Fronteras desdibujadas

León XIV: un Papa de América, un papa del mundo y para el mundo unido

Desde la catedral de Chicago hasta las alturas andinas de Chiclayo, el júbilo se ha esparcido como un eco de esperanza tras la elección de León XIV como nuevo pontífice de la Iglesia Católica. En su ciudad natal, fieles y periodistas se congregaron frente al altar mayor entre lágrimas, aplausos y plegarias, para celebrar la noticia: uno de los suyos ha sido elegido para guiar a más de mil millones de católicos en el mundo.

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La Catedral de Chicago celebra la elección de León XIV

Robert Francis Prevost, nacido en 1955 en Chicago, es ahora León XIV. Es el primer papa norteamericano en la historia de la Iglesia con herencia multicultural. Su padre Louis Marius Prevost, era estadounidense de ascendencia francesa e italiana y su madre Mildred Martínez, era estadounidense criolla de Luisiana. Sus abuelos Joseph Martínez (nacido en Santo Domingo, República Dominicana) y Louise Baquié (nacida en Nueva Orleans, EE.UU.), eran afrodescendientes con raíces francesas, españolas y haitianas, su linaje refleja el mestizaje del continente americano. Su sangre lleva la herencia europea y africana que se funde en muchas familias del Nuevo Mundo. Su biografía entrelaza culturas y geografías, pero fue en Perú —donde sirvió como misionero y obispo de Chiclayo durante casi dos décadas— donde tejió los vínculos más entrañables de su ministerio pastoral. Jesús León Ángeles, coordinador de un grupo católico en Chiclayo que conoce a Prevost desde 2018, resaltó su labor por los migrantes venezolanos y su preocupación por los más vulnerables durante su episcopado en Perú. 

En 2023, el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos, una posición clave en la estructura vaticana, lo que ya lo perfilaba como figura influyente en el rumbo de la Iglesia. Ese mismo año, durante la festividad de la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, León XIV —entonces aún cardenal— envió un emotivo mensaje de cercanía y oración al pueblo venezolano, gesto que fue profundamente valorado en todo el país.

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Catedral de Chicago 

Su elección ha sido interpretada como una apuesta por la continuidad, pero también como un símbolo de equilibrio entre las fuerzas conservadoras y progresistas dentro de la Iglesia. Su perfil es el de un pastor cercano, culto, políglota —habla siete idiomas, entre ellos inglés, español, italiano, francés y portugués— y profundamente comprometido con la justicia social.

Cuando por fin apareció ante la multitud reunida bajo el balcón del Vaticano, se le vio visiblemente emocionado. En su primer mensaje como pontífice, hizo un llamado a la paz, la justicia y la unidad. Subrayó la urgencia de construir puentes y caminar hacia una Iglesia sinodal, abierta al diálogo y cercana a quienes sufren. En un gesto conmovedor, dirigió un saludo en español a su “querida comunidad de Chiclayo”, evocando los años vividos en el norte del Perú, donde dejó huellas imborrables.

En medio de los múltiples desafíos que enfrentará —desde la crisis de vocaciones hasta la necesidad de una mayor inclusión— León XIV encarna la figura de un Papa global, hijo de migrantes y hermano de muchas tierras. El hecho de haber sido escogido es, en sí mismo, un acto de unidad y diversidad. Su vida y su elección lo expresan con claridad: cuando la compasión guía el camino, las fronteras comienzan a desdibujarse.