La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado que su departamento presentará en las próximas semanas una reforma del Estatuto de los Trabajadores que incluirá la ampliación de los permisos por fallecimiento hasta diez días y la creación de un nuevo permiso laboral para el cuidado paliativo de familiares.
Durante un Desayuno Informativo de Europa Press, Díaz subrayó que esta medida busca reconocer la dimensión humana del trabajo y garantizar condiciones laborales más justas y empáticas. “Nadie puede ir bien a trabajar a los dos días del fallecimiento de un padre, de una madre, de un hijo, de una hija o de un amigo. Nadie puede hacerlo bien. Nadie”, afirmó la ministra, defendiendo la necesidad de adaptar la legislación laboral a las realidades emocionales y familiares de los trabajadores.
La propuesta del Ministerio de Trabajo supone una de las ampliaciones más significativas de los permisos retribuidos en décadas. Actualmente, el Estatuto de los Trabajadores reconoce dos días de permiso por fallecimiento de un familiar de primer grado, ampliables a cuatro si es necesario desplazamiento. Con la nueva normativa, este periodo podría llegar hasta los diez días, un cambio que Díaz considera “de justicia social y de sentido común”.
La ministra también adelantó la creación de un nuevo permiso específico para el cuidado de familiares en situación de cuidados paliativos, que permitirá a los trabajadores acompañar a sus seres queridos en los momentos finales de la vida sin perder derechos laborales. Este nuevo permiso se enmarca dentro del proyecto de humanización del trabajo que Díaz impulsa desde el Ministerio.
Durante su intervención, la titular de Trabajo abordó también el debate sobre el absentismo laboral, diferenciando entre las ausencias justificadas y las que no lo son. “El que entierra a una madre o que no acude al trabajo porque tiene que cuidar a su hijo no es un absentista”, remarcó Díaz, denunciando que la sociedad y parte del empresariado confunden el derecho al cuidado con la falta de compromiso laboral.
Díaz reconoció que el absentismo real sí es un problema en la economía española y que representa un punto y medio del PIB, pero insistió en que no se puede criminalizar a quienes atraviesan situaciones personales difíciles. “Hay que abordar el absentismo del de verdad, el que afecta a la productividad estructural del país, pero no el de quienes ejercen derechos legítimos”, enfatizó.
La futura reforma del Estatuto de los Trabajadores, según adelantó, se tramitará en diálogo con los agentes sociales y se complementará con otras medidas de flexibilidad laboral y conciliación familiar, como la reducción de jornadas, permisos adaptados y la mejora de la corresponsabilidad.
Con esta iniciativa, el Ministerio de Trabajo busca modernizar la normativa laboral y alinearla con los estándares europeos de bienestar y conciliación, reforzando la idea de que “la productividad no puede medirse solo en horas trabajadas, sino también en bienestar y dignidad”.