Sencillamente irresistibles

Había una vez un circo

Hay canciones eternas, canciones que jamás se olvidan, canciones entrañables y perennes que seguramente no tienen ni gota de grandiosidad, ni valía, ni arte, ni nada de nada, pero que no quedan descontextualizadas en el transcurrir del tiempo.

Lo demuestra aquella de “Había una vez un circo”   composición de los payasos de la tele, que en esta ocasión ha traído a la palestra el payaso mayor del reino, ese señor alto y con la cara fastidiada por los inadecuados tratamientos estéticos a los que se somete, que en su último discurso público asegura que somos la macroeconomía mayor y mejor del universo, que no padecemos problemas de ningún tipo en el país sino ruido, fango y lodo de la derecha y la ultraderecha, ¡que obsesión tiene este hombre con el tema de los barros!, quizás porque siempre se mueve en las tierras pantanosas de la izquierda y la ultraizquierda, o porque hizo un master en “lodología” y es “lodólogo” (una cátedra que bien podría adjudicarse a su amadísima esposa que con tanto anhelo desea tener una).

Había una vez un circo…Y a España la ha convertido en un circo gracias a su maravillosa actuación y a personajes como los que viajaban con él en el Peugeot aburriéndose como hongos, sin hablarse, sin oírse, sin mirarse y sin conocerse, pero unidos por un destino común, la cárcel.

Personajes como la fontanera periodista de investigación, el Zapatero millonario, los babosos y lascivos acosadores de mujeres en el PSOE, el ex portero de prostíbulo, el hermanito musical de los arpegios hueros, la Pichona de Moncloa, la Pájara de los ejércitos, la Tucán de Sumar, Alegría la sorda, una personita sorprendente capaz de dormir a quienes la escuchan y de dormirse ella misma sin enterarse de nada, a pesar de las ruidosas juergas en habitaciones contiguas a las suyas en algún Parador de turismo, el ministro de “te cambio las embarcaciones” es decir, sustituyó las lanchas en condiciones de controlar a los narcotraficantes, por barquitas a modo de flotadores para que “te las arregles como puedas”, la histriónica ministra de Hacienda y de las muecas ¡Que mimo se perdió la escena!, el ministro de los trenes escacharrados, el encargado de conceder el título de  “puto amo” al número Uno en la pirámide de la corrupción, y de dar clases con un sobrecito lleno de dinero entregado a su menda por el Partido, explicando el  por qué y el para que, y lo normalísimo y habitual del pecunio remunerado en  metálico, y un largo etc. de prestidigitadores, funambulistas, magos, domadores y demás seres que componen el elenco completamente circense del  clown que les dirige, y a quien se las meten todas dobladas por bueno, o por completamente cómplice, o por sencillamente bobo (ya se verá).

Pero es su Corte de los Milagros y  ¡Es un gobierno el suyo “de los mejores de la historia”! -dice-

Este circo, a pesar de las mujeres acosadas, de la cesta de la compra imposible, del agobio de la falta de vivienda, del caos de las instituciones, de la corrupción general y de sus allegados en particular, de los exacerbados impuestos, de las mentiras a todas horas, de las interminables prohibiciones fuera de lógica y contexto, del perpetuo “y tú más”, de las Balizas y palizas al bolsillo de los contribuyentes, y de una lista interminable por añadir, “es magistral, sensacional” -dice la canción-

Y añade: “Siempre viajar, siempre cambiar” … y el payaso viajero tira cohetes y serpentinas en su comparecencia como si estuviera perturbado, porque no reconoce ni un fallo, y se ríe de todos sin dar explicaciones de nada anómalo en su mandato, tan extraordinario que quiere seguir ostentándolo hasta el 27 y después hasta el 31 y después hasta el 35 y después, hasta el siglo venidero y lo que haga falta, porque ya está MADURO, cada vez más MADURO.

Luego de las arengas propias a su persona, se sube al Falcon, le preparan unos canapés de caviar (ya son las cinco y no ha comido todavía), y se va de vacaciones hasta febrero ¿a Suiza, a Santo Domingo, a cualquier otro paraíso fiscal?, ¡Qué más da! se lo merece todo, porque es el mejor, porque lo suyo es “Rentar” lo quieras o no. 

Renta hasta las orejas y sobre las espaldas lleva una pesada carga, el cofre del tesoro para repartir beneficios a manos llenas, por ejemplo, el del abono único de transporte para poder viajar por todo el país, por 60 euros al mes para adultos y 30 para los menores de 26 años. 

Y con ello resuelve también el problema de la vivienda ya que viajando sin cesar día y noche, se podrá dormir incluso en autobuses y trenes ¡que guay! 

¡Cómo es de generoso!, ¡Cómo dispone de la pasta este “Boca chancla” de manual!, y dado que el término ya ha sido recientemente aprobado por la Real Academia de la lengua española, que lo ha incorporado al diccionario, le va que ni pintado, y casa muy bien con los otros que ya ostenta, o sea, y con todo respeto, será el “Puto amo & Boca chancla Número Uno”.