Argentina

Argentina lidera el crecimiento en Occidente con un PIB del 5,9 % interanual y dinamismo económico sostenido

El INDEC confirma que Argentina acumula cuatro trimestres consecutivos en positivo, con un fuerte impulso de la inversión y el consumo privado

Javier Milei en el Centro Riojano en  Madrid - Juan Antonio Mardomingo
photo_camera Javier Milei en el Centro Riojano en Madrid - Juan Antonio Mardomingo

Argentina consolida su recuperación económica con cifras que sorprenden incluso en el contexto internacional. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Producto Interno Bruto (PIB) del país creció un 0,8 % en el primer trimestre de 2025 respecto al trimestre anterior y un 5,9 % interanual, encadenando así cuatro trimestres consecutivos de crecimiento.

Los datos no solo reflejan una tendencia positiva, sino una transformación estructural de la economía, sustentada en motores internos y no en el gasto público. El consumo privado aumentó un 10,6 % interanual, señal clara de que la confianza de los hogares ha regresado tras años de inestabilidad. Más llamativo aún es el crecimiento de la Formación Bruta de Capital Fijo (inversión), que se disparó un 28,8 %, impulsada mayoritariamente por el sector privado.

Este auge en la inversión se considera uno de los signos más prometedores, ya que indica una apuesta empresarial por el futuro del país, algo impensable hasta hace poco. Además, las importaciones crecieron un 42,5 %, lo que evidencia un dinamismo en la demanda interna, y la variación de existencias pasó a ser positiva, otro indicador clave de la reactivación económica.

Frente a este impulso del sector privado, el consumo público se ha mantenido estable e incluso ha mostrado una leve reducción del 1,7 %, lo que señala que el crecimiento no está siendo impulsado artificialmente por el Estado, sino por la actividad real de los agentes económicos.

La inflación también muestra signos de contención, con cifras notablemente más bajas que meses anteriores, lo que refuerza la percepción de que Argentina ha entrado en una nueva etapa de estabilidad y expansión económica.

El presidente Javier Milei y su equipo económico se atribuyen buena parte de este resultado, tras aplicar una serie de medidas de ajuste fiscal, desregulación de mercados y liberalización económica que, si bien han generado controversias, comienzan a dar frutos tangibles. La apuesta por un modelo más abierto y competitivo parece estar atrayendo inversión y despertando una nueva dinámica de crecimiento.

Incluso comparado con las grandes economías globales, Argentina destaca. Su crecimiento interanual del 5,9 % supera al de China, que se sitúa por debajo del 5,5 %, y triplica el de países como España, cuya economía crece a un ritmo del 2,2 %.

El único componente todavía rezagado es el de las exportaciones, que han crecido menos de un 10 %. Sin embargo, los analistas coinciden en que una mejora en el frente externo podría catapultar aún más el crecimiento económico.

Con estos datos, Argentina no solo se sacude el estigma de ser una economía en crisis permanente, sino que entra de lleno en el podio de las economías más dinámicas del mundo occidental, con potencial para consolidar un ciclo de expansión sostenida en los próximos años.