Entrevista

Ramón Blanco: “España no está preparada para la inversión sofisticada y vamos a perder el tren de la inteligencia artificial”

El CEO de Bewater Funds y cofundador de Indexa Capital, Ramón Blanco, analiza sin rodeos los principales bloqueos estructurales del ecosistema inversor en España: la presión fiscal, la hiperregulación, el desconocimiento financiero y la falta de incentivos reales para el emprendimiento. 
Ramón Blanco
photo_camera Ramón Blanco

Ramón Blanco no necesita presentaciones en el mundo de la inversión tecnológica y la gestión de capital en España. Al frente de Bewater Funds —firma pionera en aportar liquidez a las participaciones en empresas privadas— y como cofundador de Indexa Capital, ha impulsado una nueva forma de invertir: transparente, diversificada, con visión a largo plazo y compromiso real por parte de los gestores.

Con motivo de su participación en la última edición de StartUp OLÉ celebrada en Málaga, conversamos con Blanco sobre el presente y el futuro de la inversión privada en España. Crítico con la fiscalidad asfixiante, la cultura del miedo fiscal y la falta de incentivos reales a la innovación, alerta de que Europa y España están en riesgo de volver a perder el tren de las grandes revoluciones tecnológicas. “Perdimos el de internet, y ahora vamos a perder el de la inteligencia artificial”, advierte. 

Lanzaste Bewater Funds en un país donde el concepto de liquidez en empresas privadas parecía imposible. ¿Qué viste tú antes que nadie? ¿Qué necesidad real detectaste?

Tanto François Derbaix como yo llevábamos invirtiendo en startups desde el año 2000. Lo que veíamos es que, incluso yendo bien, el dinero de la inversión tardaba en volver al menos 10 años. Eso es mucho tiempo, un tiempo en que no puedes invertir en otras startups porque no dispones del dinero. Por eso quisimos crear algo que mejorara la liquidez en las inversiones de capital privado.

¿Es España un país preparado para la inversión sofisticada, o seguimos atrapados entre inmobiliaria y depósitos bancarios?

Yo diría que como país seguimos siendo conservador, pero que la cosa va mejorando poco a poco. La tasa de depósitos sobre el PIB está en España en el 120%, mientras que Italia tiene el 107%, Francia el 103% y Dinamarca el 60%. Por otra parte, la tasa de propiedad de vivienda la tenemos en el 73% cuando la media de la UE es el 68%. Sin embargo, hay esperanza. La prueba es que Indexa Capital, que comenzó en 2015, tiene ya más de 100.000 clientes y 3.300 millones de euros bajo gestión, promocionando la inversión a largo plazo, de manera diversificada y con bajos costes, en renta variable y renta fija. Así mismo, en los últimos años el volumen bajo gestión de los fondos de capital riesgo y capital privado no ha dejado de crecer.

¿Qué es lo que más te irrita del discurso oficial sobre la cultura financiera y el emprendimiento en este país?

Lo que peor llevo es el tratamiento injusto que se da a gente como Amancio Ortega y Juan Roig. Personas que han creado decenas de miles de empleos en este país, que pagan impuestos aquí. Deberíamos estar haciendo parques, colegios y autopistas que llevaran su nombre.

Has sido muy crítico con la hiperregulación del sector financiero. ¿Qué obstáculos normativos están matando más innovación de la que promueven?

Creo que es un tema de concepto. En los mercados sajones, el regulador te deja emprender, te deja montar el negocio. Luego te revisa y si no lo has hecho acorde a la ley te sanciona. En España, te revisan todo antes de comenzar a tener un negocio. Ello hace que sea mucho más difícil iniciarlo, pues tienes que financiar meses o incluso años un negocio que no puede facturar porque no está autorizado.

¿Qué le dirías a un regulador que quiere fomentar el emprendimiento sin caer en la trampa de la subvención fácil o la burocracia inútil?

Que no den subvenciones, que no participen en las empresas. Que simplemente faciliten el libre mercado. Ello pasa por agilizar los procesos de autorización, promover la competencia, facilitar el que la regulación sea idéntica entre comunidades autónomas para que exista un único mercado. Y que den visibilidad a los emprendedores. Que creen un premio para el empresario que más impuestos paga al año. Es muy importante que los emprendedores sean percibidos como positivos por la sociedad. Es necesario que los casos de éxito se estudien en el colegio y los niños tengan iconos en quien proyectarse.

¿Crees que hay un exceso de “capital idiota” en el mercado startup español? ¿Está distorsionando las valoraciones o la ambición de los fundadores?

Yo no lo llamaría capital idiota. Lo que sí me parece es que el capital público debe tener condiciones más restrictivas de coinversión con la iniciativa privada, porque si no, se puede dar un efecto de crowding out (como hay mucho capital público poco exigente no deja espacio para el capital privado exigente).

Cuando miras una empresa como inversor, ¿cuál es la señal silenciosa que más te interesa y que no suele aparecer en un pitch deck?

Hay dos temas importantes. El primero es que te digan toda la verdad. Si empezamos a encontrar contradicciones en los números o el discurso lo dejamos. Lo segundo es comprobar si ven la inversión de la misma manera que nosotros. Los socios deben tener una visión común del riesgo a asumir, la velocidad a introducir en el negocio y el dinero a levantar. Si no coincide, la empresa tiene muchas más posibilidades de fracaso.

