En el marco de una visita oficial a España, El Diario de Madrid conversó con Susana Jiménez Schuster, presidenta de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) de Chile, quien lidera una delegación de empresarios chilenos en Madrid. La agenda contempla reuniones clave con gremios empresariales, instituciones públicas y compañías españolas con intereses en el país sudamericano.
Exministra de Energía y la primera mujer en encabezar la CPC en sus 90 años de historia, analiza en esta entrevista el estado de las relaciones económicas entre Chile y España, las oportunidades de inversión en sectores como la energía, tecnología e infraestructura, y los desafíos que enfrenta su país en un contexto de transformación económica, social y digital. También aborda temas de liderazgo femenino, colaboración público-privada y el papel de Chile en la transición energética global.
¿Cuál es el propósito principal de esta visita a Madrid junto a la delegación empresarial chilena? ¿Qué objetivos esperan alcanzar en términos de colaboración internacional?
La idea de esta visita, al igual que en ocasiones anteriores, es profundizar el vínculo con el mundo empresarial español. Tenemos una agenda intensa que incluye reuniones con gremios como la CEOE, autoridades, instituciones y, por supuesto, con empresas españolas interesadas en Chile. También queremos generar un ecosistema de cooperación entre ambos países, donde existe una historia sólida de relaciones comerciales y una proyección muy prometedora.
Desde su liderazgo en la CPC, ¿cómo visualiza la importancia de fortalecer las relaciones económicas entre Chile y España, especialmente en sectores como energía, tecnología e infraestructura?
España es el tercer país con mayor inversión extranjera en Chile, después de Canadá y Estados Unidos. Sus empresas han invertido en sectores clave como energía e infraestructura, fortaleciendo una relación que, si bien es centenaria, se ha intensificado notablemente en las últimas décadas.
Nuestro objetivo es mostrar las condiciones actuales del país, promover nuevas inversiones y destacar las sinergias que compartimos: una cultura común, idioma, principios institucionales sólidos, certeza jurídica, respeto al derecho de propiedad y reglas claras para hacer negocios.
La CPC ha lanzado la iniciativa “Motores para impulsar el crecimiento sostenible de Chile”. ¿En qué consiste esta estrategia y cómo busca fomentar la inversión extranjera?
Este año tenemos elecciones presidenciales y parlamentarias en Chile, y queremos aprovechar este contexto para hacer propuestas concretas que impulsen el crecimiento económico, que en la última década ha sido más bien modesto.
Estamos trabajando en una serie de medidas que daremos a conocer oficialmente en julio. Entre ellas: una estructura tributaria más competitiva, modernización del Estado —especialmente en lo relativo a permisos y autorizaciones de proyectos—, y la promoción de alianzas público-privadas. Estas últimas han sido clave en el desarrollo de infraestructura, con participación destacada de empresas españolas, y siguen siendo una vía muy atractiva para la inversión.
Como exministra de Energía, ¿qué lecciones ha aprendido sobre la importancia de la colaboración público-privada en el desarrollo económico sostenible?
La colaboración parte de una base fundamental: la confianza en lo que puede aportar la iniciativa privada como motor del desarrollo. Las buenas políticas públicas deben crear condiciones habilitantes para que esa iniciativa florezca y genere beneficios sociales.
Chile ha tenido experiencias exitosas, especialmente con el sistema de concesiones. Este modelo ha permitido la construcción de carreteras, hospitales, cárceles, puertos y aeropuertos bajo reglas claras y mecanismos eficaces de resolución de controversias. Además, hay otras oportunidades de colaboración con empresas públicas, lo que abre más puertas a la inversión privada en sectores clave.
Chile ha enfrentado desafíos en términos de crecimiento y seguridad jurídica. ¿Qué medidas impulsa la CPC para crear un entorno más favorable para la inversión y el emprendimiento?
Estamos promoviendo la modernización del Estado, especialmente en la tramitación de permisos, que hoy representa una barrera importante por su complejidad, plazos e incertidumbre. También es prioritario revisar el sistema tributario, fomentar la colaboración público-privada, garantizar estabilidad fiscal y avanzar en la formación de capital humano.
En todos estos ejes, la certeza jurídica es transversal. Necesitamos reglas del juego claras, respetadas tanto por el sector privado como por el sector público, para dar confianza a quienes quieren invertir y emprender en Chile.
Como la primera mujer en liderar la CPC en sus 90 años, ¿cómo aborda la promoción del liderazgo femenino y la igualdad de oportunidades en el mundo empresarial?
Ser la primera mujer presidenta de la CPC refleja una transformación cultural en curso. Hoy también hay mujeres liderando otras instituciones históricas como la Universidad de Chile o el Banco Central. Eso muestra que estamos avanzando, aunque aún queda mucho por hacer.
Debemos promover la corresponsabilidad en el cuidado de hijos y personas mayores, generar políticas empresariales inclusivas y revisar leyes que, aunque bienintencionadas, pueden terminar excluyendo a las mujeres del mercado laboral. La igualdad de oportunidades es clave no solo para las mujeres, sino para el desarrollo del país como un todo. El talento está distribuido por igual; aprovecharlo es una responsabilidad compartida.
En el contexto de la digitalización, ¿qué iniciativas impulsa la CPC para preparar a las empresas chilenas para la economía digital?
Durante el año pasado trabajamos con expertos en mesas interdisciplinarias para desarrollar propuestas que impulsen la adopción de tecnologías digitales e inteligencia artificial en las empresas. Sabemos que hay sectores más avanzados que otros, pero existe una necesidad urgente de preparar a la fuerza laboral para los desafíos que vienen.
Si bien tenemos profesionales de excelente nivel, también hay brechas importantes en competencias básicas. Ahí las empresas juegan un rol clave, junto al Estado, para capacitar y transformar sus equipos internos.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a los empresarios y autoridades españolas sobre el potencial de Chile como socio estratégico en América Latina?
Chile se ha caracterizado por su estabilidad macroeconómica, sostenibilidad fiscal e instituciones sólidas. Pero, además, tenemos recursos naturales de clase mundial que son fundamentales para la transición energética: somos el principal productor de cobre, el segundo en litio, tenemos potencial en tierras raras y condiciones excepcionales para la generación de energías renovables.
A esto se suman sectores pujantes como la agroindustria, la acuicultura (somos el segundo productor de salmones del mundo) y la astronomía, gracias a nuestros cielos privilegiados. Si uno combina estos recursos con nuestra institucionalidad y apertura comercial, Chile es claramente un destino atractivo para inversiones de largo plazo.
¿Cuáles son sus principales metas como presidenta de la CPC y cómo espera que esta visita a España contribuya a alcanzarlas?
Mi meta es incidir activamente en las políticas públicas que determinan el rumbo del país. Representamos a los seis gremios más importantes —banca, minería, agricultura, industria, comercio y construcción— y esa representatividad nos permite influir con legitimidad en los grandes temas nacionales.
Además, estamos comprometidos con mantener y expandir nuestra red internacional. La CPC es el símil chileno de la CEOE, y esta visita busca justamente fortalecer esos lazos, generar redes de contacto, identificar desafíos comunes y canalizar oportunidades de colaboración entre los sectores empresariales de Chile y España.