En esta hora de España

La Dignidad

La dignidad de las personas es un bien moral que ha de ser permanentemente objeto de cuidado, respeto y preocupación principal .

Hay una obligación pública de anteponer esa dignidad a cualquier poder y cualquier capricho de cualquiera, y eso es así ya que se tiende a olvidar lo más obvio e importante. La dignidad encierra múltiples obligaciones de respeto, comportamiento, responsabilidad, valores, compromisos, rectitud, honestidad, y todo ello elevado al máximo para ensalzar y proteger a la persona y considerarla en toda la plenitud de quien es insustituible y lo más preciado que existe .

Toda acción pública y también privada ha de estar siempre orientada a favorecer y proteger integralmente esa dignidad.

Los españoles conocemos bien lo que ello significa pues no en balde somos actores históricos principales de la construcción de nuestra civilización cristiana y occidental basada precisamente en la dignidad de las personas. Ello ha devenido ni más ni menos que en la creación de los derechos humanos y la democracia.

En este marco de convicciones profundas y trascendentales nos chocamos frontalmente con lo que traicionando a diario a su partido, a sus votantes y a toda la sociedad, encabeza el presidente del Gobierno, desarrollando un plan de pleno ataque y destrucción de la dignidad de las personas y también de destrucción de la dignidad de la sociedad. Una forma innovadora de esclavitud, que encabeza el presidente del Gobierno.

Hace dos días sale un nuevo informe de la Guardia Civil dejando al descubierto con más crudeza aún la enorme corrupción de su persona de confianza, el mismo que negoció con golpistas y filoterroristas, el mismo que sabe todas las atrocidades que se pueden hablar con personas así y solo a cambio de aupar al sillón presidencial a su amigo, para poder ser jefe del Gobierno . Amigos ambos, al que le nombra tras fallarle, - Oh casualidad -, al ser descubierto su otro amigo, el ministro Ábalos. ¿Y dice que no tenía ni idea de ello? ¿Ni idea de su anterior amigo aún diputado y del recién salido de prisión provisional también esta semana ? Pero si no responde en el parlamento de todo ello, contestando otra cosa … ergo, ¡asume las acusaciones ! Pero si no denuncia a Leire que le acusa al presidente del Gobierno de jefe de la cloaca … ergo, ¡asume que es el jefe de la cloaca! Pero si en el Senado contesta que “ no le consta “ o “ no sabe “ o “está comisión es un circo” … ergo, ¡asume su culpa plena por acción u omisión!

Ayer mismo, sentencia condenatoria al Fiscal General del Estado, y su jefe, el presidente del Gobierno, que hace una semana dice públicamente, que este ya delincuente, es “inocente”, y tras dicha sentencia lanza a su ministro de Justicia a decir nuevamente que es “inocente” el condenado… y el mismo apelar en el Congreso a la “soberanía popular” sin querer entender lo que es la separación de poderes y su independencia en una democracia, en claro símil a una democracia populista tipo Venezuela o Cuba …

La falta de respeto institucional, de respeto democrático, de respeto a las personas… de respeto a la dignidad de su partido, de sus votantes y de todos los españoles, es absolutamente inconmensurable.

Un presidente de Gobierno que traspasando todas las normas democráticas imaginables declara “inocente” a un condenado por el Tribunal Supremo. Un presidente de Gobierno que ha recibido ayer, así mismo, una de sus sentencias condenatorias. La absoluta sospecha y evidencia, de ser él, quien promovió el delito por el cual su Fiscal General ha sido condenado .

Al igual, que por supuesto ser el presidente del Gobierno pleno conocedor de todos los manejos tan oscuros de sus dos personajes de máxima confianza - hay que ser osado para decir que no sabía nada cuando al tener que prescindir de uno nombra al otro igual de corrompido-, hoy abrumados por los informes demoledores de la Guardia Civil y por las investigaciones de la justicia.

La indignidad más abyecta de un presidente de Gobierno denunciado por los medios de comunicación mundiales como el líder supremo del ataque total a la democracia, en modo golpe de estado de última generación, y líder de la corrupción más nauseabunda.

La dignidad de cada uno de nosotros y de la sociedad en su conjunto exige ponernos al frente de la dignidad de España, mancillada en todas las maneras imaginables por un indigno y traidor a España e incluso indigno de sí mismo.