La Línea 6 del Metro de Madrid, también conocida como la línea circular gris, afrontará un cierre parcial de seis meses a partir del próximo 1 de junio debido a los trabajos de automatización que permitirán su operación sin conductores en 2027.
El cierre se dividirá en dos fases de tres meses cada una:
-
Del 1 de junio al 1 de septiembre, permanecerá interrumpido el servicio entre Moncloa y Méndez Álvaro.
-
Del 1 de septiembre al 31 de diciembre, el tramo afectado será Moncloa a Legazpi.
Estas obras forman parte de un ambicioso plan del Metro de Madrid para modernizar su red y convertir la Línea 6 en la primera línea circular completamente automatizada del suburbano madrileño.
Arganzuela-Planetario, epicentro de las obras
Una de las claves de este proceso de transformación es la estación Arganzuela-Planetario, que servirá como base logística y centro de operaciones de la intervención técnica. Esta estación, que ya ha sido cerrada y permanecerá fuera de servicio hasta final de año, se está utilizando para almacenar materiales y coordinar los trabajos de instalación del nuevo sistema automatizado.
Transporte alternativo con autobuses EMT
Para mitigar el impacto del cierre sobre los miles de usuarios diarios de esta línea, el Ayuntamiento y la Empresa Municipal de Transportes (EMT) pondrán en marcha una flota especial de 60 autobuses que recorrerán la superficie y cubrirán los trayectos afectados por el cierre.
Trabajos nocturnos previos y reapertura total en enero
Hasta el 31 de mayo, los operarios han estado trabajando por las noches para avanzar en las obras sin interrumpir el servicio. Sin embargo, a partir del 1 de junio, el corte será total en los tramos afectados y se prolongará de forma ininterrumpida durante medio año.
La reapertura completa de la Línea 6 está prevista para el 1 de enero de 2026, momento en el cual se espera que los primeros pasos hacia su automatización ya estén implementados, aunque el proceso continuará hasta su culminación en 2027.
Con esta intervención, Metro de Madrid da un paso firme hacia su modernización tecnológica y mejora de la eficiencia del servicio, aunque el cierre supondrá una importante alteración temporal en la movilidad urbana, especialmente en un eje neurálgico del transporte como es la línea circular.