Este sábado, 19 de julio, arranca uno de los cortes más relevantes de este verano en la red ferroviaria madrileña. Adif comenzará las obras de modernización en el túnel de Sol, que permanecerá cerrado al tráfico ferroviario entre las estaciones de Chamartín y Atocha hasta el próximo 30 de agosto. La actuación impactará de lleno en las líneas C-3 y C-4 de Cercanías Madrid, obligando a los viajeros a reorganizar sus trayectos durante más de un mes.
La intervención forma parte de las obras que Adif desarrolla en la estación de Atocha Cercanías, enmarcadas en el Plan de Cercanías Madrid, que desde 2018 acumula más de 1.700 millones de euros en inversiones para renovar infraestructuras, estaciones y sistemas de señalización. Con un presupuesto específico de 54 millones, la remodelación del túnel de Sol permitirá incrementar su capacidad en un 33% y mejorar en hasta un 50% la fiabilidad de las líneas afectadas, reduciendo las esperas y agilizando la entrada de trenes a Atocha.
“Con esta ampliación se evitarán cuellos de botella frecuentes y se reforzará la puntualidad de las líneas C-3 y C-4, dos de las más utilizadas por los usuarios del sur de Madrid y del corredor de Guadalajara”, explican fuentes de Adif.
Alternativas por el túnel de Recoletos
Durante el corte, la estación de Sol permanecerá sin servicio, lo que implicará ajustes en los desplazamientos cotidianos de miles de viajeros. No obstante, Adif y Renfe han previsto desvíos por el túnel de Recoletos, por donde circulan las líneas C-2, C-7, C-8 y C-10, que mantendrán su operativa habitual y servirán de itinerario alternativo entre Chamartín y Atocha. Los viajeros podrán realizar transbordos sin coste adicional para completar sus recorridos.
Este corte se suma al cierre parcial en la línea C-5 entre Embajadores y Villaverde Alto, vigente desde el pasado 2 de julio y que concluirá el día 30. Durante ese periodo, Renfe ha desplegado trenes de reserva y ha reforzado la información al viajero, además de habilitar el uso de diversas líneas de la EMT para los pasajeros afectados.
Obras aplazadas al verano para minimizar el impacto
Inicialmente, los trabajos en el túnel de Sol estaban previstos para el mes de enero, pero la coincidencia con las obras de soterramiento de la A-5 y el consiguiente refuerzo de la C-5 motivaron su aplazamiento. El Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM), el Ayuntamiento y Adif decidieron trasladar la intervención al verano, cuando la demanda de viajeros en la red de Cercanías desciende hasta un 25 % respecto a los meses de mayor actividad, según datos oficiales.
Las obras suponen, además, la ampliación del andén 5 en Atocha Cercanías, que dará servicio a las vías 9 y 10, destinadas a la línea C-5, con el objetivo de absorber un mayor volumen de pasajeros y mejorar la distribución de los flujos en hora punta.
Impacto limitado en el tráfico ferroviario
Pese a la magnitud de la intervención, las autoridades ferroviarias subrayan que el impacto global será “limitado y planificado”, gracias a la existencia de corredores alternativos como Recoletos y Embajadores. Aun así, se recomienda a los viajeros consultar previamente horarios y posibles variaciones en la web de Renfe y en los canales oficiales del Consorcio Regional de Transportes.
La remodelación del túnel de Sol es clave para configurar el futuro esquema de vías en Madrid, que pasará de una distribución 4+3+3 (cuatro vías por Recoletos, tres por Sol y tres por Embajadores) a un diseño 4+4+2, permitiendo asignar más tráfico al eje de Sol. Con ello, se busca atender la creciente demanda de Cercanías en los próximos años y mejorar la resiliencia ante incidencias operativas.
Para muchos madrileños, las próximas semanas supondrán cierta incomodidad en sus desplazamientos diarios, pero las autoridades confían en que la obra garantice una red más eficiente y robusta de cara al futuro.