Sencillamente irresistibles

Cumbres borrascosas

Transitar hacia las emisiones cero exige, ni más ni menos, y según dicen los sabios y sabiondos a lo Greta Thunberg,, que se produzca una completa transformación del modo de producción, de la forma de consumir y de la de trasladarnos.

A este respecto, Feijóo pedía retirar de las carreteras los vehículos con más de diez años y hacerlo de forma inmediata.

¿Pero cómo transitamos los ciudadanos a la posibilidad de comprar un coche nuevo?, porque eso es en realidad lo que deberían solucionar sus señorías, ya que cobran por ello, en lugar de perder el tiempo lanzando simplemente los enunciados “hay que hacer, hay que hacer, hay que hacer”, o creando los problemas ellos mismos. 

¡¡¡Ya lo sabemos!!! Todos queremos mejorar, cambiar los viejos vehículos por otros nuevos (desde luego no eléctricos) 

¿Pero cómo se consigue? ¿De dónde se obtienen los medios económicos para lograrlo? Esto es lo que- insisto- tendrían que resolver los políticos en lugar de “regalar” de “comprar votos”, a veces de  robar y otras muchas de dilapidar nuestro dinero, el de nuestro trabajo, el de nuestros impuestos. 

Pero claro, la hermosa agenda 20/30, la que pretende rehacer nuestras vidas y vivencias a cambio de ponerle continuas cataplasmas ñoñas, falsas y absurdas al planeta, y de la que también el señor Feijóo es correligionario, señala que lo mejor es que no tengamos coche, y sin embargo, que seamos felices. 

Se refiere a quienes no pueden comprarlo. O sea, al parecer los pobres, los que menos recursos tienen serán felicísimos. Ellos los mandamases (Davos y compañía) lo saben porque van de dioses, ejercen de dioses y están convencidos de su divinidad.

En la última cumbre del clima celebrada en Dubai (Emiratos árabes Unidos) el presidente del gobierno socialista Pedro Sánchez, ha movilizado un Airbus A-310, un Falcón y un helicóptero súper puma para su desplazamiento de hombre de mundo y grandísimo estadista que no se pierde ni una (Pero eso ¡No Contamina!). 

Sin embargo allí no estaban ni Xi Jinping  ni Joe Biden y el “Fondo Verde” lucia menos verde sin ellos, aunque hay mucho verde suelto y que cada quien lo interprete como quiera. 

Además, para mayor inri de esta cumbre borrascosa, la anfitriona Adnoc (Abu Dhabi National Oil Company) planea incrementar su producción de petróleo y gas… ¿Alguien se explica esto cuando al parecer se reúnen para buscar alternativas al combustible fósil? 

Es todo rematadamente falto de coherencia, o sospechosamente ilógico, y más aún lo es que sean nuestros coches con más de diez años los contaminantes supremos, los que debemos retirar de las carreteras. 

Lo suyo, sus “explotaciones”, sus comitivas, su “calentamiento global” entre la nieve (porque nieva a tutti plan mal que les pese y media Europa está congelada), su continuo “nadar y guardar la ropa”, su voracidad insaciable de “negocios” su “yo soy el que manda y tu obedeces y encima lo haces encantado”, su desfachatez, su intento de convertir el mundo en su feudo, sus trucos, sus tretas, sus trampas, sus mentiras no tienen mayor importancia.

Porque el verdadero, el genuino cambio que nos inoculan sin escrúpulos  es el del “no entendimiento”, el de los conceptos tergiversados, el del idioma capitaneado por Don Sanchez&Panza que sustituye las “mentiras” por los “cambios de opinión” y el indecente y vergonzoso “secretismo” con Puigdemont por el de “discreción”.

Y nosotros tenemos que aceptarlo ciegos, mudos, sordos y sin coches, naturalmente, porque andando cuidamos muchísimo del planeta y disfrutamos del paisaje.

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