Prisma Internacional

Europa, sin rumbo ni dirección estratégica

Europa sigue empeñada en una política exterior errática y desafiante frente a los Estados Unidos, mientras nuestros enemigos, como Rusia e Irán, se preparan abiertamente para la confrontación abierta con Occidente. El caso de Gaza  es el más emblemático de esta disparatada acción exterior, al habernos puesto de parte del agresor, Hamás, y abandonado a nuestros aliados, como Israel. Algún día lo pagaremos caro y será demasiado tarde.

El presidente norteamericano, Donald Trump, ha criticado a los líderes de la Unión Europea (UE) por conducirse hacia el suicidio por su política migratoria, más concretamente por el fracaso de la misma por haber permitido la inmigración ilegal y la entrada de millones de ilegales, lo que está provocando, según sus propias palabras, un “desastre sin paliativos”. Trump ha arremetido contra las políticas buenistas de “brazos abiertos”, como las que practican numerosos gobiernos europeos, entre ellos el presidido por Pedro Sánchez, y ha asegurado que Europa está destruyendo su patrimonio cultural e identitario.

Este llamado de atención, que por supuesto caerá en saco roto entre nuestros “progresistas” continentales, no ha sido recibido con agrado por la mayoría de nuestras cancillerías, a excepción de Hungría y Polonia, muchos más receptivos a las propuestas de Trump en esta materia, y cada vez la distancia entre Europa y Estados Unidos en este y otros asuntos es cada vez mayor, lo que puede ser trágico para nuestro continente porque sin la ayuda norteamericana en el seno de la OTAN no hay ninguna garantía para la defensa del mismo en caso de un ataque ruso.

Mientras nuestra ministra de Defensa, Margarita Robles, visitaba Lituania en un viaje oficial se negó a apoyar las pretensiones de las autoridades de este país para atacar de forma directa y frontal los ataques rusos con drones para no “provocar” a los atacantes, para, a renglón seguido, ser hackeados los sistemas de GPS de la aeronave en la viajaba durante su vuelo de regreso a España.  Así están las cosas, el buenismo nos mata mientras crecen las amenazas externas.

Premiar al terrorista, castigar a Israel: pésimo mensaje 

Por otra parte, varios líderes europeos, entre los que destacan los de España, Francia y el Reino Unido, han sido afeados por Trump por su política con respecto a Gaza. El presidente norteamericano tiene bien claro quién es el enemigo en esta guerra, Hamás, y que fue este mismo grupo el responsable que comenzó la misma con su ataque del 7 de octubre a Israel, causando más de 1200 muertos, 2000 heridos y 251 secuestrados,  la mayor parte de ellos asesinados por los terroristas. Trump sabe que Israel es el muro de contención del islamismo extremo en Oriente Medio y que los enemigos de Israel, Irán, Hezbolá, Hamás y los radicales sirios, son los enemigos de Occidente.  Europa, sin embargo, no ha entendido nada de nada de lo que esta pasando y se aprestó a un precipitado reconocimiento del inexistente “Estado” palestino -que ni ha existido nunca ni existirá-.

Luego la ambigüedad de Europa con respecto a los regímenes comunistas de Cuba, Venezuela y Nicaragua exaspera a Trump. En Estados Unidos todavía no entienden como la Unión Europea (UE) incluso da ayudas económicas y humanitarias a países que son los campeones mundiales en violación de los derechos humanos y en competencia abierta contra Occidente, habiendo permitido la introducción de Rusia, Irán y China en el tablero latinoamericano, desafiando abiertamente a Washington en los campos político, militar y económico. Estos países no son nuestros amigos, como pretenden algunos en Europa, a la cabeza de los cuales se encuentra el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, sino los amigos de nuestros mayores enemigos. 

Este claro distanciamiento de nuestro aliado del otro lado del Atlántico puede tener, en el corto y en el largo plazo, consecuencias letales para la Defensa y Seguridad europeas, pues la OTAN sin la presencia de los Estados Unidos es un cascarón vacío frente a una amenaza rusa en toda regla. Termino estas reflexiones con unas palabras del general norteamericano el general norteamericano Douglas MacArthur, que cito literalmente: "La historia de los fracasos en la guerra puede resumirse en dos palabras: demasiado tarde. Demasiado tarde en la comprensión del letal propósito del enemigo; demasiado tarde en tener conciencia del mortal peligro; demasiado tarde en lo tocante a la preparación; demasiado tarde en la unión de todas las fuerzas posibles para resistir; demasiado tarde en ponernos al lado de nuestros amigos.” ¿Será demasiado tarde para los europeos comprender las verdaderas y reales amenazas a las que nos enfrentamos?