La dirigente del Partido Popular y diputada por Madrid Noelia Núñez ha reconocido públicamente que no ha finalizado ninguno de los estudios universitarios que aparecían en distintas versiones de su currículum oficial, entre ellas en el Congreso de los Diputados, el Ayuntamiento de Fuenlabrada y la Universidad Francisco Marroquín, donde incluso ejerció como profesora.
Núñez, de 33 años y una de las caras más visibles de la nueva dirección de Alberto Núñez Feijóo, ha intentado justificar la situación alegando que se trata de una “equivocación” sin intención de engañar. Sin embargo, el Partido Socialista ha exigido su dimisión inmediata, acusándola de una "falsedad consciente y reiterada" sobre su formación académica.
Un historial académico confuso y contradictorio
Según la propia diputada, comenzó estudiando Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, trasladó su expediente a la UNED, inició allí un grado en Estudios Ingleses y en 2019 se matriculó en un doble grado en Derecho y Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas. No obstante, admite ahora que no ha finalizado ninguno de estos tres estudios, aunque asegura que pretende retomarlos en el futuro.
Pese a ello, las diferentes plataformas institucionales en las que ha intervenido la mostraban como titulada en al menos uno de estos grados. En su ficha del Congreso constaba explícitamente el "doble grado en Derecho y Ciencias Jurídicas de la Administración Pública", mientras que en la web de la Universidad Francisco Marroquín se le atribuía incluso una licenciatura en Derecho por la Universidad Central de Missouri, dato que posteriormente fue modificado tras las primeras críticas.
El detonante: una publicación de Óscar Puente
La polémica estalló tras un tuit del ministro de Transportes, Óscar Puente, en el que cuestionaba la veracidad del currículum de Núñez y la falta de transparencia sobre su formación superior. El ministro destacó la contradicción entre las múltiples versiones que la propia diputada ofrecía en diferentes espacios públicos, lo que provocó una oleada de críticas en redes sociales y reacciones desde la oposición.
Núñez lo atribuye a una campaña política
En un extenso hilo publicado en la red social X, anteriormente conocida como Twitter, Núñez sostuvo que su trayectoria política —desde su entrada como concejala en Fuenlabrada en 2015, su paso por la Asamblea de Madrid y su actual escaño en el Congreso— le ha impedido completar los estudios. Afirmó también que ya ha solicitado la rectificación de los datos publicados en el Congreso y otras instituciones.
Además, defendió que no explicó antes la situación para que el caso no desviara la atención del “pleno del martes” y las derrotas parlamentarias del Gobierno de Pedro Sánchez. Cerró su mensaje atacando al PSOE, al que acusó de hipocresía: “No me voy a dejar amedrentar por la izquierda ni voy a aceptar lecciones del partido de ese Pedro Sánchez que copió su tesis”.
Exigencia de dimisión inmediata por parte del PSOE
El PSOE de Madrid y el grupo municipal de Fuenlabrada consideran que la situación es insostenible. En un comunicado, señalaron que “si Noelia Núñez no dimite, será Isabel Díaz Ayuso quien tenga que explicar por qué la mantiene al frente del PP de Fuenlabrada”. Para los socialistas, la continuidad de Núñez “desprestigia a las instituciones” y “lanza un mensaje inaceptable a la ciudadanía”.
Además, recalcan que los estatutos del Partido Popular contemplan como sanción grave la falsificación de currículum, lo que dejaría en entredicho los principios de “ejemplaridad” y “honorabilidad” que el PP exige a sus cargos públicos.
Silencio de Feijóo y respaldo tibio desde el PP madrileño
Mientras el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, guarda silencio ante la crisis, desde el PP de Madrid, Alfonso Serrano, secretario general, ha calificado la presión en redes de Óscar Puente como un “hostigamiento intolerable”. No obstante, ninguna voz relevante del partido ha desmentido los hechos ni ha defendido explícitamente la continuidad de Núñez en sus cargos.
La crisis abre un debate interno en el Partido Popular sobre los estándares éticos exigibles a sus dirigentes, en un momento en que el partido ha intensificado su crítica a otras formaciones por escándalos similares. Con la credibilidad de una de sus vicesecretarias nacionales en entredicho, la dirección de Feijóo enfrenta un nuevo frente interno a pocas semanas del inicio del nuevo curso político.