Según los últimos datos oficiales publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la inflación interanual y acumulada del país sudamericano ha registrado un desplome sin precedentes en lo que va de 2025, marcando un giro económico que impacta de lleno en la región.
Del 57,8% al 14,2%: un cambio de rumbo en tiempo récord
El acumulado entre enero y mayo de 2025 se sitúa en 14,2%, frente al 57,8% registrado en el mismo periodo de 2024, lo que supone una reducción del 75,4%. Tan solo en el mes de mayo, la variación de precios fue del 1,6%, frente al 4,2% de hace un año, una caída mensual del 61,9%.
Este ajuste histórico, que algunos analistas califican ya como “el freno más veloz a la inflación en América Latina en décadas”, está siendo interpretado como el primer gran resultado visible de las políticas económicas aplicadas por el Gobierno de Javier Milei.
Los sectores donde más se nota la caída de precios
El descenso no ha sido homogéneo, pero sí generalizado. Según el informe oficial del INDEC, algunos de los sectores que más han contribuido a este descenso de la inflación han sido:
- Alimentos y bebidas no alcohólicas: bajan de un 4,8% en mayo de 2024 a 0,6% en mayo de 2025 (reducción del 87,5%).
- Prendas de vestir y calzado: caen del 3,5% al 0,5% mensual (un descenso del 85,7%).
- Transporte: de un acumulado del 71,2% en los primeros cinco meses de 2024 al 8,3% en 2025 (reducción del 88,3%).
- Comunicación: baja del 88,1% acumulado a 15,8%, lo que supone un retroceso del 82,1%.
Aumentos puntuales en servicios esenciales
No obstante, el informe también señala subidas destacadas en sectores sensibles. La vivienda, el agua, la electricidad y el gas registraron un alza del 3,4% en mayo, un 36% más que el mismo mes del año pasado. Por su parte, el área de salud se encarece un 2,2% en mayo, lo que representa un aumento interanual del 214%, y pone en evidencia los retos aún pendientes en el sistema de atención médica.
¿Cómo se logró este ajuste?
El Gobierno argentino ha adoptado un enfoque radical de ajuste fiscal, eliminación de subsidios, liberalización de precios y control monetario, que según el propio Ejecutivo buscaba “aplastar la inflación sin anestesia”. Estas políticas, respaldadas por organismos internacionales y fuertemente criticadas por la oposición, están generando efectos inmediatos en el índice de precios al consumo, aunque también han venido acompañadas de recortes, tensiones sociales y un severo ajuste del gasto público.
Impacto en la región y perspectiva internacional
Desde organismos como el FMI hasta medios como The Economist o Bloomberg, el caso argentino es observado con interés. La velocidad del ajuste contrasta con décadas de alta inflación crónica, marcada por devaluaciones, déficit y políticas erráticas.
Sin embargo, los expertos advierten: el desafío no es solo frenar la inflación, sino sostener la estabilidad sin descuidar lo social. La presión sobre sectores vulnerables y la pérdida de poder adquisitivo en determinados grupos siguen siendo temas candentes en el debate político y económico del país.