Mutualidad

José Javier Mancilla (ANMARQ): «Sin los jubilados no habrá pasarela, no vamos a dejarlos tirados»

El presidente de la Asociación Nacional de Mutualistas Arquitectos, con más de 1.200 socios, denuncia la exclusión de miles de afectados en la actual Proposición de Ley y defiende que la pasarela al RETA sea universal, constitucional y optativa.

Javier Mancilla, presidente de la Asociación de arquitectos y aparejadores afectados
photo_camera Javier Mancilla, presidente de la Asociación de arquitectos y aparejadores afectados

A pocos días de la manifestación del 27 de septiembre, convocada por todas las plataformas de mutualistas, José Javier Mancilla Millón, presidente de la Asociación Nacional de Mutualistas Arquitectos (ANMARQ), advierte que el colectivo no aceptará una “pasarela fake” y exige una ley que ampare a todos los afectados, incluidos los jubilados, con pensiones dignas y equivalencias justas. Mancilla responsabiliza a gobiernos, partidos y mutualidades de haber mantenido durante décadas una situación “injusta e inconstitucional”, y asegura que, si el Congreso no da respuesta, los tribunales serán el siguiente paso.

Esta manifestación está respaldada por todas las plataformas. ¿Cuáles son los puntos que tienen en común con las demás plataformas y en cuales difieren?

Todas las plataformas y asociaciones coincidimos en que la Pasarela al RETA que pedimos debe ser Universal, Constitucional y Optativa. Universal, entendiendo con eso que debe incluir a todos los interesados en ella, y en especial a los jubilados, la parte más débil del colectivo de afectados. Constitucional, es decir, asegurar una pensión suficiente y actualizada periódicamente como establece la Constitución, y Optativa, para que quien, por la razón que sea, decida permanecer en su mutualidad pueda hacerlo sin problemas. En cuanto a las diferencias, las hay, entre la constitución de los distintos convocantes a la manifestación. Por ejemplo, ANMARQ es una asociación nacional de arquitectos y aparejadores, con naturaleza jurídica, estatutos, 1.200 socios que nos han facilitado sus datos y han pagado una cuota, con Junta directiva, asesor jurídico y fiscal y Libro de estilo. Pero si nos referimos a la demanda y planteamiento de la Pasarela al RETA, las diferencias entre plataformas y asociaciones son solo sobre matices, en especial sobre la forma de valorar cómo se pasa los capitales de la mutualidad al RETA, y en consecuencia de cuál debe ser la equivalencia de importes entre mutualidad y RETA. Pero esta manifestación, convocada por todos, se hace precisamente para evidenciar nuestra unidad en todos los aspectos importantes de la futura Pasarela. Es importante para nosotros decir que nuestros representantes institucionales en su gran mayoría ahora también nos respaldan, y respaldan esta manifestación: muchos de los Colegios de Arquitectos y de Aparejadores y AT, que al principio no apoyaban la creación de la Pasarela, ahora la respaldan, al igual que el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos. De hecho, esta manifestación ha sido anunciada por la mayoría de los Colegios de Arquitectos, y muchos de Aparejadores. Vamos a publicar la relación en prensa (podemos, si se nos pide, ponerlo como anexo a estas respuestas).

¿Qué puntos de la Proposición de Ley consideran inaceptables y por qué?

El más importante, las exclusiones de gran parte del colectivo de afectados, porque eso invalida la pasarela. Que no establezca un umbral mínimo de pensión para todos los afectados (es un disparate que un profesional que ha cotizado 38 o más años pueda obtener una pensión de 300 €, o incluso de cero euros, y esto la actual ley no lo resuelve). También que no exige que el reglamento se debe hacer junto a la Ley, o en un plazo muy breve.

¿Cuál es la medida mínima que tendría que aprobarse para que se sintieran escuchados?

No es solo una. No nos vamos a “conformar” con un “mal menor”. La ley debe tener unas medidas mínimas para ser aceptable: Recoger a la totalidad de los afectados que quieran acogerse a la pasarela, una equivalencia justa de los años trabajados y los importes reconocidos en la pensión a percibir en RETA, y la seguridad de que todo el proceso se va a hacer en un plazo breve, asumible por los que llevamos décadas esperando.

