LA MIRADA DE ULISAS que me precio de ser, al pretender contar todo lo que conlleva mi interés y también al tratar de analizar situaciones no siempre simples, anhelo rendirle un homenaje a un hombre que acaba de partir. Su cuerpo aún guarda la tibieza de la agonía, es Mario Mitrotti, un gran cineasta colombo italiano panameño que dedicó su vida a la imagen con muchos éxitos en su haber. Creó junto con el famoso director y productor de cine Ciro Durán y las hermanas Ventura, lo que se llamaría el inicio industrial de la cinematográfica en Colombia, cuando sus “claquetazos” estaban en pañales. Se dieron a la aventura de bregar por una cinematografía que deseaba abandonar los pinitos, madurar y señalar que podía y debía competir en los festivales más renombrados del mundo. Como fue el caso de la película Gamín, dirigida por el director, guionista y productor Ciro Durán, su socio y amigo. Filme documental seleccionado para representar a Colombia en la Quinzaine de Réalisateurs en el Festival de Cannes, importante sección del evento. Una primicia para el país y una conquista que les abriría el camino a otras producciones colombianas. Resultó la primera cinta de dicha nacionalidad en aparecer en las pantallas del festival de cine más importante del planeta. Presencia que le dio realce al séptimo arte que empezaba a decir cosas, a plantear situaciones y a mostrar la Colombia que no todos conocían. Comenzaba a desnudar su imagen, a aportar nuevos paisajes y a descubrir otras realidades con personajes y escenarios entrañables.
Mario Mitrotti, cuyo nombre nos ocupa para este artículo, fue el coproductor del filme y socio de Producciones Uno Limitada, la productora que realizó tal hazaña. Luego le sucedieron éxitos a granel debido a la fecundidad de muchas películas, documentales y series de televisión en su larga y extensa trayectoria de director, productor y guionista: Las Cuatro Edades del Amor, El Candidato, Mujer de Fuego, Los Victorinos, Ojo por Ojo, Hermosa Niña, Pandillas, Guerra y Paz etc… Dirigió a significativas figuras colombianas e internacionales. También realizó comerciales publicitarios para compañías tan importantes como Pepsi Cola y otras tantas empresas. Filmó con Gloria Stephan, con Tina Turner etc…y fue quien descubrió el joven talento de Sofía Vergara, hoy toda una estrella rutilante de Hollywood. El talante de Mario Mitrotti le valió numerosos premios y menciones. Su primer corto “Al Paredón” realizado en Venezuela le dio el primer empujón al brillo de su nombre. Recibió 17 galardones internacionales que lo situaron entre los grandes de Venezuela, donde habitaba en los años 60. Los triunfos acontecieron sin descanso. Iban sumándose uno tras otro. La televisión colombiana también le abrió sus pantallas para ponerlo en la palestra de los directores destacados. Siendo un hombre generoso de alma y de proceder invirtió en los últimos años su tiempo y su dedicación a proteger los derechos de autor de la industria audiovisual en Colombia. Unir la voz de tantos directores, productores, guionistas que no veían sus ganancias llegar al sector adecuado no fue tarea ausente de sudores. Sin embargo, para Mario Mitrotti y todo su equipo de trabajo resultó labor prioritaria. Nada fácil, llena de escollos que a la larga fueron venciendo y ganando terreno contra los monopolios de la industria. Se dieron a la faena de proteger la explotación de la imagen que se merecía y se merece las prebendas dignas de un trabajo, que no siempre tuvo el mejor respaldo económico ni los dividendos que debían ser cosechados. Muy a la deriva estaba esta industria audiovisual que reunía a un sin número de soñadores. Quizá, no les otorgaban demasiada relevancia a sus derechos, con tal de hacer lo que su pasión les dictaba. Mario consciente de la problemática tomó las riendas en sus manos de pelear por el gremio y conseguir los beneficios con los que jamás habían soñado sus compañeros de oficio. Imagino las noches de trasnocho, de desvelos y sin duda de lágrimas contenidas, que debió padecer este vehemente entusiasta del cine, la televisión, del audiovisual y de todo lo concerniente a la imagen, sonido y escenarios diversos con actores y personajes al antojo del realizador. Dadivoso y entregado anhelaba proteger a los hermanos de su misma actividad. Empuñó la labor de alcanzar la defensa de los derechos de autor y a ello dedicó sus últimos años con el tesón que, nunca nadie le había inyectado a aquella utopía. Parecía una quimera imposible de alcanzar, pero Mario, un soñador empedernido y hacedor se arremangó y durante años le puso el pecho al sueño que ya cuajó, gracias a su incansable entrega. Y por ello, el gremio del audiovisual se unió a estos excelentes propósitos y le quedará inmensamente agradecido a Mario Mitrotti por su emprendimiento y por los logros que abultan sus bolsillos, otrora llanos. Mario parte hoy dejando un gran legado y una gran lección de vida, que aún los imposibles se logran cuando la voluntad no decae. A la familia, su esposa y sus hijos igual que a los amigos y compañeros de lides se les extiende un gran abrazo. De seguro el consuelo les cobijará el corazón al recordar que su misión de vida y de ser no fue vana, a pesar de los vientos contrarios y de las mareas desbocadas. Desde ya se torna leyenda, gracias a la tarea emprendida por este personaje del espectáculo que supo navegar sus ideales y hacer de ellos la razón de su existencia, bajo el clamor enfurecido del aplauso de todos sus colegas. Buen viaje, Mario, retornas a la luz y a la casa que nos espera a todos, donde seguramente Ciro Durán y tus seres queridos te darán la bienvenida. Tu obra y tu devenir en la Tierra reciben el estruendo de las palmas en alto. Aclaman tu labor y tu estancia en este mundo. Tu carrera jamás perderá su esplendor. Descansa en paz.