
¿Qué está pasando en el mundo financiero? Todo está en máximos. ¿Estamos antes el mayor mercado alcista de la historia o ante el preludio de una gran caída?
Y para muestra un botón.
SP500, índice de las 500 mayores empresas americanas, en máximos.

Oro, en máximos

Bitcoin, en máximos

Vivienda, literalmente como si en cada casa existiese una mina de platino por explotar

¿Es todo una burbuja?
Por definición, una burbuja se da cuando un activo concreto se dispara desmesuradamente por encima de otros. Pensemos por ejemplo en la burbuja de las “puntocom” a inicios de los dos mil, la burbuja inmobiliaria en España o la famosísima tulipomanía en los Países Bajos del siglo XVII. Como hemos visto, hoy en cambio todo parece subir de forma coordinada. Por mera lógica argumental, si todo es una burbuja, nada lo es. ¿Qué está pasando entonces?
Algunos dicen que la reciente victoria de Trump ha impulsado las subidas, aludiendo a un mayor optimismo del mercado en general. Esto puede que explique parte de las últimas tendencias, pero estas ya venían siendo claramente alcistas desde bastante tiempo atrás. En realidad, nos estamos enfrentando a lo que en el mundillo financiero se denomina como “Melt-Up”, una subida generalizada de todos los activos sin atender a razones lógicas. Igual da que las empresas estén en pérdidas, la economía este estancada, el desempleo o la morosidad crezca; todo sigue subiendo. Las buenas noticias son buenas para el mercado y, ¿las malas? También.
¿Carecen entones de toda lógica estas subidas? Lo cierto es que no del todo. Lo que puede estar pasando es que el mercado se esté adelantando a una posible vuelta con fuerza de la inflación, como ya pasó en 2020. Y para esto es clave entender el concepto de Masa Monetaria, comúnmente llamada “M2”.
La M2 es una estimación del total de dinero en forma de “cash” en manos de la gente, el total de depósitos bancarios y otro tipo de depósitos de muy corto plazo. Es, digamos, la estimación más aproximada del dinero en circulación capaz de ser intercambiado casi de inmediato por bienes y servicios.
Aquí su evolución:

Hay dos formas principales de que esta masa aumente:
- Créditos que emiten los bancos comerciales (por ejemplo, una hipoteca o un crédito a una empresa para comprar una máquina)
- Deuda que emite el gobierno para pagar sus gastos
El funcionamiento exacto es más complejo, pero quedemos con la idea de que, a cuanta más deuda, más masa monetaria M2.
Esta M2 recién creada no llega directamente a los bolsillos del ciudadano de a pie. Por lo general queda atrapada en su mayoría en los círculos financieros, inflando paulatinamente los activos. Este es el motivo principal por el cuál la “Bolsa siempre sube”. En un periodo determinado de tiempo, el aumento constante de la masa monetaria provoca un --igual de constante-- aumento de los mercados financieros.
Pero como podemos ver en el gráfico, la M2 se ha venido disparando. Su subida paulatina y constante se empezó a romper en 2008, iniciando una pendiente más pronunciada hasta pasar a ser casi-vertical con la llegada del COVID.
El motivo de esto ya lo hemos tratado en algún que otro artículo: la creciente deuda de los gobiernos aumenta los intereses que deben pagar, lo que implica que sus necesidades de deuda aumenten (recordad que la deuda nunca se paga, sino que se refinancia). Si además de los intereses, las otras partidas de gasto siguen aumentando, la necesidad de deuda aumenta aún más. Entramos en un círculo vicioso de más gasto, más deuda, más intereses..
Como ya habréis podido adivinar, en algún momento esta correa de transmisión que es la masa monetaria acaba llegando al ciudadano en forma de inflación:
- Aquellos que compran deuda del gobierno reciben intereses con los que pueden compran bienes y servicios (el pan o un viaje a Japón para entendernos)
- El incremento del gasto estatal en sueldos, nuevas obligaciones, educación, y servicios es dinero que también compra bienes y servicios
- El aumento de los precios de los activos propicia que aquellos que disponen de ellos vendan o pignoren parte de ellos para comprar bienes y servicios (casas, viajes, comidas para entendernos)
En definitiva, leña que hace que finalmente los precios aumenten, incrementando la velocidad del cirulo vicioso que hemos comentado. El mercado, en previsión de este aumento de masa monetaria o inflación, se adelanta empujando los precios de los activos de forma irracional.
Ni cabe decir también que este fenómeno, conforme se acelera, aumenta la desigualdad entre aquellos que tienen activos y los que no. Aumentando la brecha entre ricos y pobres.

Por concluir, lo que estamos viviendo es un aviso a navegantes: el mercado se está adelantando a una fuerte subida de la M2, como la que vimos en 2020 en previsión de que los Estados tengan que volver a darle a la máquina de emisión de deuda y creación de dinero a una velocidad nunca antes vista.
Las causas pueden ser varias, como ya hemos visto, necesidades crecientes de gasto, necesidades de inyección de dinero público a empresas quebradas (Hola VW, hola Siemens) o incluso la previsión de que algo esté por estallar y la respuesta de los gobiernos será la de siempre: cubrir el agujero con más deuda. En este último apartado, bancos como el Norinchukin japonés, el HSBC británico, el Bank of America y empresas como NVDIA o SMCI pueden que tengan algo que decir. Pero eso es otra historia.
Como siempre, gracias por leer.