C. Sheinbaum, sucesora de López Obrador (AMLO) en el partido populista de izquierdas MORENA, ha ganado las elecciones de Méjico de forma abrumadora. Este es un partido de izquierdas antiliberal que fía el desarrollo económico y social principalmente al estado. A estas alturas del siglo XXI este es un enfoque trasnochado, ensayado muchas veces con malos resultados.
Méjico ha sido gobernado por políticos antiliberales, tanto de izquierdas como de derechas, desde hace décadas. La falta de libertad económica, y su derivada, la corrupción, son algunas de las principales causas de su atraso secular. Con AMLO esto no ha cambiado, lo cual se ha traducido en un escaso desarrollo económico y social, a pesar de las moderadas mejoras experimentadas por las clases más desfavorecidas.
Vamos a ver cuáles han sido los frutos del mandato de AMLO. Esto nos servirá de guía para saber qué podemos esperar de la nueva presidenta, probablemente continuista, aunque con lógicos matices.
Desde su llegada al poder MORENA ha aumentado los programas sociales de ayuda a los más necesitados, así como el SMI (+ 120% durante el sexenio). En consecuencia, el riesgo de pobreza ha disminuido del 42% al 36%, mientras que la desigualdad ha mejorado modestamente (el índice de Gini cae de 46 a 43,5 puntos). Aunque modesto, este es el principal legado del sexenio MORENO.
El sueldo medio ha crecido un 23,6% entre 2018 y 2023, casi un 6% anual, lo cual es una noticia agridulce porque la inflación permanece elevada (4/5%), de manera que las ganancias reales son escasas. Parece que las clases medias han mejorado poco, siendo las más desfavorecidas las que han notado un alivio, y esto a costa de un déficit presupuestario elevado y creciente.
Con un desempleo de solo el 2,6%, se puede decir que Méjico ha alcanzado el pleno empleo en 2023. Esto es una buena noticia, y sin embargo, las rentas del trabajo siguen siendo bajas debido a una pobrísima productividad. En este apartado capital, AMLO ha fracasado completamente. Méjico es la 2ª nación con menos productividad de la OCDE tras seis años de mandato. Los mejicanos trabajan muchas horas al año, más de 2.200, pero producen muy poco en ese tiempo. Como norma las mejoras salariales sostenibles deben salir del incremento de la productividad, no del BOE.
La libertad económica y la competitividad son claves para el desarrollo económico y social de una nación. Sin embargo, la evolución de Méjico también es negativa en estas áreas, como era previsible. Su posición en los rankings es tan baja como la 67ª y la 56ª, respectivamente.
A esto hay que añadirle una enseñanza secundaria bastante deficiente según la encuesta PISA. Esto obviamente tiene un impacto en la calidad y capacitación del capital humano, factor que también es clave. A peor formación, menor productividad y renta.
A lo largo de estos seis años MORENA no ha logrado mejoras notables en el ámbito económico ni social, salvo las ya mencionadas. Es por esto por lo que Méjico no progresa ni en el índice de Desarrollo Humano (79ª posición), ni en el de Progreso Social (66ª posición). Económicamente las clases más desfavorecidas han mejorado, eso es cierto, pero en conjunto, el país sigue muy atrasado y necesita reformas pro mercado generalmente contrarias a las que preconiza MORENA.
Con AMLO el gasto público crece notablemente, aunque todavía es moderado en términos de PIB (28%) debido a la muy escasa capacidad de recaudación del estado. Este incremento del gasto se traduce en un creciente déficit fiscal, lo cual no es buena señal para la solvencia del estado. El déficit ha pasado del 2,2% en 2018 al 4,3% en 2023, y se espera un 5,9% en 2024, lo cual es claramente excesivo. Por ahora el endeudamiento (54% PIB) es teóricamente moderado, siempre que se generen recursos suficientes para poder pagarlo. Desconozco si el estado Mejicano tiene superávit primario, cosa que sería muy recomendable.
Hay más aspectos negativos que destacar, como es la pésima gestión de la joya de la corona, PEMEX. AMLO revirtió la apertura del mercado energético a la inversión privada con muy malos resultados. La petrolera Mejicana es una de las más endeudadas del mundo (100 millardos de USD), no cumple los objetivos de producción, y tiene una estructura financiera insostenible con unos fondos propios negativos de 92 millardos de USD al cierre de 2023. Tanto es así que el estado ha tenido que inyectarle 47 millardos de USD durante los últimos cinco años. Esto es imputable a AMLO, aunque también a sus antecesores. Grosso modo, el estado tiene que reinvertir en PEMEX los ingresos que recibe de esta anualmente. El anticapitalismo de AMLO está perjudicando, y mucho, a los mejicanos. ¿Será su sucesora más sensata en relación a PEMEX?.
Otro asunto donde AMLO ha fracasado es en el de la seguridad. ¡Cada año hay más de 30.000 asesinatos!, 175.000 en seis años, sin contar 43.000 desaparecidos. Los narcos se extienden por todo el país, asesinando o corrompiendo a políticos y funcionarios. Este asunto está peor que nunca. ¿Es, o acabará siendo, Méjico un narcoestado como alguno de sus vecinos?.
AMLO es un populista antiliberal, enemigo no solo del mercado y de los empresarios, sino de la propia separación de poderes. Dado que MORENA ha ganado el control de dos tercios de las dos cámaras, podría tener el poder de cambiar la constitución a su antojo, lo cual anticipa un riesgo de deterioro democrático notable. Son conocidas las críticas constantes de AMLO a los organismos de control independientes, así como a la independencia del poder judicial. Espero que Sheimbaum sea más sensata y demócrata que su antiguo jefe y no caiga en la tentación.
Visto el pobre balance de resultados de AMLO durante un largo sexenio, un nuevo mandato de MORENA es probablemente una mala noticia, a menos que la nueva presidenta se desmarque del anticapitalismo de su antecesor y comprenda que el mercado y la libertad económica son imprescindibles para lograr un mayor desarrollo económico y social para todas las clases sociales.