¿Tienen estimaciones de cuánto perderán o dejarán de cobrar los mutualistas si la Proposición de Ley se aprueba tal y como está redactada?

Tenemos datos de multitud de mutualistas que están cobrando o van a cobrar pensiones de 300, 450 o 500 euros, incluso por debajo del importe de una pensión no contributiva, y en solo 12 pagas, y sin actualización alguna por muchos años que pasen. De otros cuya pensión es de cero euros, por haber agotado los importes de “prestación de jubilación” que le da su mutualidad y en realidad es un plan de pensiones. (Hay mutualistas que ante una pensión miserable de 300€ vitalicia, han tenido que optar por una pensión “un poco menos miserable” pero a cobrar en 10-15 años.) Y eso tras haber estado aportando 40 años o más. E incluso si esos mutualistas se acogieran a la Pasarela, la redacción actual no mejora la situación de muchos de ellos. Pero el problema no es solo lo que se perderá o dejará de cobrar. El problema es que encima, si la ley se aprueba tal y como ahora está redactada, decenas de miles de mutualistas lo perderán todo, simplemente porque quedarán fuera de la pasarela con su formulación actual, lo que es inadmisible.

Los pasivos estarán muy presentes en esta protesta. ¿Qué mensaje concreto tienen para ellos?

Que sin pasivos no se admitirá una pasarela fake. Que no los vamos a dejar tirados. A ninguno de ellos. Que esto es una línea roja para todos nosotros.

¿A quién hacen directamente responsable de que esta situación se haya enquistado: al Gobierno, a los partidos o a las mutualidades?

No es que la “situación” se haya enquistado. No era un problema enquistado al que no se sabía cómo buscarle solución. Es mucho peor: es que la desastrosa e injusta situación de los mutualistas ni siquiera se vio como un problema al que había que buscarle solución hasta hace apenas dos años. Hasta que empezaron nuestras movilizaciones. Y de que esto haya sido así hacemos responsables en primer lugar a los sucesivos gobiernos, no “al Gobierno”, porque todos los Gobiernos desde 1997 y antes han mirado hacia otro lado, incumpliendo sus obligaciones respecto a más de 150.000 ciudadanos. Por tanto, a los distintos partidos que han sustentado a esos Gobiernos, y a los de la oposición, que no exigieron que se nos atendiera. Y por supuesto a las mutualidades, que se han lucrado de forma indecente de una situación anómala y fallida, mediante información confusa, opacidad y manipulación del control democrático.

¿Hay algún partido que esté claramente de su lado? ¿Temen convertirse en una bandera política para unos y un problema para otros?

Todos los partidos están a favor. En la toma en consideración de esta Proposición de ley ni un solo partido votó en contra. Todos por tanto apoyan que se haga una pasarela. El único partido que se abstuvo, VOX, fue el que después hizo una enmienda a la totalidad que fue desestimada. La pasarela no puede ser un problema para nadie.

Muchos mutualistas aseguran sentirse engañados, pero otros defienden la mutualidad y no quieren pasarse al RETA. ¿Qué tienen de diferente unos y otros para vivir la misma situación de forma tan opuesta?

Hay mutualistas que al parecer están como “abducidos” por las mutualidades, y encantados con ellas. Nuestra experiencia es que todos los mutualistas que se informan de forma completa quedan horrorizados y quieren la Pasarela. También es cierto que hay mutualistas que cogieron situaciones pasadas mucho más ventajosas (no las actuales mucho más degradadas) o tienen situaciones y trayectorias profesionales en las que lo de la mutualidad es solo un complemento de una estupenda pensión pública. Incluso hay mutualistas, representantes de cientos de los otros mutualistas que no los conocen (porque la mutua esconde sus nombres en aras de una presunta “protección de datos”, lo que parece absurdo en un cargo electo), y algunos de ellos han resultado ser empleados de la mutualidad, incluso altos empleados de la misma, lo que tal vez influya en la objetividad con que ven el asunto. En todo caso, nosotros respetamos totalmente la libertad de elección de cada uno, y por eso insistimos en que la pasarela sea opcional y voluntaria. Pero veremos, si la pasarela sale como pedimos, cuantos de esos “encantados con las mutuas” se quedan realmente en ellas. Ha pasado antes con otras legislaciones que mejoraban derechos, como el divorcio, que muchos enemigos acérrimos fueron luego los primeros que las usaron.

