La Montaña Mágica

Felipe Agudelo y la novela negra

En la novela negra, que surge paralela con el desarrollo de las urbes metropolitanas, existe la figura del detective o investigador, que indaga sobre un hecho criminal.  

Desde Arthur Conan Doyle, quien inventó al detective Sherlock Holmes, para descubrir los crímenes de Londres que se sucedían en la segunda mitad del siglo antepasado, esta figura ha sido destacada en la literatura mundial.

Raymond Chandler inventó al detective Philip Marlowe; Dashiell Hammett a Sam Spade; Ágata Christie a Hércules Poirot; Manuel Vásquez Montalbán a Pepe Carvalho; Rubém Fonseca a Mandrake; y Leonardo Padura a Mario Conde.

Debido a que la imagen del detective ingresó tardíamente en la justicia colombiana, este ícono necrofílico, está prácticamente ausente en nuestra literatura.  

“En Colombia no se puede escribir sobre detectives, sería gracioso -afirma Laura Restrepo-. (Aquí) no se investiga porque todo el mundo sabe quién mata”.

En la novela Crónica de una muerte anunciada de Gabriel García Márquez, todo el mundo sabe que van a matar a Santiago Nasar, menos el candidato a muerto.

Hoy, dentro del panorama de la literatura del país, existe una excepción. Me refiero al novelista bogotano, Felipe Agudelo Tenorio, quien en 2019 irrumpió con su novela negra Búsqueda incesante (Planeta); en 2021, con Murallas infinitas (Tusquets); y en 2025, con La compañía de las bestias (Tusquets), completando así, una saga donde las desapariciones, la trata de blancas, y los asesinatos, están a la orden del día.

A lo largo de más de mil páginas, Agudelo Tenorio crea la imagen oscura del investigador, Gotardo Reina.  Su escenario: la Bogotá del siglo XXI.

En la novela Búsqueda incesante Gotardo Reina, quien cambió su destino debido a una catástrofe personal, se convierte en un perro rastreador que investiga en la capital colombiana, las desapariciones de mujeres.

La pérdida de jóvenes por parte de la mafia y las bandas de trata de blancas, hoy en día, son un lastre en el mundo.  

Felipe Agudelo narra una Bogotá oscura, cruel y prostibularia. Su antihéroe, quien es amante del ron Sátrapa y le encantan las mujeres, es un viajero nocturno, que recorre los bajos fondos de una de las metrópolis más grandes de Latinoamérica.

En Murallas infinitas, tras la búsqueda de su hermana Amarilis, Gotardo Reina se interna en el Salto del Tequendama, para indagar sobre las desapariciones de unas muchachas adolescentes, que supuestamente se han suicidado.

En su reciente novela, La compañía de las bestias, ante la búsqueda de la tía de Cristina, que se encuentra desaparecida, Gotardo Reina descubrirá una empresa criminal, que tiene vínculos con el crimen internacional.

Se trata de las bandas criminales multinacionales, que no sólo tienen sus antenas puestas en el país, sino que se extienden en el mundo globalizado.  

Con Gotardo Reina se abre la novela negra colombiana, con la figura del detective privado, que no se cansará de perseguir a los criminales de toda laya, que se mueven en el subsuelo de Bogotá.