Movistar Estudiantes sumó una trabajada victoria a domicilio ante Hestia Menorca, en un encuentro exigente que se mantuvo abierto hasta los últimos minutos y que los colegiales supieron cerrar con temple, experiencia y fondo de armario para imponerse por 86-96.
El equipo madrileño, que llegaba al Pavelló Menorca apenas tres días después de su triunfo ante Grupo Ureta Tizona, mostró desde el inicio una versión sólida y concentrada, consciente de la dificultad del escenario y del momento competitivo del conjunto balear.
Inicio intenso y primer golpe estudiantil
El partido arrancó con Movistar Estudiantes marcando el ritmo, imponiendo intensidad defensiva y acierto ofensivo para abrir un primer parcial de 3-7. Sin embargo, el Hestia Menorca reaccionó de la mano de Wembi y Sola, que devolvieron la igualdad al marcador (9-9). En el tramo final del primer cuarto, la entrada de Hugo López y Sergi García permitió a los colegiales recuperar el control y cerrar el periodo con ventaja: 16-22.
Igualdad máxima antes del descanso
El segundo cuarto confirmó la tónica del encuentro: equilibrio, alternancia y ritmo alto. El acierto exterior de Omar Silverio mantuvo a los locales en partido, mientras que Estudiantes no terminaba de romper el choque pese a dominar pequeños detalles. Al descanso, la ventaja visitante era mínima, pero significativa: 34-37.
Estudiantes resiste y mantiene el pulso tras el descanso
Tras el paso por vestuarios, el conjunto colegial dio un paso adelante. El trabajo de Pato Garino y Nwogbo permitió a Estudiantes estirarse en el marcador y alcanzar la máxima diferencia hasta ese momento (+9, 41-50). El tiempo muerto solicitado por Javi Zamora reactivó a los menorquines, que recortaron distancias y se metieron de lleno en el partido (56-59).
En un momento clave, Salin y Vaulet asumieron responsabilidad ofensiva para sostener al equipo y cerrar el tercer cuarto con ventaja madrileña: 61-65.
Veteranía y sangre fría para cerrar el partido
El último periodo comenzó con Nwogbo castigando de nuevo cerca del aro, aunque Hestia Menorca respondió con carácter y llegó a colocarse a solo un punto (68-69) a falta de ocho minutos. Fue entonces cuando emergió la experiencia de Pato Garino, liderando un parcial decisivo que devolvió la tranquilidad al banquillo estudiantil (70-79).
A partir de ahí, el fondo de armario y la gestión emocional marcaron la diferencia. Un Filipovic muy combativo y acertado, unido al trabajo colectivo del banquillo, permitió a Movistar Estudiantes controlar el ritmo, cerrar el rebote y sentenciar el encuentro con autoridad hasta el 86-96 final.
Un triunfo de madurez y carácter
La victoria en Menorca confirma la solidez competitiva de Movistar Estudiantes, capaz de ganar partidos ajustados lejos de casa y resolver en momentos de máxima presión, apoyándose en su experiencia y en una rotación profunda.
Los colegiales descansarán en la jornada 13 y regresarán a la competición el domingo 28 de diciembre a las 12:30 horas, cuando recibirán en el Movistar Arena a Caja Rural CB Zamora.