El sindicato considera que la actual dependencia del marco sanitario puede limitar la eficacia de las políticas, al dejar de lado otros factores determinantes en las conductas suicidas, como el desempleo, la violencia, el consumo de sustancias o las dificultades sociales y familiares.
Un problema de salud pública que va más allá de lo clínico
“El suicidio no es una enfermedad en sí misma, sino la manifestación de un profundo sufrimiento emocional”, ha recordado Daniel Torres, secretario de acción social de SAE. Según el sindicato, reducir el enfoque únicamente al ámbito psiquiátrico corre el riesgo de invisibilizar la dimensión social y comunitaria de este problema de salud pública.
Por ello, la prevención requiere un abordaje integral y multisectorial en el que participen no solo los servicios sanitarios, sino también los sectores educativo, laboral, judicial y comunitario. “Un plan independiente garantiza visibilidad, responsabilidad política y recursos específicos acordes con la magnitud del problema, ya que el suicidio es la principal causa de muerte no natural en España”, ha subrayado Torres.
Medidas recientes y propuestas de futuro
El Ministerio de Sanidad presentó en febrero un nuevo Plan de Acción para la Prevención del Suicidio, con medidas adicionales y específicas orientadas a reforzar la atención clínica, la continuidad del cuidado y la integración de los servicios de salud. No obstante, SAE advierte de que este tipo de iniciativas necesitan un marco más amplio, capaz de coordinar a todos los actores implicados y dotado de financiación propia.
En paralelo, el sindicato ha lanzado una campaña de divulgación bajo la premisa de que “todos podemos ser agentes de cambio si contamos con la formación adecuada”. La iniciativa busca sensibilizar tanto a profesionales como a la ciudadanía, reforzando la idea de que la prevención es posible si se detectan señales de riesgo y se actúa de manera temprana.
La urgencia de un debate social
Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, SAE insiste en que abrir este debate resulta imprescindible para impulsar políticas públicas eficaces y romper tabúes en torno a una realidad que cada año deja miles de muertes en España. “Hablamos de un reto colectivo que exige compromiso político, inversión y una mirada transversal”, concluye el sindicato.