La filtración de mensajes vinculados a la pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha desatado una tormenta política en el seno del PSOE, con Juan Lobato, secretario general del PSOE de Madrid (PSM), en el centro de la polémica. Según fuentes del Ejecutivo, Lobato habría acudido a un notario para registrar pantallazos que supuestamente involucrarían a Moncloa en esta filtración, lo que ha levantado sospechas de una posible estrategia para blindar su posición de cara a las primarias.
¿Un movimiento para consolidar el liderazgo en el PSM?
Miembros del Gobierno interpretan la acción de Lobato como una maniobra de autoprotección política, en caso de que su liderazgo fuera cuestionado durante el proceso interno del partido. Algunas fuentes consideran que el líder del PSM podría haber guardado esos mensajes como un mecanismo de presión para evitar la irrupción de un candidato impulsado por el "aparato" del partido.
En círculos socialistas se había especulado que el supuesto candidato alternativo podría ser el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, quien, según algunas voces, representaría una figura con suficiente peso para disputarle la secretaría general a Lobato. No obstante, fuentes próximas a Moncloa han negado rotundamente cualquier implicación de López en esta controversia.
Defensas internas y tensiones por la estrategia de Lobato
El nombre de Pilar Sánchez Acera, jefa de Gabinete de Óscar López y una figura histórica del PSM, también ha sido señalado en los rumores sobre los pantallazos registrados. Sin embargo, fuentes del Gobierno defienden a Sánchez Acera, asegurando que su lealtad hacia el partido es indiscutible. "Es muy del PSM, de toda la vida. Jamás traicionaría al Gobierno ni al partido", sostienen.
Desde Moncloa han calificado la acción de Lobato como "una gran cagada monumental", considerando que este movimiento, más que fortalecer su posición, ha generado un daño significativo a su credibilidad dentro del PSOE. Algunos miembros del Ejecutivo incluso ven en este episodio una maniobra de chantaje que ha salido mal, con consecuencias que podrían afectar no solo a Lobato, sino también a la cohesión del partido en Madrid.
Impacto político en las relaciones internas del PSOE
La filtración y la actuación de Lobato han reabierto el debate sobre las luchas internas en el PSOE de Madrid, una federación históricamente marcada por divisiones y disputas. En un momento clave para consolidar liderazgos de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas, la polémica amenaza con debilitar la imagen del PSM frente a un PP liderado por Isabel Díaz Ayuso, que mantiene una sólida hegemonía en la región.
Mientras la dirección del PSOE trata de apagar el incendio, la polémica deja patente las tensiones internas en el partido. La "estrategia" de Lobato, lejos de garantizarle un liderazgo sólido, podría erosionar aún más la unidad del PSM, abriendo la puerta a nuevos debates sobre su futuro como líder de los socialistas madrileños.