La Receta

La pandemia nos robó una década de vida saludable: la OMS lanza la alerta

Durante casi dos décadas, la humanidad celebró un progreso sostenido en salud apoyado en mejores tratamientos, vacunas, mayor cobertura sanitaria y campañas globales de prevención. Entre el año 2000 y 2019, la esperanza de vida saludable (HALE, por sus siglas en inglés) aumentó en 5,4 años a nivel mundial, pasando de 58,1 a 63,5 años. 

Sin embargo, como subraya el reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Estadísticas Mundiales de la Salud 2025”, esta tendencia se detuvo bruscamente debido a la pandemia de COVID-19, que no solo cobró vidas, sino que erosionó años de bienestar ganado.

La esperanza de vida saludable en España, no se diferencia mucho de las estadísticas mundiales, aunque sí la esperanza de vida al nacer, que aquí es de 84,8 años (2022).

Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). España
Datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). España

La pandemia hizo retroceder en apenas dos años lo avanzado en una década. En 2021, la esperanza de vida global descendió hasta los 61,9 años, regresando a niveles similares a los de 2012. La pérdida se explica en gran medida por la mortalidad directa e indirecta provocada por el coronavirus, especialmente entre personas mayores de 30 años. A esto se sumó el agravamiento de trastornos mentales como la ansiedad y la depresión, que restaron semanas cruciales a la calidad de vida mundial.

El informe destaca que el aumento previo de la esperanza de vida saludable no fue homogéneo: varió según regiones e ingresos. En África, por ejemplo, la reducción de la mortalidad por VIH/SIDA y tuberculosis fue determinante, mientras que en América y Europa la clave estuvo en el descenso de muertes por enfermedades cardiovasculares. No obstante, en todas las regiones el deterioro por diabetes creció, recortando parte de esos avances.

Además, el documento subraya una desigualdad persistente entre géneros. Las mujeres viven más, pero con mayor morbilidad. El dolor crónico, los trastornos ginecológicos y los problemas de salud mental disminuyen su calidad de vida a pesar de su menor mortalidad. 

En cualquier caso, si somos realistas, no podemos olvidar la definición apócrifa de salud que ha elaborado algún cínico, alejada de cualquier ortodoxia de la OMS, pero muy cargada de razón: “La salud es un estado transitorio, que no presagia nada bueno”, así que, a disfrutar, mientras tengamos la suerte de que la salud nos acompañe.