En corto y por derecho

Quirón

El empresario soriano Publio Cordón fue el creador del ‘Grupo Quirón’, hoy propiedad de la alemana Fresenius. Su secuestro y posterior asesinato por los terroristas del GRAPO en los años 90 sigue siendo objeto de especulaciones (y una serie en Netflix) porque su cadáver nunca apareció. Fresenius se llama así porque hubo un señor Fresenius, pero no hubo un señor Quirón, sino un señor Cordón. ¿Por qué Publio eligió ese nombre?

Quirón fue una figura excepcional en la mitología griega, reconocido como “el más civilizado de los centauros” y el primer practicante del arte de la medicina quirúrgica. Este sabio centauro no solo destacó por su extraordinaria naturaleza, sino también por su papel fundamental como mentor de algunos de los más grandes héroes de la antigüedad, siendo especialmente significativa su relación con Asclepio, quien se convertiría en el dios de la medicina.

Su nombre mismo, (Cheírōn), derivado de (kheír, “mano”), aludía a su extraordinaria habilidad manual y podría traducirse como “hábil con las manos”. Esta etimología está relacionada con el término médico (chirurgós, “cirujano”), que literalmente significa “el que trabaja con las manos”. No es casualidad que términos médicos modernos como “quirófano” o “quirúrgico” tengan esta misma raíz etimológica. Ahora se entiende mejor la elección de  Quirón como nombre identificativo de un emporio sanitario. Aunque su legado más importante está relacionado con la medicina, Quirón era un verdadero sabio polímata. Poseía amplios conocimientos en música, arte, caza, moral, filosofía y otras disciplinas. Esta formación integral le permitió convertirse en un educador excepcional, capaz de transmitir no solo técnicas y conocimientos prácticos, sino también valores éticos y morales.

Bajo la tutela de Quirón, Asclepio desarrolló tal maestría en las artes curativas que su habilidad llegó a rivalizar con la de los dioses. Le enseñó todo lo referente a la medicina, incluyendo el uso de plantas medicinales, técnicas quirúrgicas y métodos para aliviar el dolor. Asclepio tuvo cuatro hijas: Higía, a la que enseñó las prácticas de higiene; Panacea, a la que mostró el secreto de las preparaciones medicinales; Aceso a la que explicó los secretos de la autocuración, la actual inmunología; y Yaso, a la que especializó en la recuperación. También tuvo tres hijos varones: los chicos mayores, Macaón y Poladirio, prototipos del médico militar que aparecen citados por Homero en las sangrienta Guerra de Troya, donde atendían a los héroes  aqueos en plena batalla. El benjamín, Telesforo, que aparece representado con capucha y extremadamente bajo, le instruyó en la rehabilitación y la convalecencia.