Muchos mutualistas dudan de que una manifestación pueda cambiar la ley. ¿Qué les responderían?

Lo que con seguridad no cambiará ni una ley ni una situación injusta es quedarnos en casa y en silencio como hemos hecho hasta hace muy poco. La manifestación es una forma de darle visibilidad a un problema grave y que afecta a más de 150.000 profesionales. Y muy probablemente ni la proposición de ley se hubiera presentado, ni se mejoraría ahora de forma importante como pedimos, si no se hubieran empezado hace unos años las movilizaciones, las manifestaciones y los actos para dar publicidad a nuestro problema. Y estamos precisamente ahora en periodo de enmiendas de los partidos. Por tanto el momento adecuado de recordarles a esos partidos qué pedimos y por qué lo pedimos. Una manifestación no es una solución mágica, pero desde luego ayuda a que nuestros diputados entiendan que no vamos a parar hasta obtener lo que en justicia pedimos.

Si el 27 de septiembre no surte efecto, ¿qué pasos darán después?

Todos los necesarios hasta obtener nuestras demandas. Sin desfallecer y sin rendirnos. Y si finalmente nos obligan a obtener vía tribunales lo que el Congreso nos niega, por supuesto que lo haremos.

¿Qué debería entender cualquier ciudadano que no es mutualista sobre lo que está ocurriendo con sus pensiones?

Que la gran mayoría de afectados estamos en una mutualidad por obligación legal. Porque cuando empezamos a trabajar no se nos daba otra opción. Y cuando se admitió la posibilidad de pasarse al RETA en 1997 era a costa de perder todo lo cotizado hasta ese momento, y empezar la vida laboral con el contador a cero, al no reconocerse los años anteriormente cotizados. Que por tanto lo de 1997 no fue una Pasarela, sino una chapuza, que no fue en absoluto una solución y sigue sin serla. Que los que más tarde, a partir de 1997, entramos a la mutualidad como alternativos fuimos informados en nuestros Colegios correspondientes tendenciosamente, con información sesgada e incompleta, contándonos solo las supuestas bondades del sistema y lo solidarios que seríamos con nuestro colectivo y por supuesto jamás se nos informó de los muchos y graves inconvenientes, ni se hicieron comparativos serios entre la mutualidad y el RETA a igualdad de aportaciones. Este sistema de captación de incautos lo sigue haciendo la mutualidad hoy en día, con el permiso del Estado, desinformando a conciencia a los estudiantes en las Escuelas, visto que a través de los Colegios ya lo tienen más difícil. Que además esas mutualidades, al menos hna, han acumulado hasta la fecha dos quiebras técnicas, que han resentido aún más este sistema de previsión que se ha demostrado fallido. Porque no recibimos una pensión como exige la Constitución, sino solo un plan de pensiones de capital cautivo y rentabilidad no garantizada. Y todo esto es inconstitucional e injusto. Que somos un elevado número de profesionales, que han aportado tanto o más que los autónomos en RETA a igual periodo de cotización, si se tienen en cuenta todas nuestras aportaciones, a los que el Estado nos ha fallado, y ha permitido que las mutualidades, que comenzaron con un carácter gremial, al convertirse en empresas privadas de seguro, nos hayan ocultado información, con enorme opacidad, nos hayan dado información confusa, y hayan pervertido su carácter en teoría democrático, con el resultado, en definitiva, de estar siendo maltratados en nuestra previsión social y con nuestras desastrosas pensiones. Solo queremos ser tratados como el resto de los españoles. Por supuesto no mejor, pero tampoco peor.