Fronteras desdibujadas

“Se ha descubierto agua en la Luna”

Una exposición de oleorigami literario. Arte, papel y literatura en una sinfonía lunar.

La Luna, ese satélite que ha inspirado a poetas, científicos y soñadores, se convierte ahora en lienzo, símbolo y escenario de una exposición tan fascinante como inesperada. Este es el título del nuevo proyecto expositivo de Ehlaba y Ramón Jiménez Pérez, una propuesta artística de doble mirada que invita a contemplar lo invisible y a imaginar lo posible.

Estas luminosas lunas han llegado a Ourense, donde son acogidas con entusiasmo en el prestigioso Centro Cultural Marcos Valcárcel, donde estarán hasta el 11 de mayo, desplegando en 22 lunas pictóricas una constelación de figuras, colores y metáforas que se entrelazan en un diálogo fluido entre la pintura y el origami.

La premisa conceptual parte del hallazgo de agua en el satélite, como excusa para plantear una reflexión estética y poética sobre nuestro vínculo con ese astro que rige mareas y emociones. A partir de esta idea, Ehlaba y Jiménez han creado una obra a cuatro manos que fusiona la espiritualidad cromática y geométrica de ella con la imaginación lúdica y narrativa de él. La pintura y el plegado de papel se entrelazan como lenguajes distintos pero complementarios, en una simbiosis artística que seduce y desconcierta.

La artista plástica Ehlaba, reconocida por su dominio del óleo y la abstracción geométrica, construye paisajes lunares con rotundidad escultórica y una profundidad simbólica que remite al cuerpo celeste como espejo de la psique. Sus lunas son esferas suspendidas entre el silencio y la energía, entre lo racional y lo onírico. En sus obras, el color se convierte en elemento orgánico, conector entre naturaleza y conciencia, en una alquimia visual que remite tanto al origen de la vida como a su misterio más profundo.

Exposición de oleorigami literario. Arte, papel y literatura
Exposición de oleorigami literario. Arte, papel y literatura

Por su parte, Ramón Jiménez Pérez, reconocido escritor y artista del papel, interviene esas lunas con delicadas y complejas figuras de origami, transformando el papel en criaturas míticas, fábulas plegadas y escenas simbólicas, y añade notas como narrador visual. Dragones, leones, calaveras, cohetes, castillos encantados, moais, el Principito, Snoopy, deidades egipcias o un conejo cocinero que remite a la tradición japonesa: un bestiario que habita la superficie lunar con ternura, humor y asombro. Cada figura, cuidadosamente elaborada, dialoga con el óleo y aporta una dimensión literaria o mítica que enriquece la obra conjunta.

En palabras del propio Jiménez: “Cuando nos traslademos allá, procuremos dejar nuestros males en la Tierra”. Una advertencia tan poética como necesaria.

La exposición incluye también frases breves en cada cuadro, a modo de microcuentos o aforismos, que refuerzan el componente literario del proyecto y su intención de invitar a la reflexión: sobre el arte, el futuro, la ecología o la condición humana.

Este viaje a través de lunas imaginadas no es solo una exposición. Es una experiencia sensorial y simbólica. Una mirada compartida que convierte a la Luna en un espacio posible, y al arte, en un puente entre mundos.