A Volapié

Milei, no gain with no pain

Hoy quiero hacer un breve repaso a la evolución de Argentina desde la llegada del Milei a finales de 2023. A pesar del escaso tiempo transcurrido, ya hay logros notables. Veamos algunos de ellos.

- Inflación: el IPC mensual heredado del último gobierno peronista fue del 25%. Actualmente el dato ronda el 8,5%. La tendencia, cosa más importante, es a la baja. JP Morgan estima un 5% mensual para mayo; un 145% para todo el 2024, y un 45% para 2025. Con el gobierno anterior, la tendencia era alcista, dejando como legado una inflación del 211% en 2023.

Esta mejora es fruto del firme recorte del gasto público, así como del fin de la insensata monetización del déficit. Es decir, el banco central ha dejado de imprimir moneda falsa para financiar el déficit del tesoro. La riqueza viene del trabajo e inversión, no de fabricar billetes y monedas sin valor intrínseco. 

La inflación se está moderando también gracias a la desregulación de ciertos sectores. Los alquileres se han reducido un 20% en Buenos Aires porque se han eliminado los topes impuestos por el gobierno, lo cual ha aumentado la oferta. Según la consultora Econométrica, los precios de alimentos y bebidas acabaron abril subiendo a una tasa mensual del 3%, mientras que a lo largo del primer trimestre lo hicieron al 9% mensual. 

Gracias a esto las expectativas de inflación en Argentina están mejorando, lo cual es clave para que el proceso inflacionario deje de retroalimentarse. 

- Déficit público: la política fiscal ha logrado algo impensable en Argentina, un modesto superávit presupuestario, algo a destacar después de décadas de elevados déficits. El superávit es clave para controlar la inflación y restablecer la solvencia y la confianza en la nación argentina. 

Esto se ha conseguido gracias a un significativo recorte del gasto público. Cuando la situación no es desesperada, se puede hacer como en Suecia, país que ha reducido el peso de lo público en 22 puntos porcentuales del PIB a lo largo de dos décadas. Pero cuando se está en una gravísima crisis de solvencia e hiperinflación, como es el caso de Argentina, entonces el recorte se debe hacer radicalmente. 

- Tipos de interés: la mejora de la inflación y el control del gasto público están permitiendo al banco central reducir los tipos de interés. ¡El peronismo legó a Milei tasas del 133%! Con estos tipos, no se podía pedir préstamos para invertir, ni para comprar una vivienda. Esto cercenaba el desarrollo y ha sido uno de los causantes de tanta pobreza.

A día de hoy, los tipos están al 40%, y la tendencia es a la baja, y de forma acelerada, lo cual es una muy buena noticia. Mucho debe hacerse aún, aunque el crédito al sector privado ya está mejorando. Casi inexistente con los gobiernos anteriores, se estima que podría alcanzar el 10% del PIB en 2024, comparado con el 4% de 2023. Sin crédito no hay inversión, sin esta, no hay empleo ni generación de riqueza. 

- Bonos: los bonos del gobierno eran papel mojado antes de Milei. Ahora, obviamente la mejora en la solvencia del estado, la mejor calidad crediticia provoca que la prima de riesgo entre el bono de los estados unidos y el argentino se haya reducido desde el 20% al 12,6%, en solo cinco meses. Esto es fundamental para que el capital extranjero vuelva a fluir y se traduzca en inversiones, crecimiento y empleo. De hecho, las reservas de divisas internacionales están creciendo, lo cual es una gran noticia.

- Salarios: la tremenda inflación generada por los gobiernos peronistas a lo largo de décadas tuvo como consecuencia el empobrecimiento salarial de los argentinos. A finales de 2023, en términos reales, el sueldo medio era un 15% inferior al de 2013. En 2024, la caída de los salarios reales se está frenando notablemente debido a la desinflación. 

En conclusión, tenemos auténticos brotes verdes, insuficientes aún, pero muy notables dado que solo han pasado cinco meses desde la llegada de Milei. Lógicamente las reformas están teniendo un impacto en el crecimiento. La OCDE, el FMI, y el Banco Mundial esperan una contracción económica del 2,8% al 3,5% en 2024, seguida por una recuperación entre el 4 y el 5% en 2025. En cuanto al desempleo, aumentará del 6,6% al 8%, estimándose una caída al 7,5% en 2025. 

Milei dice que no hay plata, y es cierto. La hacienda pública argentina es insolvente por culpa de décadas de desgraciado peronismo. Por eso las plantillas públicas están siendo recortadas, así como el gasto corriente. El precio que Argentina está pagando es algo más de paro y la pérdida de poder adquisitivo en términos reales de ciertos colectivos que dependen o reciben ayudas del estado. Esta pérdida es debida a la hiperinflación, porque las ayudas crecen nominalmente. El dolor probablemente terminará a finales de 2025 o en 2026. Por eso es tan urgente e importante embridar el crecimiento galopante de los precios. 

Los recortes no solo son necesarios para restaurar la solvencia del estado y atacar la hiperinflación, son inevitables, so pena de acabar como Cuba o Venezuela. Para dar, primero hay que generar riqueza. Ayudar, subsidiar recurrentemente con deuda lleva a la pobreza, hacerlo emitiendo moneda falsa, lleva a la pobreza extrema.

Por lo tanto, no puede haber mejora a medio y largo plazo sin sufrimiento en el corto plazo. Los frutos cosechados, y los que están por venir, excederán a los males que se están padeciendo como consecuencia de las nuevas políticas.  

Conviene recordar sin embargo que peronistas y sindicalistas no ayudan a los más desfavorecidos bloqueando las medidas liberalizadoras y desreguladoras de Milei. Esto es así, porque son imprescindibles para mitigar el coste que están generando a corto plazo las medidas monetarias, cambiarias y fiscales. Son necesarias para que, i) el empleo y las rentas que se pierden, o menguan, por el lado de lo público, se recuperen por duplicado por el lado de lo privado, y ii) se consiga una más rápida y profunda desinflación. 

Así pues, en Mayo 2024, en conjunto, podemos decir que las medidas de Milei están siendo exitosas. Espero y deseo que parte de los excedentes que las nuevas políticas van a generar en breve se puedan destinar a aliviar a los más necesitados y afectados por la tan necesaria cirugía. Habrá que esperar al cierre del ejercicio para hacer una evaluación más profunda.

Más en Opinión