho antes, en 2018, cuando por primera vez las mutualidades estuvieron obligadas a informar a sus asociados sobre la previsión real de pensión que recibirían al jubilarse.
“A partir de ahí muchos entendimos que algo no cuadraba. Con las mismas aportaciones, cada año nuestra futura pensión era más baja. Y el cambio en las tablas de esperanza de vida en 2020 lo agravó aún más”, explican. Fue entonces cuando la conciencia colectiva creció y comenzaron a organizarse para exigir explicaciones y soluciones.
El papel de Navas en el estallido
En opinión de la plataforma, el propio Rafael Navas contribuyó sin querer al auge del movimiento, al recorrer los colegios de abogados en 2023 con un discurso que culpaba a los mutualistas de sus bajas pensiones por “haber pagado poco”.
“Quiso apagar el fuego, pero solo lo avivó. Donde iba dejaba más indignación. Nos decía que teníamos lo que nos merecíamos, y eso fue un punto de inflexión para muchos”, recuerdan desde la plataforma.
Las cuotas: ¿una elección libre?
La Plataforma también rebate otra afirmación clave de la mutualidad: que los mutualistas cotizan poco porque quieren. Según explican, durante décadas las cuotas estaban predeterminadas y no existía la posibilidad real de decidir cuánto aportar, al menos en lo referente a la cobertura alternativa.
“No había capitalización individual ni transparencia. Las decisiones las tomaba la propia mutualidad. No podíamos prever con claridad qué prestaciones obtendríamos. Y eso ha generado una gran desprotección”, afirman.
@eldiariodmadrid, esta foto del 2024, desmiente solo una de las afirmaciones de este señor, podríamos desmentir todas y cada una de ellas @Mutualidad_es#MutualidadesFallidas #MutualidadesFake
— plataformapasarelaalreta (@plataformareta) August 4, 2025
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El reconocimiento “uno por uno”: una cuestión de justicia
Lejos de buscar privilegios, la Plataforma Pasarela al RETA pide algo básico: que se reconozcan como cotizaciones públicas los años aportados a las mutualidades, en condiciones equivalentes. A esto lo llaman el “uno por uno”.
“Queremos que se nos reconozca el tiempo cotizado como mutualistas para calcular nuestra pensión en el sistema público. Lo contrario sería condenarnos a una jubilación precaria tras años de esfuerzo”, exponen.
La clave: pasarela voluntaria y fin de nuevas altas en el sistema alternativo
Desde la Plataforma subrayan que su propuesta no pretende obligar a nadie a abandonar la mutualidad, sino habilitar una pasarela voluntaria al RETA para quienes lo deseen. Lo que sí consideran urgente es cerrar la puerta de entrada a nuevas altas en el sistema alternativo, para evitar que futuras generaciones de profesionales queden atrapadas en las mismas condiciones de inseguridad jurídica y económica.
“No se puede seguir permitiendo que nuevos abogados o procuradores se den de alta en un sistema que ha demostrado ser fallido, sin posibilidad de migrar ni recuperar sus derechos”, afirman.
Además, recuerdan que al no existir reconocimiento recíproco entre regímenes, las cotizaciones realizadas en la mutualidad no se trasladan ni al RETA ni al régimen general ni a sistemas europeos, a diferencia de lo que ocurre con el RETA. Esto, aseguran, es una “trampa legal” que debe resolverse.
Responsabilidad institucional y solución real
Desde la Plataforma Pasarela al RETA apelan directamente a la responsabilidad de los poderes públicos:
“No se trata solo de corregir errores del pasado. Se trata de evitar que más profesionales caigan en una trampa que no garantiza su protección social. El modelo alternativo no debe mantenerse para nuevas incorporaciones.”
Y concluyen:
“Defendemos una integración ordenada, justa y voluntaria en el sistema público. Quien desee quedarse, debe poder hacerlo. Pero quien quiera salir, debe tener una vía real. Lo importante es garantizar derechos, no perpetuar privilegios.”