Caminos donde la palabra es elocuente en mentes sabias que dignifican el pensamiento, de rutas de poesía con el soplo de la inspiración, de creación mágica y habilidad de narradores que buscan la verdad y la libertad, por eso la usan con cuidado y deleite.
Caminos de rima y poesía, de música, del arte de la paleta que deja su hermosa huella en los cuadros y del cincel que golpea el mármol para que brote la escultura.
Caminos que evocan amores y el encanto de momentos irrepetibles donde florece el erotismo.
Caminos con incertidumbres y grandes misterios que nos dicen quiénes somos, de dónde venimos, y porqué actuamos en la forma en que lo hacemos.
Caminos de conquista, ilusiones y de sueños, de amistad, y también del silencio triste que deja la sorpresa de quién pasa una trocha inesperada que lo conduce al cielo.
Caminos de luz, esperanza y fe como verdadero sentido de la vida, y en ella Dios que invita a la reflexión y reconciliación de corazones.
Caminos donde abundan piedras como errores a esquivar, de raudales donde agoniza la duda y se alimenta la esperanza con la voz del tiempo, el viento, la lluvia y la palabra.
Caminos con olas que se agitan hasta fundirse en un beso con la playa que persigue. De pasos reales cargados de historias de rebeldía donde se forjaron vivencias de conquistas y protestas colectivas.
Caminos que cautivan con sus cataratas, ríos de colores, y domos naturales circundantes. De montañas verdes y bosques de aire puro donde los rayos aparecen como espigas en el corazón de los amantes.
Caminos que forma el bosque amazónico, con sus 20.000 millones de toneladas de agua que lanza en la atmósfera cada día, la mantiene húmeda a 3.000 kilómetros del océano y lleva lluvia hasta la Patagonia gracias a los chorros verticales de agua.
Caminos que forman una suma de momentos de lo realmente vivido, de arreboles con aves que entonan cánticos sonoros mientras sus alas acarician el horizonte, de miradas que medían el tiempo al paso de los caballos y la distancia en tabacos; de tonadas, parrandos y de cantos; de los viejos que se deleitaron conviviendo con el alcaraván, la paraulata sabanera y el perfume del mastranto, el chigúire en el barranco, la tinaja en el patio, el amor por la mujer y la defensa de su tierra.
Caminos de encanto, mitos y leyendas que pasan de generación en generación con historias que se tejen con la fuerza del trueno, la libertad del viento, el relámpago que resplandece, y las de aquellos abuelos que vieron una luz errante en el horizonte de la noche.
Caminos de lucha para avanzar y conquistar la cúspide, con el reto que lo inspira para dejar en lo alto la bandera del triunfo que guarda en su corazón.
Caminos de historias que pintan sucesos inverosímiles con visos de realidad, de aventuras y viajes donde el realismo parece fantasía entre la belleza natural…