Estudio

España y el Benelux: afinidades culturales, simpatía turística y desafíos de imagen mutua

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El Real Instituto Elcano ha presentado en la Fundación Carlos de Amberes el estudio España y los países del Benelux. Imágenes mutuas, una completa radiografía de las percepciones cruzadas entre ciudadanos de España, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. El análisis, realizado en colaboración con la Association des Amis de la Fondation Carlos de Amberes, la Cámara Oficial de Comercio de España en Bélgica y Luxemburgo y la propia fundación Carlos de Amberes, ofrece una visión reveladora sobre la simpatía, la admiración y también los estereotipos que condicionan la relación entre estas naciones.

Alta simpatía, baja confianza: una paradoja emocional

Uno de los hallazgos más llamativos del informe, elaborado a partir de 3.400 entrevistas en los cuatro países, es que mientras que España despierta simpatía y curiosidad entre los ciudadanos del Benelux –con un 68% que declara sentir simpatía hacia nuestro país–, la confianza sigue siendo relativamente baja (49%). A la inversa, los españoles confían más en los ciudadanos del Benelux (más del 50%) pero muestran una simpatía más contenida, con un 58% que declara poca o ninguna simpatía.

Esta dicotomía se explica, en parte, por la fuerte presencia turística de España en el imaginario colectivo del Benelux: el 81% de los encuestados ha visitado alguna vez nuestro país, asociándolo espontáneamente con buen clima, gastronomía, paisajes y cultura. No obstante, persisten ciertos prejuicios que lastran una relación más profunda, como la percepción de España como un país emocional, poco igualitario o con escaso compromiso ecológico.

España, admirada por su cultura… menos por su economía

El estudio confirma que la cultura sigue siendo el gran estandarte de la imagen internacional de España. Tanto españoles como ciudadanos del Benelux coinciden en valorar como superior la producción artística y cultural española respecto a la de Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. Personajes como Rafa Nadal, Picasso y Dalí siguen siendo los más citados espontáneamente, reforzando una imagen vinculada al talento creativo y al deporte de élite.

Sin embargo, en los aspectos más “duros” como la economía, la innovación o la política, los países del Benelux superan ampliamente a España en percepción ciudadana. Un 83% de los neerlandeses, por ejemplo, cree que su país tiene un sistema económico mejor que el español. Esta visión se extiende al respeto al medioambiente, la igualdad de género y el desarrollo tecnológico.

Los españoles también idealizan al Benelux, aunque con matices

Desde España, los países del Benelux son vistos como democráticos, trabajadores, ricos, honestos y racionales. Pero también, de forma significativa, como “egoístas” (41%). Este adjetivo, que influye negativamente en la valoración global, parece estar asociado a la imagen de Países Bajos y Luxemburgo como países fiscalmente frugales o críticos con la política económica del sur de Europa.

Por su parte, los españoles se muestran más orgullosos de su cultura que de su sistema económico, aunque una mayoría cree que en España se vive mejor que en el Benelux, especialmente en regiones como Andalucía. Este sentimiento aumenta entre los ciudadanos con mayor nivel educativo.

¿Influye la ideología política?

El informe también arroja luz sobre cómo la orientación ideológica condiciona la percepción del otro. En general, las personas que se identifican con la derecha tienden a tener valoraciones más positivas tanto en España como en el Benelux. Curiosamente, en España es la izquierda la que más considera egoístas y machistas a los países del Benelux, mientras que en esos países es la derecha la que aplica esos mismos calificativos a España.

Turismo, lengua y oportunidades de conexión

El español gana terreno como lengua de interés en los países del Benelux, sobre todo entre los jóvenes: un 43% de los ciudadanos de 18 a 34 años ha estudiado español o lo está estudiando. Además, casi el 40% considera que España y su país tienen intereses comunes y una parte importante cree que deberían coordinar posturas en política europea.

No obstante, solo un 35% de los encuestados se considera bien informado sobre la realidad española, lo que evidencia una brecha de conocimiento que puede estar frenando una relación más sólida.

El legado histórico y la “leyenda negra”

A pesar del pasado compartido durante los siglos XVI al XVIII –cuando buena parte del territorio del Benelux formaba parte del Imperio Español–, la percepción de esta herencia es mayoritariamente positiva: solo un 15% la califica como negativa, porcentaje similar al que recibe la influencia francesa. Esto demuestra que la llamada “leyenda negra” tiene escasa presencia en la memoria colectiva actual de estos países.

Entre el afecto y el desconocimiento

El estudio muestra que la relación entre España y el Benelux está marcada por una mezcla de simpatía emocional, respeto cultural y cierta distancia en materia de confianza institucional. España proyecta una imagen amable, vital y rica en cultura, pero aún debe trabajar para fortalecer su reputación en ámbitos como la política, la economía o el compromiso medioambiental.

Frente a ello, los países del Benelux se ven desde España como referentes de eficiencia y modernidad, aunque empañados por una percepción de frialdad o egoísmo. Fortalecer las relaciones bilaterales, mejorar el conocimiento mutuo y fomentar la cooperación estratégica se presentan como los retos para avanzar hacia una relación más equilibrada.