Sociedad Civil

El comportamiento incondicionalmente ético que un gobernante ha de tener

No para el mes de agosto de sobresaltarnos con noticias que harían caer un gobierno solo por la cuarta parte de ellas.

Un presidente de Gobierno que se va de vacaciones sin explicar su corrupción, la de su número dos, la de su familia y la de su partido. Tampoco nos explica lo que han sido sus beneficios con los lupanares. No da explicaciones en contratos chinos que atentan contra la seguridad nacional e internacional, habiendo recibido además el aviso de no hacerlo por parte de la Unión Europea y de Estados Unidos. Un informe GRECO, que denuncia la corrupción española y ningún avance para corregirla escondido durante dos meses y dado a la luz el primer día de vacaciones finalmente para que los españoles no nos enteremos. Suspensión de un contrato de aviones de combate con Estados Unidos y a cambio clausurada una ruta marítima estratégica para España y que afecta de lleno a Algeciras y toda su economía. Los trenes varados cada día con miles y miles de viajeros sin recibir explicación en plenas vacaciones. Uno de los principales represores del régimen de Maduro se pasea por España estando prohibido por Europa, y sin explicación alguna, mientras seguimos sin saber nada de los españoles detenidos en Venezuela desde hace mucho tiempo.

En directo estamos viviendo de nuevo este verano homenajes ignominiosos a los terroristas y campando a sus anchas sus amigos, provocando y amordazando a la sociedad, y ello es con toda seguridad el mayor motivo imaginable para dimitir por indignidad manifiesta y ataque premeditado por omisión a las víctimas del terrorismo y sus familias.

Ha pasado un año desde las elecciones venezolanas y la heroica victoria de la oposición con el liderazgo ejemplar de María Corina Machado y la victoria del presidente González Urrutia y el presidente del Gobierno no lo reconoce y junto a Zapatero confirman su complicidad delictiva con un usurpador y criminal.

Un presidente de Gobierno rechazado por los principales países europeos y por Estados Unidos para poder participar en la preparación de la cumbre entre Estados Unidos y Rusia para abordar el fin de la guerra de Ucrania. La prensa mundial señalando al presidente del Gobierno por corrupción rebosante y por ataque continuado al Estado de Derecho, sin poder entender por qué no dimite por mínimo pudor, y tampoco poder entender porqué está dañando tanto a la democracia española y a la dignidad de todos los españoles y resto de europeos… En fin, una secuencia interminable de hechos inadmisibles en democracia, en plenas vacaciones veraniegas.

Sin duda el presidente del Gobierno está haciendo algo bueno … y es demostrar a toda España, a toda Europa y al mundo, exactamente el manual de todo lo que un gobernante jamás puede siquiera imaginar hacer, y por supuesto jamás poder poner en práctica. Nadie lo había hecho hasta ahora, pero al menos esta primera vez servirá para tener siempre muy claro que un gobernante por malo que sea nunca podría equipararse al nuestro y por ello podrá tener muchos recursos para no intentar por todas las maneras imaginables acabar con su nación.

Estamos en un momento de incendios trágicos en toda España con muertos y muchos heridos graves y si faltaba algo nuevamente vemos cálculos ordenados o consentidos por el presidente del Gobierno para aprovechar la tragedia y tratar de sacar rédito miserablemente. No encuentro palabras para calificar esta actitud de inmoralidad superlativa y de falta de mínima humanidad, tal y como pasó en las riadas de Valencia, Castilla-La Mancha y Málaga, donde independientemente de las responsabilidades de la máxima autoridad regional, el Gobierno debió ponerse al frente de manera automática, como también tenía que haber hecho ahora con los incendios, desde el minuto uno, no omitir el deber inmediato de socorro, y aplicar la normativa tan meridianamente clara existente para abordar tragedias y catástrofes nacionales. Esto es estricta y llanamente así .

Pero imaginemos que no existiera esa normativa que por lógica aplastante no deja que una tragedia que afecta a un solo territorio o a varios, pueda dejar de estar atendida con todos los medios del Estado. Imaginemos este imposible…

Entonces, un gobernante sea de la ideología que sea, solo por mínima ética de comportamiento, mínima sensibilidad, mínima humanidad, mínima decencia, mínima conciencia, mínima urbanidad incluso, mínima educación, mínima responsabilidad, mínima formación, mínimo rigor, y minimísimo sentido común y del cargo, lo primero que haría es dar orden directa de mandar todos los efectivos posibles a la región o regiones necesitadas y de forma simultánea fortalecer de inmediato al primer camión de bomberos que llegara de la autonomía o autonomías que fueran, solo por el hecho de que momentáneamente estuvieran más cerca…. que además en muchísimos casos solo por lógica también de distancias, logística o simples casualidades es seguro que los medios del Estado llegarían incluso mucho antes por estar por ejemplo estacionados a pocos kilómetros del inicio del incendio. ¿ Es tan difícil de entender que este debe ser el comportamiento?

Lógicamente es fácil, muy fácil de comprender, pero lo que es difícil no… dificilísimo de entender es que un gobernante haga exactamente lo contrario. Eso no lo comprende nadie en su sano juicio.

Por eso, un presidente de Gobierno cuyo comportamiento es indigno, perverso, inmoral, antidemocrático, deshonesto, y plenamente inhumano …. no puede estar al frente…

Antes de cualquier circunstancia política o de cualquier conveniencia, la sociedad harta de tanta incomprensible y perversa indignidad ha redescubierto lo obvio y principal, muy por encima de ideologías. La vuelta a la mínima e indiscutible dignidad y decencia que toda persona ha de ejercer, al mínimo comportamiento ético, al mínimo compromiso moral como cualquiera que convive en sociedad ha de hacer.

Esto es anterior a todo y lo que hemos aprendido, al menos, es que todo ello, no solamente es indispensable, sino trascendental y condición sine qua non para un responsable público y máxime si aspira a primer ministro.

Esto que parecía que se daba por hecho se ha demostrado que no lo es en absoluto, con este presidente de Gobierno - aunque sea inconcebible e inimaginable entre personas normales- y por tanto todo mecanismo de control y garantía de cualquier aspirante será poco para asegurar y confirmar que como mínimo jamás vuelva la indecencia y falta más absoluta de valores, y que tampoco se vuelva a transgredir el ABC de la Constitución, del Estado de Derecho , de la libertad y de la democracia.