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Retrato feminista de Jane Austen

El interés  que me despierta la obra y personalidad de la escritora Jane Austen (1775 -1817),  va paralelo a la querencia por la ciudad georgiana de Bath, a la que siempre deseo volver. De equilibrada belleza, escenario teatral neoclásico, ha conseguido llegar hasta ahora, intacta. Y ese conjunto armonioso sitúa al visitante en una atmósfera fuera de época, transportándolo al instante a los tiempos de la escritora, a la geografía de sus afectos, en donde vivió cinco años. La ciudad perteneciente al condado de Somerset inspiró las novelas “Northanger Abbey” y “Persuasión”, cuyos guiones transcurren en torno a ese cosmos fascinante. De herencia romana, por medio de sus termas de las que toma el nombre y la consideración de ciudad balneario, es el marco ideal para introducirse en el mundo de Austen. En la campiña inglesa, cercana a la catedral de Winchester, significada por el conjunto semicircular de los edificios que conforman el Royal Crescent, el Puente Pulteney o Queen Square, cuenta con dos museos de gran interés: el Fashion Museum, para disfrute de todos los amantes de la moda y el Jane Austen Centre, que evoca la vivienda de la escritora en el edificio 40 de Gay Street, cerca del que fue uno de los domicilios de la familia Austen.

Esbozado el entorno y para poner cara a la precursora dama de las letras, hemos de referirnos a una de las escasas imágenes que de ella han quedado; la de mayor valor histórico es la correspondiente al retrato realizado por su hermana Cassandra, en torno al año 1810; se trata de un dibujo en el que destaca la curiosidad de su mirada, por encima del atuendo o los adornos, y que ha dado lugar a posteriores interpretaciones. Actualmente se encuentra en las colecciones de la National Portrait Gallery de Londres. En 2017 el Banco de Inglaterra incluyó el retrato de Jane Austen en una nueva tirada de billetes de diez libras, tras una intensa campaña a instancias del colectivo The Women's Room y de la diputada Stella Creasy.

Toda una apuesta por mantener vivo el recuerdo de la escritora nacida en el seno de una familia de tradición anglicana, y cuya vocación y dotes para la narración se revelaron en la niñez. Lectura y escritura modelaron la fuerte vocación; libros y literatura la llevarán a defender el imprescindible espacio privado para la creación: “cuando tenga una casa propia, seré miserable si no tengo una excelente biblioteca”. (Orgullo y prejuicio). Para salvaguardar su  independencia personal y con gran fe en sí misma, rechazó otras opciones de supervivencia más cómodas y acordes con lo establecido; la total confianza propició el camino en solitario, el emprendimiento de una profesión entonces considerada irrelevante que sin embargo la hizo sentirse dueña de su destino. Años después, otra escritora de su estirpe y parecida mentalidad, Virginia Wolf, vería en ella una clara precursora del pensamiento feminista.

Han transcurrido más de dos siglos desde que la novelista publicó sus historias en las que desmenuza con fina sutileza la sociedad burguesa y campestre de su tiempo; con clara precisión y perspicacia narra las costumbres de la época que restringían el pensamiento de las mujeres y su modo de vida, abocadas, en definitiva al matrimonio por pura subsistencia económica, con escasas posibilidades de elección. Por ello, entre los principales legados, más allá de los valores literarios, destaca su capacidad para dar visibilidad a sus compañeras de época focalizando sus problemas, e intuitivamente, trazando nuevos caminos desde la base del talento, la libertad de pensamiento, o la constancia; por ellos transitarían otras continuadoras en diferentes áreas del conocimiento, el arte, la política, la literatura o la filosofía. 

Con el tiempo a su favor, su obra sigue despertando curiosidad y admiración; prueba de esa seducción son las adaptaciones de sus novelas  a series y films, entre las últimas, “Emma” (2020) y “Persuasión”, para Netflix (2022), o los estudios continuados que siguen arrojando luz sobre su figura. Más allá de las propias creaciones, Jane Austen es el  ejemplo vivo, lejano y a la vez cercano de mujer inconformista y persistente.

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