¿Recuerdas alguna inversión que no hiciste y hoy te arrepientes? ¿Y alguna que hiciste sabiendo que no era racional, pero era necesaria?

Me arrepiento de alguna hecha cuando trabajaba para Boursorama. Adquirimos una empresa en Alemania por 130 M€ y destruimos mucho valor en la adquisición, varias decenas de millones de euros. Se juntaron varias cosas, pero una de las peores es que teníamos 200 M€ de exceso de caja, que como gestores no quisimos devolver a los accionistas. Una lección muy cara.

Para hablar de estos errores, publiqué un libro, Fracasar para avanzar, que se puede comprar en cualquier librería, si alguien tiene interés por el aprendizaje del fracaso empresarial.

¿Qué aprendiste como emprendedor que aún usas hoy como inversor y que otros inversores parecen ignorar?

Estadísticamente no está claro que los emprendedores de éxito sean mejores inversores que los que no lo fueron. Las capacidades son muy diferentes. El emprendedor está por naturaleza concentrado en una sola inversión y por tanto asume mucho riesgo. El inversor está por naturaleza diversificado, y por tanto asume menos riesgo.

Me acerco al mundo de la inversión con mucha humildad, tratando de aprender todo lo que puedo de los grandes inversores, como Luis Martín Cabiedes.

Has defendido siempre la independencia intelectual, incluso en un sector plagado de modas. ¿Qué coste ha tenido para ti no seguir el discurso dominante?

Me gusta mucho lo que decía Ray Dalio: si quiere crear mucho valor como inversor, tienes que acertar con el espacio de inversión, y además que la gente piense que eres idiota por invertir en ese espacio. Tener poca competencia es clave. Ello te lleva a invertir en nichos.

Cuando sigues a la moda, el tamaño del fondo podrá ser muy grande, pero los retornos no necesariamente lo van a ser, porque encontrarás mucha competencia. En los nichos, como en el que invertimos nosotros, empresas de tecnología con cash flow positivo y a través de secundarios, creo que se puede encontrar una mayor rentabilidad con un menor riesgo para el inversor.

¿Por qué crees que Bewater e Indexa han generado una comunidad tan fiel en torno a propuestas que, en el fondo, son radicalmente sobrias?

En el caso de Indexa creo que la clave es la transparencia y la honestidad de la propuesta. Cumplimos lo que decimos que hacemos. Eso es muy difícil en servicios financieros.

En el caso de Bewater creo que está más relacionado con el “skin in the game”. Los emprendedores invertimos al menos el 10% de todo el capital, una cifra entre 10 y 20 veces superior a lo habitual. Ganamos o perdemos más por lo invertido personalmente que por las comisiones cobradas. Eso cambia todos los incentivos. Ya no hay un gran incentivo a gestionar un fondo de gran tamaño.

¿Cuál es el mayor riesgo que nadie está viendo en el ecosistema financiero español actual?

El mayor riesgo que tenemos es que por el aumento de trabas burocráticas, el aumento de regulación, subida impositiva, estemos perdiendo competitividad en Europa en general y en España en particular en el desarrollo de la tecnología. En la primera ola de internet, de 1995 a 2005, perdimos el tren de internet, y las mayores compañías del mundo hoy son americanas. Ahora vamos a perder el tren de la Inteligencia Artificial. Tal y como va la cosa, las grandes compañías del futuro serán americanas y chinas.

Si tuvieras que rediseñar de cero el sistema de inversión en startups en España, ¿qué tres cosas eliminarías y qué tres crearías?

Copiaría el sistema fiscal de inversión en startups de Reino Unido, tremendamente exitoso. Esto dice ChatGPT sobre el mismo:

  • Reducción del Impuesto sobre la Renta (Income Tax Relief)
  • Puedes deducir hasta un 30 % de tu inversión en EIS del impuesto sobre la renta.
  • Límite máximo: 1 millón de libras esterlinas por año fiscal (o 2 millones si al menos 1 millón va a “knowledge-intensive companies”).
  • Exención del Impuesto sobre Ganancias de Capital (Capital Gains Tax Relief)
  • Las ganancias obtenidas tras mantener las acciones al menos 3 años están exentas de impuestos.
  • Diferimiento de ganancias de capital
  • Puedes aplazar impuestos sobre plusvalías si reinviertes esas ganancias en una EIS company.
  • Pérdidas deducibles
  • Si la inversión fracasa, puedes compensar la pérdida contra el impuesto sobre la renta u otras ganancias de capital.
  • Exención de Inheritance Tax
  • Tras 2 años de tenencia, las acciones EIS suelen estar exentas de este impuesto si se mantienen hasta el fallecimiento.

En general tendría 2 recetas: bajar los impuestos a personas y empresas que inviertan en startups, y lo ya mencionado arriba, poner en valor a los emprendedores de manera que los niños quieran emprender.

¿Qué consejo das con más frecuencia pero tú mismo has tardado años en aplicar?

Trato de dar pocos consejos que no me haya antes aplicado a mí mismo.

¿Dónde te gustaría que estuviera el ecosistema español en 2030 y qué estás haciendo tú ahora para que eso ocurra?

Me gustaría que hubiera muchos más emprendedores, especialmente en tecnología. Tratamos de ayudar a los emprendedores que nos lo piden, invertimos en startups tanto desde los fondos que gestionamos, como directamente desde Indexa Capital Group. Y bueno, creo que el libro que escribí desdramatizando el fracaso empresarial, también rema en la misma dirección.