#AI MUCHO QUE CONTAR

No soy un gurú, soy un sherpa

¡¡Hola!! Me llamo Kiko y soy un friki confeso de la tecnología y, cómo no, de la Inteligencia Artificial (IA o AI, lo que prefieras). Por si te estás preguntando si este artículo está escrito con IA …, pues sí y no. Lo hemos hecho en equipo: la IA pone las neuronas sintéticas, yo las orgánicas, y mi hijo José (seis años y medio, que no se os ocurra quitarle el medio) aporta las creativas. De hecho, mientras escribo estas líneas me suelta: “Si vas a hablar de tecnología, habla de robots, de Robot Dragón, Peque y de Chon… y… de que yo soy tu profesor de matemáticas, que eso es muy tecnológico, papi”. Como ves, aquí no viajo solo.

Y eso es justo de lo que va esta columna: de aprender a convivir con las máquinas sin perder el norte, ni el sentido del humor. Porque la IA no es magia negra ni ciencia ficción, es una herramienta, una de las más potentes que hemos tenido nunca. Sin embargo, seguimos hablando de ella como si fuera opcional, como si aún pudiéramos decidir si queremos que forme parte de nuestras vidas —spoiler: ya lo hace—. Lo que sí podemos decidir es si la usamos bien, y si la aprovechamos para lo que realmente importa.

Para eso nace esta columna, para contar, reflexionar y experimentar juntos. Para hacer fácil lo difícil y, por qué no, despertar a ese pequeño friki que todos llevamos dentro (no me odies por eso, lo hago por tu bien). Porque si algo tiene la IA, es que nunca deja de sorprender. Así que, activa tu modo más curioso, que empieza el viaje (imagina una voz en off: “Adentrémonos en el fascinante mundo de la IA…”).

No esperes respuestas absolutas. No soy un gurú, pero sí un sherpa en este viaje que nos espera, alguien que va caminando a tu lado, subiendo la montaña, entendiendo el terreno y compartiendo lo que ve. Y sí, a veces nos perderemos, y otras encontraremos atajos que nos flipen, pero tranqui, lo haremos juntos.

Nuestro viaje no va solo de generar imágenes estilo Ghibli (como te gustan las modas, ¿eh?) o de escribir textos con ChatGPT (tampoco es el rincón del vago), va de automatizar tareas que te roban energía, de potenciar tu pensamiento crítico y de evolucionar como sociedad.

Pero empecemos por el principio: ¿de qué hablamos cuando hablamos de inteligencia artificial? Pues, básicamente, de algoritmos y máquinas que aprenden, razonan e interpretan lo que ven (o lo que les damos) para tomar decisiones “por su cuenta”.

Por ejemplo, ¿sabías que en China ya hay fábricas completamente automatizadas que operan en total oscuridad, sin humanos y fabrican móviles a un ritmo que parece de ciencia ficción? ¿O que, en Nueva York, el departamento de bomberos utiliza perros robots y drones con IA para entrar en zonas de riesgo y ayudar en emergencias? Y si eso te parece mucho... piensa que ya se están detectando casos de cáncer y enfermedades neurodegenerativas de forma precoz gracias a modelos de IA, superando a muchos métodos tradicionales en su precisión.

En esta área como en todo, hay que empezar desde abajo y por eso ya en países como Estados Unidos (decreto reciente de Trump) o China, la IA y la robótica forman parte del temario escolar de los más peques. Preparan a sus hijos no solo para entender esta nueva realidad, sino para liderarla. Mientras tanto, en Europa seguimos tanteando el terreno, y como las tortugas, lo hacemos a paso lento. Y ya sabes… en esta carrera, el que duda, pierde… aunque ya tendremos tiempo de hablar de esto.

Así que, aquí estaré … compartiendo ideas, experimentos, dilemas y alguna que otra locura en este mundo, donde las crypto son más que una moda ¿pasajera? Prepárate, esto va muy en serio, y no hace falta contarlo como si fuéramos un aquelarre de sabios iluminados. Basta con tener ganas de entender, probar y divertirse … porque, aunque no sea un juego, los humanos aprendemos así, jugando y experimentando.

Si te interesa… Bienvenido! Este espacio también es tuyo. Nos vemos en la siguiente columna, yo traeré la IA y tú la curiosidad, porque #AI MUCHO QUE CONTAR

Más en Opinión