Hay un rincón de la península ibérica donde los mozos de cada aldea portuguesa, muchos de ellos nacidos en Francia por avatares migratorios, que nunca faltan; le dan sitio al toro en la plaza y soportan sus envestidas metidos en una estructura triangular, hecha con los troncos y ramas de los recios robles que aquella tierra cría. Tal artefacto recibe el nombre de Forcón, para manejarlo frente al toro hacen falta 20 personas bien coordinadas por las expertas manos del más avezado de los mozos, que maneja el extremo a modo timón. Consiguiendo que el toro tope de frente, lo que significa una clara prueba de bravura para la res.
La tauromaquia popular ocupa un sitio destacado dentro del planeta de los toros. Si bien es cierto que, dentro de concepción plena, está en la muerte del toro en la plaza; la gran diversidad popular, que hay a la hora de enfrentarse a la res de lidia, enriquece y fortalece al toreo en su gran conjunto.
El concepto de popular, cobra total verdad, cuando nace, crece, se reproduce en el pueblo. Utilizando este término a nivel territorial y a nivel humano. Las capeas arraianas, sólo se celebran en el concejo de Sabugal, comarca portuguesa fronteriza y cercana con España, concretamente al sur de la provincia de Salamanca. Núcleos poblacionales que tocan tierra con España como Lajeosa da Raía , Aldeia do Bispo, Aldeia da Ponte, Forcalhos, Fóios y Aldeia Velha; vibran cada mes de agosto, al llenarse sus despobladas calles, de propios y extraños al reclamo del encierro a caballo, la capea y el desencierro. Lo mismo que hacen localidades de Nave, Ozendo, Vale de Espinho , Alfaiates Soito, Rebolosa, en segunda línea de raya.
La capea significa una verdadera forma de divertirse, ósea salir de uno mismo y de los propios contratiempos; para ellos y para todos los vecinos que nos perdemos cada año, por allí y con ellos. Cuando las cosas son auténticas, en lugar de aislar, abren horizontes. El Forcón sale de sus límites territoriales, y tiene su protagonismo una vez al año en la plaza de Campo Pequeño, en Lisboa, la capital de la República. A la vez que atrae y acoge un sinnúmero de aficionados que buscan algo tan particular como son las capeas arraianas.