Venezuela hace un año sorprendió al mundo libre con unas elecciones plenas de dificultades extremas, con asesinados, encarcelados y niños sufriendo los peores tratos. Pero el pueblo venezolano se sacudió la opresión y salió en masa de manera heroica a votar por su libertad.
En un hecho histórico logró el setenta por ciento de los votos y al frente una heroína de la libertad… María Corina Machado. Un referente indiscutible en defensa de la libertad de un pueblo por encima de cualquier otra circunstancia y encabezando la dignidad de una nación secuestrada por una dictadura de nueva factura comunista. Un referente indiscutible para la defensa de los valores supremos de la democracia en el mundo occidental .
Todos unidos a su vez para mostrar al mundo como su candidato Edmundo González Urrutia se comprometía en una candidatura avalada, como jamás pudo imaginarse, y para ganar aplastantemente lo que nadie podía imaginar. Venezuela hablaba con grito unido y con sus voces rasgadas ante tamaña proeza pronunciando la palabra libertad y clamando por la vuelta a la democracia.
Desde todos los rincones del mundo esta hazaña fue inmediatamente reconocida como el mayor heroísmo y sacrificada constancia de un pueblo ejemplar. Ha pasado exactamente un año, en concreto 377 días, - también 377 días hoy seguidos manifestándonos la sociedad civil en España, en apoyo permanente a la libertad de Venezuela- y Venezuela no ha logrado aún lo que por derecho indiscutible le pertenece y ello no se puede admitir desde la comunidad internacional. El mundo libre ha reconocido la aplastante victoria de la oposición venezolana, todo el. El Parlamento Europeo ha reconocido esa victoria y la legítima posición del presidente González Urrutia y cualquiera en su sano juicio lo ha hecho ante las aplastantes e irrefutables pruebas.
Solo hay una nación democrática que no lo ha hecho: España . Y es que en España su presidente de Gobierno no ha querido reconocer aún al presidente González Urrutia. El dictador y usurpador permanece anclado con ayuda también del ex presidente Zapatero que en connivencia con el presidente del Gobierno bloquean e interrumpen ilegalmente lo que el pueblo venezolano ha decidido, en plena complicidad con quien está señalado por delitos de lesa humanidad por Naciones Unidas.
Todo tipo de excusas inverosímiles y rechazadas por la comunidad internacional y también acciones tenebrosas como impedir desde España las comunicaciones libres, en este caso auspiciadas por Telefónica para impedir que pueda leerse el periódico El Nacional, el más leído desde siempre en Venezuela, forman parte de una estrategia criminal. A la expropiación del periódico a su dueño y presidente Miguel Henrique Otero, por un régimen tiránico, sigue la complicidad de Telefónica que impide la libertad de expresión y favorece por tanto la violación de derechos humanos. Se violan las leyes internacionales y las normativas de regulación europeas . La imagen global de Telefónica está siendo gravemente dañada y es señalada como brazo ejecutor de la dictadura venezolana que bloquea medios independientes y facilita el espionaje masivo a opositores al régimen así como a ciudadanos corrientes. Telefónica está siendo vigilada por las autoridades de Estados Unidos y ello además afecta a cualquier operación corporativa y por supuesto a los miles de accionistas de la empresa.
Telefónica es capturada por este gobierno y de una manera que es inimaginable en una democracia europea para además ser un instrumento esencial para mantener la dictadura comunista venezolana y con ello impedir que El Nacional pueda dar la información independiente y sin censura a todos los venezolanos. Miguel Henrique Otero está luchando en los tribunales y también lo hará en Europa y Estados Unidos ante un auténtico atropello delictivo y con unas órdenes en última instancia de un presidente de Gobierno que aún no ha reconocido a Venezuela. Esta situación es absolutamente inasumible en una democracia europea y muestra abiertamente a Europa y al mundo la auténtica e inadmisible complicidad del presidente del Gobierno con una dictadura criminal. La lucha de Miguel Henrique Otero es heroica en defensa de la libertad de expresión que un medio del prestigio de El Nacional encabeza para lograr que Venezuela sea libre, y que Telefónica sea quien lo impide, ahora que está fagocitada por el Gobierno, muestra al mundo los planes perversos del presidente del Gobierno español, verdadero responsable internacional de la usurpación de la presidencia de Venezuela y de impedir el firme camino a la libertad que el pueblo venezolano eligió hace un año.
La labor de la oposición venezolana dentro y fuera de Venezuela muestra al mundo la unión de esfuerzos de un pueblo que quiere sacudirse un yugo tiránico y criminal y muchas personas y muy relevantes están en primera línea de lucha para ganar esta batalla por la libertad y por ello un ejemplo como el de El Nacional debiera hacernos unir las voces de toda la ciudadanía, de todos los demócratas, a diario, puesto que además nada tiene que ver con ideologías, sino con la defensa de las columnas básicas de la democracia. Y en ello, El Nacional es instrumento clave, a diario, para contrarrestar la corrupta y abyecta complicidad de un líder de la anti democracia, de la corrupción y de la persecución a diario del fin del estado de derecho en España, con un líder de la perversión criminal más lacerante y de la más infame, ignominiosa, ultrajante y oprobiosa dictadura en Venezuela